Los
lapsos de memoria y el deterioro cognitivo a menudo arrojan una sombra
desalentadora sobre los años dorados. Para los adultos mayores de 60 años, una
sensación de agudeza mental que se desvanece puede transformar tareas diarias
simples en desafíos insuperables. Pero ¿qué pasaría si existiera un remedio
sencillo y placentero, uno que aprovechara el poder de nuestros sentidos?
Deterioro
cognitivo en la vejez: una realidad silenciosa
El
envejecimiento viene acompañado de sabiduría, experiencia y, para muchos, una
disminución gradual de las capacidades cognitivas. Las tareas cotidianas como
recordar nombres, seguir conversaciones y tomar decisiones pueden volverse más
difíciles. Aunque ampliamente aceptado como una parte natural del
envejecimiento, el deterioro cognitivo afecta significativamente la calidad de
vida, no sólo del individuo sino también de sus familias y cuidadores. Hay
medicamentos y terapias disponibles, pero estos tratamientos suelen tener
efectos secundarios y limitaciones.
Olor y
memoria: una conexión subestimada
La
investigación científica lleva mucho tiempo sugiriendo que nuestro sentido del
olfato, o capacidad olfativa, está estrechamente relacionado con nuestras
capacidades cognitivas. La pérdida de la capacidad de oler a menudo puede ser
un presagio de enfermedades neurológicas y psiquiátricas, como el Alzheimer, el
Parkinson e incluso la esquizofrenia. Recientemente, la pérdida del olfato
debido a la COVID-19 también se ha asociado con un deterioro cognitivo
posterior. A diferencia de la vista y el oído, para los cuales existen
intervenciones como gafas y audífonos, hasta ahora ha habido escasez de
soluciones para la pérdida de la función olfativa.
El estudio
En un
esfuerzo por hacer de la estimulación olfativa un método práctico y eficaz para
la mejora cognitiva, investigadores de la Universidad de California, Irvine
(UCI) diseñaron un estudio para comprobar qué influencia puede tener el cambio
de fragancias en las funciones cognitivas. Realizado a través del Centro
de Neurobiología del Aprendizaje y la Memoria de la UCI, el estudio involucró a
hombres y mujeres de entre 60 y 85 años sin problemas de memoria. Una
consideración clave fue simplificar la aplicación de aromas, particularmente
porque los métodos anteriores, que implicaban abrir y oler múltiples botellas
de olores, no eran prácticos para los adultos mayores, especialmente aquellos
que ya experimentaban problemas cognitivos.
Para
ello, se proporcionó a cada participante un difusor y 7 cartuchos de diferentes
aceites naturales. El grupo enriquecido recibió cartuchos sin diluir, mientras
que el grupo de control recibió versiones diluidas. Cada noche, los
participantes insertaban un cartucho diferente en su difusor, que se activaba
durante dos horas mientras dormían. Este enfoque no sólo simplificó el proceso
sino que también lo integró perfectamente en las rutinas diarias de los
participantes, eliminando la necesidad de cualquier esfuerzo consciente durante
las horas de vigilia.
Resultados
y futuras aplicaciones
Los
resultados fueron nada menos que sorprendentes. El grupo enriquecido mostró un
asombroso aumento del 226% en el rendimiento cognitivo en comparación con el
grupo de control, según lo medido por una prueba de lista de palabras común
utilizada para evaluar la memoria. Además, las imágenes cerebrales indicaron
una mejor integridad en el fascículo uncinado izquierdo, una vía crucial que
conecta las regiones responsables de la memoria y la toma de decisiones. Los
participantes también informaron de una mejora en la calidad del sueño. En
particular, el estudio confirmó la creencia científica de larga data de que el
sentido olfativo está directamente conectado con los circuitos de memoria del
cerebro. Con otros sentidos como la visión y el oído, los datos sensoriales (lo
que vemos y lo que oímos) primero tienen que pasar a través de una región
llamada tálamo en nuestro cerebro, antes de llegar a los circuitos de memoria
del cerebro. Piense en ello como una estación de paso donde todos nuestros
demás sentidos tienen que detenerse y pasar por un análisis, mientras que
nuestro sentido del olfato pasa por alto esta estación de paso. No se detiene
en absoluto en el tálamo, por lo que nos proporciona un vínculo más directo y
poderoso con nuestra memoria.
¿Qué
significa esto para nosotros?
El
aspecto más convincente de este estudio es su aplicación práctica. Se espera
que pronto llegue al mercado un producto basado en el estudio, que brindará a
los adultos una forma sencilla y no invasiva de impedir potencialmente el
deterioro cognitivo y mejorar la memoria. Aunque los investigadores pretenden
ampliar su estudio a personas con pérdida cognitiva diagnosticada, los
resultados actuales son prometedores para los adultos que buscan un método
casero y sencillo para mejorar su salud cognitiva.
En
resumen, si has notado que tu memoria ya no es la que solía ser, esta podría
ser una oportunidad olfativa que no querrás olvidar. Los hallazgos del estudio
no sólo arrojan luz sobre el poder sin explotar de nuestro sentido del olfato,
sino que también ofrecen un camino para mejorar la función cognitiva en los
adultos mayores. Si bien se necesitan más pruebas para comprender mejor
cómo funciona exactamente esto, diríamos que agregar algunas fragancias
diferentes a la habitación mientras duerme puede ser beneficioso. JQR
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