Salmo 78 – Lamentación ante la destrucción de Jerusalén
►El motivo de esta súplica nacional es la deplorable situación en que se encuentra Israel: los paganos han devastado y profanado la herencia del Señor (v. 1); muchos fieles han caído bajo la espada, sus cadáveres han sido abandonados a las aves de rapiña y los pueblos vecinos celebran esa derrota (vs. 2-4).
► El salmista reconoce que la tragedia nacional es el justo castigo de reiteradas infidelidades (v. 8); pero hace presente al Señor que esa derrota compromete la gloria de su Nombre (v. 9), ya que Israel es su Pueblo y su “rebaño” (v. 13).
► Si no escucha el llanto de los cautivos, los paganos pensarán que es inútil servir al Señor (v. 10).
+++ Una vez más, Israel clama a Dios con una oración profusamente revestida de tintes dramáticos. La ruina y el saqueo de la ciudad santa de Jerusalén es el cuerpo de esta súplica-lamento del salmo: «Oh Dios, las naciones han invadido tu heredad, han profanado tu templo santo...».
+++ El pueblo es consciente de que la desolación de la que tan orgullosamente llamaban «la heredad de Yavé» ha acontecido a causa de los pecados tanto de sus antepasados: «No recuerdes contra nosotros las faltas de nuestros antepasados... pues estamos totalmente debilitados», como de los propios.
+++ Por eso, porque sus pecados pesan como una losa de la que no se pueden liberar, apelan al Dios misericordioso con una invocación llena de esperanza. Acuden a Yavé para que sea El mismo quien quite los pecados del pueblo: « ¡Socórrenos, oh Dios, Salvador nuestro, por el honor de tu nombre!
¡Líbranos!, y perdona nuestros pecados...».
+++ ¿Cómo responde Dios? ¿Se puede quedar sordo ante esta súplica? ¿Da la espalda a su pueblo porque le ha sido infiel? ¡Ese Dios no existe!
+++ Dios, a quien no se le escapa ningún grito de dolor, responde a la oración de su pueblo enviando a su Hijo como salvador. Jesucristo es enviado para quitar el pecado no ya sólo del pueblo, sino del mundo, de toda la humanidad.
► El salmista reconoce que la tragedia nacional es el justo castigo de reiteradas infidelidades (v. 8); pero hace presente al Señor que esa derrota compromete la gloria de su Nombre (v. 9), ya que Israel es su Pueblo y su “rebaño” (v. 13).
► Si no escucha el llanto de los cautivos, los paganos pensarán que es inútil servir al Señor (v. 10).
+++ Una vez más, Israel clama a Dios con una oración profusamente revestida de tintes dramáticos. La ruina y el saqueo de la ciudad santa de Jerusalén es el cuerpo de esta súplica-lamento del salmo: «Oh Dios, las naciones han invadido tu heredad, han profanado tu templo santo...».
+++ El pueblo es consciente de que la desolación de la que tan orgullosamente llamaban «la heredad de Yavé» ha acontecido a causa de los pecados tanto de sus antepasados: «No recuerdes contra nosotros las faltas de nuestros antepasados... pues estamos totalmente debilitados», como de los propios.
+++ Por eso, porque sus pecados pesan como una losa de la que no se pueden liberar, apelan al Dios misericordioso con una invocación llena de esperanza. Acuden a Yavé para que sea El mismo quien quite los pecados del pueblo: « ¡Socórrenos, oh Dios, Salvador nuestro, por el honor de tu nombre!
¡Líbranos!, y perdona nuestros pecados...».
+++ ¿Cómo responde Dios? ¿Se puede quedar sordo ante esta súplica? ¿Da la espalda a su pueblo porque le ha sido infiel? ¡Ese Dios no existe!
+++ Dios, a quien no se le escapa ningún grito de dolor, responde a la oración de su pueblo enviando a su Hijo como salvador. Jesucristo es enviado para quitar el pecado no ya sólo del pueblo, sino del mundo, de toda la humanidad.
Dios mío, los gentiles han entrado en tu heredad, han profanado tu santo templo, han reducido Jerusalén a ruinas. Echaron los cadáveres de tus siervos en pasto a las aves del cielo, y la carne de tus fieles a las fieras de la tierra. Derramaron su sangre como agua en torno a Jerusalén, y nadie la enterraba. Fuimos el escarnio de nuestros vecinos, la irrisión y la burla de los que nos rodean. ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Vas a estar siempre enojado? ¿Arderá como fuego tu cólera? No recuerdes contra nosotros las culpas de nuestros padres; que tu compasión nos alcance pronto, pues estamos agotados. Socórrenos, Dios, Salvador nuestro, por el honor de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados a causa de tu nombre. ¿Por qué han de decir los gentiles: "dónde está su Dios"? Que a nuestra vista conozcan los gentiles la venganza de la sangre de tus siervos derramada. Llegue a tu presencia el gemido del cautivo: con tu brazo poderoso, salva a los condenados a muerte. Mientras, nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu rebaño, te daremos gracias siempre, cantaremos tus alabanzas de generación en generación.
« ¡Dios mío, los gentiles han entrado en tu heredad!»
● Una mentalidad pagana ha aparecido en círculos religiosos. El racionalismo se ha infiltrado en tu Iglesia. Se rebaja la autoridad, se minimiza el dogma, se ignora la tradición, se desoye a la obediencia. Todo queda racionalizado, secularizado, desmitificado. Visión secular de credo religioso. La razón por encima de la fe. El hombre por delante de Dios. Ese es el peligro del mundo religioso hoy. Penetración pagana en el santuario de Jerusalén.
● Y ése es el peligro de mi propia vida. Yo vivo en medio de ese santuario, pero también a mí me afectan ahora esos vientos paganos que soplan en él. Todo el mundo piensa así, ésa es la tendencia moderna; Los asaltos desde fuera del santuario son más fáciles de rechazar, porque se les reconoce como tales. En cambio, es mucho más difícil resistir la tentación sigilosa desde dentro, que en un principio parece inocente y amiga.
● Restaura en tu Iglesia, Señor, la firmeza de tu revelación. Purifica nuestros pensamientos y robustece nuestras creencias. Limpia tu santuario y santifica tu ciudad. Haz que resplandezca la fe de los creyentes con el fulgor de tu verdad.
"Entonces nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu rebaño, te daremos gracias siempre, contaremos tus alabanzas de generación en generación".
● Una mentalidad pagana ha aparecido en círculos religiosos. El racionalismo se ha infiltrado en tu Iglesia. Se rebaja la autoridad, se minimiza el dogma, se ignora la tradición, se desoye a la obediencia. Todo queda racionalizado, secularizado, desmitificado. Visión secular de credo religioso. La razón por encima de la fe. El hombre por delante de Dios. Ese es el peligro del mundo religioso hoy. Penetración pagana en el santuario de Jerusalén.
● Y ése es el peligro de mi propia vida. Yo vivo en medio de ese santuario, pero también a mí me afectan ahora esos vientos paganos que soplan en él. Todo el mundo piensa así, ésa es la tendencia moderna; Los asaltos desde fuera del santuario son más fáciles de rechazar, porque se les reconoce como tales. En cambio, es mucho más difícil resistir la tentación sigilosa desde dentro, que en un principio parece inocente y amiga.
● Restaura en tu Iglesia, Señor, la firmeza de tu revelación. Purifica nuestros pensamientos y robustece nuestras creencias. Limpia tu santuario y santifica tu ciudad. Haz que resplandezca la fe de los creyentes con el fulgor de tu verdad.
"Entonces nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu rebaño, te daremos gracias siempre, contaremos tus alabanzas de generación en generación".
Oh Dios, que nos diste a Cristo como buen Pastor, en medio de las tribulaciones de este mundo, queremos sentir su presencia entre nosotros, a fin de que podamos cantar tus alabanzas de generación en generación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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