La
intoxicación alimentaria con el microorganismo se llama salmonelosis y provoca
una gastroenteritis. Qué hay que tener en cuenta para prevenir.
Los
huevos frescos, incluso los que tienen cáscaras limpias sin rajaduras, pueden
contener las bacterias Salmonella. Es que algunas gallinas infectadas producen
huevos que contienen el patógeno antes de que la cáscara se forme siquiera.
Al
ingerir esos huevos contaminados, las personas pueden sufrir enfermedades por
intoxicación alimentaria, y los síntomas pueden incluir vómitos, diarrea, dolor
abdominal, fiebre, dolor de cabeza y dolor corporal, según advirtió la
Administración de Alimentos y Medicamentos (más conocida por su sigla en inglés
como FDA) de los Estados Unidos.
La
salmonella fue clasificada entre los patógenos de alta prioridad por la OMS. Es
una de las bacterias que causa mucha morbimortalidad en países de ingresos
medianos y bajos.
Cuánta gente se enferma por
alimentos contaminados
Según
la OMS, 1 de cada 10 personas enferma cada año tras ingerir alimentos
contaminados. Esto representa unos 600 millones de casos y 420.000 muertes.
Además, las enfermedades de transmisión alimentaria tienen un impacto
significativo en las economías nacionales, el turismo y el comercio.
A
nivel mundial, una de las causas más frecuentemente documentadas de
enfermedades de transmisión alimentaria es la Salmonella. En Estados Unidos, es
la segunda causa más común de brotes de origen alimentario, y alrededor del 20%
de las enfermedades causadas por la bacteria están relacionadas con aves de
corral y productos avícolas, como los huevos.
El
consumo de huevos representó el 10,7% de todos los brotes transmitidos por
alimentos informados por el Ministerio de Salud, principalmente relacionados
con la manipulación inadecuada de alimentos en el hogar, según informaron
científicos.
El detalle en el huevo que
puede indicar contaminación con Salmonella
Se
debe descartar todo huevo que tenga la cáscara rota. Pero el indicio mayor de
la presencia de la bacteria Salmonella se puede detectar la yema tiene una
consistencia muy líquida al abrir el huevo.
Uno
de los trucos domésticos más habituales para saber si un huevo está bueno justo
antes de cocinarlo es introducirlo en agua. Si se hunde, será un indicador de
su frescura y buen estado. Si, por el contrario, flota, se tratará de un huevo
más cercano al final de su fecha de consumo preferente, según informó
Nutriendo, que depende de la Academia Española de Nutrición y Dietética y Aldi.
Esa
prueba de inmersión solo debe hacerse si se va a consumir en ese momento. En
cambio, mojar los huevos que no se vayan a consumir, ya sea para comprobar si
están buenos o para lavarlos, aumenta el riesgo alimentario.
Cómo afecta la salmonella al
cuerpo humano
La
intoxicación por la bacteria se llama ‘salmonelosis’. Generalmente se
caracteriza por la aparición brusca de fiebre, dolor abdominal, diarrea, náusea
y, a veces, vómitos.
Según
la OMS, los síntomas de la enfermedad comienzan a manifestarse entre 6 y 72
horas (generalmente 12 a 36 horas) después de la ingesta de Salmonella, y la
enfermedad dura entre 2 y 7 días.
En
la mayoría de los casos, los síntomas de salmonelosis son relativamente leves y
los pacientes se recuperan sin tratamiento específico. Sin embargo, en algunos
casos, particularmente en niños pequeños y en personas mayores, la
deshidratación causada por la enfermedad puede ser grave y poner en peligro la
vida.
Si
bien los grandes brotes de Salmonella suelen atraer la atención pública, entre
el 60% y el 80% de los casos de salmonelosis no se registran como parte de un
brote conocido y se clasifican como casos esporádicos, o ni siquiera se
diagnostican.
Cuál es el tratamiento para la
salmonella
En
los casos graves, el tratamiento es la reposición de los electrolitos perdidos
a raíz de los vómitos y la diarrea (suministro de electrolitos como iones de
sodio, potasio y cloruro) y la rehidratación.
La
terapia antimicrobiana sistemática no está recomendada para casos leves o moderados
en personas sanas. Esto se debe a que los antimicrobianos podrían no eliminar
completamente la bacteria y seleccionar cepas resistentes, con lo cual el
fármaco se volvería ineficaz.
Sin
embargo, los grupos de riesgo, como los lactantes, los ancianos y los pacientes
inmunodeprimidos, podrían necesitar tratamiento antimicrobiano. Los
antimicrobianos se administran también si la infección se propaga desde el
intestino a otras partes del organismo.
“Ante
el aumento de la resistencia a los antimicrobianos a nivel mundial, las
directrices de tratamiento deberían revisarse periódicamente, teniendo en
cuenta los patrones de resistencia de la bacteria en función del sistema local
de vigilancia”, según la agencia sanitaria de Naciones Unidas.
Cómo se puede consumir huevo y
evitar el contagio con salmonella
De
acuerdo con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa)
de la Argentina, las recomendaciones para tener en cuenta son las siguientes:
-Lavarse
las manos con agua y jabón antes y después de manipular huevo crudo.
-Mantener
limpias las superficies, recipientes y utensilios que se utilicen para elaborar
productos con huevo crudo.
-Cocinar
los huevos completamente (por encima de 71°C) y las preparaciones que los
contengan.
-Evitar
el consumo de huevos que estén rotos o sucios.
-No
partir los huevos en los bordes de los recipientes donde vayan a ser batidos.
Solo hay que emplear el recipiente para partirlos únicamente para esa
operación.
-No
separar las claras de las yemas aprovechando la propia cáscara del huevo.
-Evitar
comer huevos crudos o alimentos donde el huevo no esté completamente cocido. Es
porque los platos con huevo como ingrediente y que no cuentan con una cocción
completa presentan un mayor riesgo, como, por ejemplo, la mayonesa casera.
-No
lavar los huevos antes de ser guardados en la heladera, porque están
recubiertos por una capa protectora que evita que las bacterias penetren a
través de los poros de la cáscara. Lavar inmediatamente antes de su uso.
-No
dejar las preparaciones por más de una hora a temperatura ambiente.
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