En el país, la prevalencia es del 14.5% en personas
mayores de 40 años y se da más en hombres que en mujeres.
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva
Crónica (EPOC) es una patología caracterizada por una limitación al flujo aéreo
de las vías respiratorias producto de anormalidades causadas por la exposición
a gases nocivos de los cuales el más frecuente es el humo del tabaco.
Si bien es una afección común,
prevenible y tratable, su prevalencia está directamente relacionada al hábito
de fumar, aunque en países en vías de desarrollo también se consideran otros
factores tales como el humo de leña o la exposición a otro tipo de gases.
Estudios epidemiológicos de hace unos
años atrás revelaron que hay unas 350 millones de personas en el mundo con
EPOC, lo que corresponde a una prevalencia del 11% de la población mundial, y
que esta enfermedad causa alrededor de 3 millones de muertes por año – dato que
la posiciona como la cuarta causa de muerte a nivel global. De continuar esta
tendencia, se espera que en 2030 el número ascienda a 4,5 millones de
muertes.
En lo que respecta a nuestro país, el
único estudio que arrojó datos al respecto es el de EPOC.AR. Según sus
resultados, esta enfermedad tiene un 14,5% de prevalencia en la población local
mayor de 40 años y se da más en hombres (18%) que en mujeres (11%).
“Se debe sospechar la posibilidad de
EPOC ante todo paciente con más de 40 años con historia de tabaquismo que haya
fumado más de 10 paquetes por año y que presente síntomas respiratorios
crónicos como disnea o tos habitualmente matutina y con expectoración”, comenta
el Dr. Gastón De Stefano, médico neumonólogo de INEBA.
El especialista agrega: “Es importante
tener en cuenta que los fumadores le restan importancia a sus síntomas por lo
que se debe hacer un seguimiento riguroso de los mismos a todos los fumadores a
partir de los 40 años”.
Para poder
diagnosticar EPOC, la espirometría es el método más utilizado. Consiste en un
estudio que permite detectar las obstrucciones al flujo aéreo persistente. Para
su tratamiento, hay diferentes opciones farmacológicas –broncodilatadores de
acción corta o prolongada y corticoides inhalados - como así también otras
medidas que ayudan a aliviarlo.
Más allá de los medicamentos, ¿qué se puede hacer
para tratar el EPOC?
Para comenzar, lo principal es dejar
de fumar. Esta es la medida más eficaz. Retrasa la pérdida de función
pulmonar y mejora la sobrevida, cambiando el curso de la enfermedad.
Hacer ejercicio de manera regular. Puede ser gimnasia, deporte o paseos. Tanto
en fumadores como no, moverse disminuye el riesgo de desarrollar la enfermedad
en el futuro. Para aquellos pacientes que persisten con síntomas luego de
agotar todas las medidas terapéuticas, también se pueden indicar programas de
rehabilitación, que luego deben continuar con ejercicios en su
domicilio.
Comer bien. Mantener una dieta variada y equilibrada (no se
aconsejan suplementos nutricionales) y una buena hidratación.
Vacunarse. Contar con las vacunas antigripales anuales
ha demostrado reducir las exacerbaciones. A su vez, los pacientes de 65 años y
aquellos menores a esta edad pero con estadios avanzados de la enfermedad,
deben darse la vacuna antineumocócica.
“La tendencia actual es el manejo
individualizado del paciente con EPOC, utilizando las diferentes estrategias
farmacológicas en cada paciente de acuerdo a su sintomatología, pero sin
olvidar la medida general más importante que debe ser aplicada a todos los
pacientes - que cambia la evolución y el pronóstico de la enfermedad - que es
el dejar de fumar”, concluye el neumonólogo.
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