El
dolor de espalda crónico no es un asunto de risa: cualquiera que lo padezca
puede dar fe de que puede ser un problema que altera significativamente la
calidad de vida. Por otro lado, no es un problema raro en absoluto: se informa
que casi la mitad de la población activa del mundo ha declarado que sufre
estos dolores que atacan con frecuencia la parte baja de la espalda. Aunque
muchos recurren a analgésicos farmacéuticos para aliviar el sufrimiento, debe
saber que existen formas mucho más efectivas de lidiar con él. Una de ellas es
aprender qué acciones cotidianas aparentemente simples, que casi todos hacemos
sin pensar, causan dolor de espalda y cómo evitarlas o al menos minimizarlas.
De esta manera, podemos abordar el problema desde su raíz, en lugar de
conformarnos con un alivio temporal. Por eso, aquí hay 10 acciones diarias que
podrían ser la causa de su dolor de espalda y que debe reconocer para
detenerlo.
1. Bebes
refrescos azucarados
Beber
refrescos azucarados no es la forma más sana de nutrir tu cuerpo y mantenerte
con energía, eso es algo que todos sabemos, pero un daño indirecto adicional
que causa este hábito, del que quizás no sabías, es que puede empeorar el dolor
de espalda. En primer lugar, porque beber estas bebidas puede provocar la
formación de cálculos renales, que causan un dolor de espalda intenso. En
segundo lugar, consumir bebidas carbonatadas contribuye a la acumulación de
gases en el sistema digestivo, lo que puede crear presión en la columna
vertebral. Así que, si de repente te duele la espalda después de beber un vaso
de bebida carbonatada azucarada, es hora de empezar a pensar en elegir agua en
su lugar.
2. Lees
un libro o usas tu teléfono inteligente mientras estás en la cama
Tanto
si eres de los que deben leer unas cuantas páginas más del libro en el que
están absortos justo antes de irse a dormir, como de los que se sienten
obligados a navegar por las redes sociales en su teléfono inteligente una
última vez antes de cerrar los ojos, tienes un problema. De cualquier manera,
la posición en la que se realiza habitualmente esta acción puede provocar
rigidez en los hombros y la espalda, crear tensión en la columna y la zona
lumbar y provocar dolor. Por lo tanto, si tienes ganas de leer un libro o
consultar el teléfono inteligente antes de acostarte, hazlo sentado en una
silla o sillón cómodo, no en una posición intermedia incómoda en la cama.
3. Te
cepillas los dientes y te afeitas de pie de forma incorrecta
Es
cierto que este par de acciones suenan triviales y rutinarias, y puede que te
sorprenda pensar que pueden causar dolor, pero es cierto y muy real. Para
empezar, muchas personas (a menudo individuos más altos) se cepillan los
dientes inclinados hacia el lavabo en una posición que, si se mantiene durante
2 o 3 minutos durante el cepillado, puede provocar dolor lumbar. Además, muchos
hombres que se afeitan frente al espejo se acercan lo más posible a él durante
el afeitado para evitar dejarse ninguna zona sin afeitar, pero al hacerlo,
permanecen de pie durante 10 minutos o más en una posición en la que su espalda
está doblada en un ángulo de 30 grados, lo que ejerce una presión significativa
sobre la zona lumbar. La solución, por supuesto, no es evitar estas dos
acciones importantes, sino asegurarte de realizarlas con la espalda recta y
erguida, minimizando la inclinación excesiva hacia el lavabo o inclinándose
demasiado cerca del espejo.
4. Trabajas
sentado todo el día
El
sedentarismo, que nos obliga a pasar la mayor parte del día sentados, es más
común hoy que nunca. Es un factor bastante obvio y conocido en diversos
problemas de espalda, que resultan de estar mucho tiempo sentado en posiciones
que no son saludables para el cuerpo. Entonces, ¿qué se puede hacer? Hay varias
formas de superarlo: los expertos de los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades recomiendan, por ejemplo, trabajar en un
escritorio ajustable que también se pueda colocar de pie, ya que están
diseñados para ayudarte no solo a prevenir el dolor de espalda, sino también a
ser más productivo.
5.
Fumas
Todo el
mundo ya conoce los principales daños del tabaquismo, pero ¿sabías que uno de
sus inconvenientes adicionales, aparentemente ‘secundarios’, es que contribuye
significativamente al dolor lumbar? Incluso hay pruebas científicas: un estudio
realizado por científicos de la Universidad Johns Hopkins descubrió que los
factores de riesgo de la aterosclerosis (antecedentes de tabaquismo y presión
arterial alta) están relacionados de manera similar con el dolor lumbar y la
rigidez de la columna. La conclusión es que fumar no solo afecta negativamente
al corazón y los pulmones, sino también a la espalda, algo que se puede sentir
y volverse aún más molesto en la vida diaria. Por lo tanto, si fumas y te cuesta
dejar de fumar por tu cuenta, te recomendamos que busques tratamiento
profesional: tu espalda también se lo agradecerá.
6. Conduces largas
distancias con frecuencia
¿Alguna
vez has experimentado dolor lumbar después de conducir durante mucho tiempo? Si
es así, debes saber que definitivamente no es un fenómeno raro en
absoluto. Si tu trabajo requiere que te sientes detrás del volante
durante horas y horas, incluso solo para llegar al trabajo, por ejemplo, el
dolor de espalda que sientes puede deberse a la posición en la que se sienta
mientras conduce. Para reducir la presión en la parte baja de la espalda
mientras conduces, debes asegurarte de sentarte erguido, con la espalda
completamente alineada contra el respaldo del asiento. A menudo, los conductores
tienden a sentarse en el medio del asiento, lo que no proporciona apoyo lumbar
y provoca problemas de espalda. También puedes comprar un cojín diseñado para
asientos de automóvil o colocar uno propio para proporcionar a tu espalda
el apoyo necesario mientras conduces.
7. Haces
todo el trabajo de la casa tú sola
Aunque
seas de esas personas a las que limpiar y organizar la casa les parece pan
comido y algo a lo que están acostumbradas desde siempre, piensa un momento en
todas las acciones que realizas mientras lo haces y que podrían dañar tu
espalda. Por ejemplo, la colada: preparar distintas prendas para la lavadora,
sacarlas mojadas y pesadas con agua, reorganizarlas en estantes altos del
armario, etc. Todo esto supone una gran presión para la zona lumbar. Muchas
personas simplemente no piensan en ello, pero vale la pena empezar a considerar
que incluso las tareas domésticas que parecen inofensivas pueden afectar tu
calidad de vida debido al dolor de espalda que provocan. Por eso, si bien es
obvio que necesitas seguir manteniendo tu casa, si ciertas acciones te provocan
un dolor de espalda intenso, vale la pena empezar a pedir ayuda a otros
miembros del hogar e involucrar a tus hijos desde pequeños, enseñándoles a que
te ayuden tanto como sea posible.
8. Empujas
un cochecito de bebé
Madres,
padres, abuelos, presten atención: resulta que empujar un
cochecito de bebé puede provocar dolor de espalda. Si lo
piensas un momento, puede que tenga sentido: cuando empujas el
cochecito, normalmente adoptas una postura de marcha ligeramente encorvada hacia
el centro, lo que altera la posición natural de la columna vertebral, lo que
puede ejercer una presión generalizada sobre la espalda. Así que, la próxima
vez que salgas a dar un largo paseo con el bebé en el cochecito,
intenta pedir ayuda a tu pareja o a alguien que los acompañe y realicen
turnos para minimizar al máximo la tensión que puede causar en la espalda
empujar el cochecito hacia delante.
9. Vistes
vestidos ajustados y tacones altos
Sí,
esta sección está dirigida obviamente a las mujeres y es absolutamente esencial
porque muchas lo hacen y se dañan a sí mismas y a su espalda. Las faldas
ajustadas y ceñidas pueden llamar la atención, pero también pueden provocar
dolor de espalda, restringen el movimiento de la cadera, lo que crea presión
sobre la columna. Del mismo modo, el uso frecuente de tacones altos produce el
mismo resultado: estos tacones colocan los pies a una altura poco natural, lo
que a su vez hace que los músculos de la espalda baja se desplacen. Para
disfrutar de un look a la moda sin sacrificar la salud de la espalda, opta por
faldas que te permitan mover las piernas con libertad y elige tacones con una
altura que no supere los 5 cm.
10. Tu
dieta no es saludable: consumes alimentos que favorecen la inflamación en la
zona lumbar
A
primera vista, puede que no parezca estar relacionado, pero, al igual que
ocurre con muchos otros procesos del organismo, la dieta desempeña un papel
importante a la hora de contribuir al dolor de espalda o aliviarlo. Ya hemos
mencionado anteriormente que el consumo de bebidas carbonatadas, por ejemplo,
puede provocar la aparición de dolor, pero existen otros tipos de alimentos y
bebidas que la ciencia ha identificado como potencialmente causantes de
inflamación en el organismo, que se manifiesta, entre otras cosas, en dolor de
espalda, entre ellos:
·
Carne roja
·
Pan blanco
·
Pasta
·
Cafeína
·
Alcohol
Se
recomienda eliminarlos de la dieta en la medida de lo posible y, en su lugar,
aumentar la ingesta de alimentos antiinflamatorios como:
·
Pescado (p. ej., salmón, atún, bacalao y
trucha)
·
Nueces y almendras en cantidades moderadas
·
Verduras verdes (p. ej., col rizada y brócoli)
·
Frutas como uvas, naranjas, plátanos y
arándanos
Una
dieta buena y adecuada, basada en fuentes de proteínas como el pescado y el
pollo, el consumo diario de frutas y verduras y evitar los alimentos procesados
tanto como sea posible, puede reducir la inflamación en todo el cuerpo y en
la zona lumbar, contribuyendo a la lucha contra el dolor de espalda crónico. JQR
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