Quiero comenzar con esta pregunta que muchos se han hecho en algún
momento de su vida: ¿Cuándo llegará el día de mi suerte? Como que Dios la tiene
agarrada conmigo, hay gente que no lo conoce y le va mejor que a mí, lo que
alcanzo a ver son problemas y más problemas desde que me levanto hasta que me
voy a dormir. ¿Quién puede ayudarme? ¡Si tan solo tuviera un día bueno, una
oportunidad!
Eso que te dices son mentiras y son esas mentiras las que no te
dejan disfrutar del maravilloso día que Dios te da. Cada día es una oportunidad
para sentirte agradecido que tienes vida. Recuerda lo que dijo el salmista
David: Hagamos fiesta en este día, porque en un día como éste Dios actuó en nuestro
favor. Salmo 118:24.
Es probable que todos los días no se sientan maravillosos, pero si
usted mantiene una actitud positiva de seguro va a mejorar, créalo que
funciona, yo mismo he pasado por esos días que parecen amargos, negativos pero
me doy cuenta que no tiene sentido estar de esa manera, que no logro nada con
esa actitud así que comienzo a buscar lo bello de la vida y buscar la
oportunidad de gozarme.
¡Cuántas veces cometemos el error de despreciar la Palabra de
nuestro Padre! ¡Cuántas veces clamamos a Dios por una nueva oportunidad!
¿Será que pensamos que las oportunidades tienen que venir con todos nuestros
problemas resueltos? ¿No será, por el contrario, que la oportunidad pueda
asemejarse a esta horca llena de piedras preciosas que muchos no considerarían?
La horca representa el fracaso, las crisis, los problemas, pero también la
victoria, el éxito y las oportunidades. Tu puedes sacar de los problemas las
mejores enseñanzas de tu vida, busca en ellos oportunidades de aprendizaje que
te conduzcan al éxito que buscas en tu relación, matrimonio, carrera o trabajo.
Oportunidad es cuando tú tienes el poder de aprovecharla, sino no lo es.
Sabes que hoy en día disfrutamos de inventos como la bombilla
eléctrica en el caso de Thomas A. Edison, el teléfono en el caso de Alexander
Graham Bell, que nos resultan más que obvios en cuanto a su oportunidad de
éxito. Pero en algún momento no existieron. En ese vacío, ellos vieron una
oportunidad… y las aprovecharon, y podemos disfrutar de ello.
Recuerda que las oportunidades llegan a nosotros cada día, no me
refiero a “las grandes oportunidades”, me refiero a que cada día que vives es
un día de suerte, es un día de gracia y favor, es la oportunidad para cambiar,
para amar y perdonar, ¿Por qué esperar a que otros cambien, a que otros te amen
y te pidan perdón? El cambio empieza en uno.
Hoy tú tienes la oportunidad de comenzar de nuevo, de crear
oportunidades para otros, de bendecir muchas vidas con el gozo que Dios ha
puesto en ti. No hagas de tu vida una tragedia, levántate y haz que tu luz
brille con mucha intensidad. Aprovecha la oportunidad de vivir y tu suerte
cambiará.
Señor, enséñanos a atender tu Palabra y a ver la oportunidad que Tú
nos das de vivir para bendecir a otros. Amén. PS
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