Todo lo que has creado es bueno, y tu compasión por el hombre, que te abandona
una y otra vez, es inagotable.
Venimos
hoy a implorarte que ampares al mundo y a sus habitantes con la paz, alejando
de él el destructivo oleaje del terrorismo, restaurando la amistad y derramando
en los corazones de tus criaturas el don de la confianza y la prontitud para
perdonar.
Dador
de la vida, te pedimos también por todos los que han muerto, víctimas de los
brutales ataques terroristas. Concédeles la recompensa y la alegría eternas.
Que intercedan por el mundo, sacudido por la angustia y desgracias.
Jesús,
Príncipe de la Paz, te rogamos por los heridos en los ataques terroristas: los
niños y los jóvenes, las mujeres y los hombres, los ancianos, las personas
inocentes y los que han sido agredidos por casualidad. Sana su cuerpo y el
corazón, que se sientan fortalecidos por tu consuelo, aleja de ellos el odio y
el deseo de la venganza.
Santo
Espíritu Consolador, visita a las familias que lloran la pérdida de sus
familiares, víctimas inocentes de la violencia y el terrorismo. Cúbreles con el
manto de tu divina misericordia.
Que
encuentren en Ti la fuerza y el valor para continuar siendo hermanos y hermanas
de los demás, especialmente de los extranjeros y los inmigrantes, testimoniando
con su vida tu amor.
Mueve
los corazones de los terroristas para que reconozcan la maldad de sus acciones
y vuelvan a la senda de la paz y el bien, el respeto por la vida y la dignidad
de cada ser humano, independientemente de su religión, origen o status social.
Dios,
Eterno Padre, escucha compasivo esta oración que se eleva hacia Ti entre el
estruendo y la desesperación del mundo. Llenos de confianza en tu infinita
Misericordia, confiando en la intercesión de tu Santísima Madre, fortalecidos
con el ejemplo de los beatos mártires de Perú,
Zbigniewa
y Michaa, que has convertido en valientes testigos del Evangelio hasta derramar
su sangre, nos dirigimos a Ti con gran esperanza, suplicando el don de la paz y
pidiendo que alejes de nosotros el látigo del terrorismo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén. Rr
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