Jesús comparte con sus discípulos los últimos
momentos antes de volver al misterio del Padre. El relato de Juan recoge
cuidadosamente su testamento: lo que Jesús quiere dejar grabado para siempre en
sus corazones: «Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo
os he amado».
El evangelista Juan tiene su atención puesta en la
comunidad cristiana. No está pensando en los de fuera. Cuando falte Jesús, en
su comunidad se tendrán que querer como «amigos», porque así los ha querido
Jesús: «Vosotros sois mis amigos»; «ya no os llamo siervos, a vosotros os he
llamado amigos». La comunidad de Jesús será una comunidad de amistad.
Esta imagen de la comunidad cristiana como
«comunidad de amigos» quedó pronto olvidada. Durante muchos siglos, los
cristianos se han visto a sí mismos como una «familia» donde algunos son
«padres» (el papa, los obispos, los sacerdotes, los abades...); otros son
«hijos» fieles, y todos han de vivir como «hermanos».
Entender así la comunidad cristiana estimula la
fraternidad, pero tiene sus riesgos. En la «familia cristiana» se tiende a
subrayar el lugar que le corresponde a cada uno. Se destaca lo que nos
diferencia, no lo que nos une; se da mucha importancia a la autoridad, el
orden, la unidad, la subordinación. Y se corre el riesgo de promover la
dependencia, el infantilismo y la irresponsabilidad de muchos.
Una comunidad basada en la «amistad cristiana»
enriquecería y transformaría hoy a la Iglesia de Jesús. La amistad promueve lo
que nos une, no lo que nos diferencia. Entre amigos se cultiva la igualdad, la
reciprocidad y el apoyo mutuo. Nadie está por encima de nadie. Ningún amigo es
superior a otro. Se respetan las diferencias, pero se cuida la cercanía y la
relación.
Entre amigos es más fácil sentirse responsable y
colaborar. Y no es tan difícil estar abiertos a los extraños y diferentes, los
que necesitan acogida y amistad. De una comunidad de amigos es difícil
marcharse. De una comunidad fría, rutinaria e indiferente, la gente se va, y
los que se quedan apenas lo sienten. JAP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario