Un nuevo análisis de distintos estudios que
incluyeron a cerca de 2.000 personas concluyó que para aquellos con alto riesgo
de enfermedad cardiovascular la mejor opción nutricional es una dieta
vegetariana.
A pesar de los importantes avances terapéuticos, las
enfermedades cardiovasculares (ECV) siguen siendo la causa principal de muerte,
y del aumento de los costos de la atención de salud a nivel mundial.
En Latinoamérica y el Caribe, el 28% de las
muertes ocurren a causa de una ECV, un rango de afecciones que abarcan
desde la enfermedad cardiaca isquémica hasta los ACV. En los Estados Unidos, una
persona muere cada 33 segundos a causa de una ECV.
Gran parte de esto se debe a una carencia de campañas
de prevención que aborden de manera integral los factores de riesgo
modificables en personas en riesgo, dice el estudio.
De hecho, los investigadores encontraron que la
mayoría de los residentes de Estados Unidos que experimentaron un infarto de
miocardio tenían al menos 1 factor de riesgo de ECV antes del evento.
Una dieta deficiente está automáticamente relacionada
con un riesgo elevado de morbilidad y mortalidad por ECV.
Las pautas
dietéticas de 2021 de la American Heart
Association (AHA) enfatizan la
importancia de patrones dietéticos ricos en alimentos vegetales mínimamente
procesados, pescado y mariscos, y productos lácteos bajos en grasa.
Las diferentes formas de dietas vegetarianas, que
excluyen la carne y, a veces, también los huevos y los productos lácteos, se
están volviendo cada vez más populares debido a sus beneficios para la salud y
el medio ambiente.
Las organizaciones de diabetes recomiendan el consumo
de dietas vegetarianas bien balanceadas de acuerdo con la vasta evidencia que
respalda sus efectos beneficiosos en la prevención de la diabetes tipo 2 y
algunas de sus complicaciones metabólicas.
La variedad de productos que forman parte de estas
dietas presentan la posibilidad de tener ingredientes para todos los paladares. HD
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