miércoles, 15 de octubre de 2025

Cristo en la ciudad, camina al atardecer…

Cuando el sol comienza a esconderse y tú sientes que ya no hay más luz, Cristo no se ha ido. Cristo apenas viene.

Viene descalzo, como siempre. Con el paso tranquilo de quien no tiene prisa, pero sí propósito. Con la mirada puesta en ti, aunque tú estés mirando al suelo.

A veces creemos que el día ha terminado, que lo intentamos todo, que no queda nada por hacer. Pero justo entonces, en la última ola, en la última sombra, Él aparece caminando hacia nosotros.

No para darte respuestas, sino para acompañar tus preguntas. No para cargar el día que ya pasó, sino para sostener lo que queda por vivir.

Porque Cristo no llega tarde. Llega cuando más lo necesitas. Y a veces, llega… cuando tú ya habías dejado de esperar. RM

No hay comentarios.:

Publicar un comentario