¿Sabías que las 'dietas milagrosas' son muy restrictivas e insuficientes
en nutrientes y generan mucho estrés? Las dietas prometedoras de bajar más de 1
kg por semana no son eficientes, no se sostienen en el tiempo, incluso algunas
pueden producir un efecto negativo para tratar la obesidad o agudizar problemas
del corazón.
El equipo Nutrición Clínica y Centro Alimentación Saludable de DIM Centros
de Salud, integrado por la Lic. Alejandra Palliotti, Lic. Karina
Mariel Luna y la Lic. Yesica Romina Rega, recomiendan en 5 pasos comenzar una
dieta inteligente para bajar de peso de manera saludable.
«En los planes de alimentación se indica la selección de alimentos,
tamaño de porciones, frecuencia de ingestas. Esto les permite aprender a comer
mediante la modificación de la conducta frente a la comida. A medida que se
practican estos cambios de conducta, poco a poco, generan hábitos saludables.
Las 'dietas milagrosas' son muy restrictivas e insuficientes en nutrientes y
generan mucho estrés», afirmó el equipo de nutrición de DIM
Centros de Salud.
Las licenciadas explicaron que el peso ideal de una persona se determina
por su estimación del Índice de Masa Corporal (IMC) que permite diferenciar
sobrepeso y obesidad. «El peso ideal depende de varios factores: en niños se
recurre a referencias en tablas percentiladas pediátricas, ajustado por edad y
estatura y en adultos por el IMC. Esto nos sirve a los nutricionistas para
determinar necesidades calóricas de la persona. En el transcurso de las
consultas se pauta con el paciente el peso posible que es un peso real que
puede tener ese individuo y mantenerlo en el tiempo. Es mucho más exacta la
determinación de un peso posible con análisis de la composición corporal, como
lo es la Antropometría de 5 componentes (masa ósea, adiposa, muscular, residual
y piel), porque se obtienen datos para lograr objetivos concretos. En ocasiones
el aumento de peso puede deberse a masa muscular, por ejemplo, ocurre en un
deportista o en una persona que entrena».
Palliotti, Luna y Rega indicaron que cuando ese índice de masa corporal
refleja sobrepeso, se puede transformar en una enfermedad crónica como la
obesidad, que se caracteriza por el aumento excesivo de grasa corporal, muy
perjudicial para la calidad de vida de los pacientes.
«La obesidad predispone a padecer otras enfermedades como hipertensión
arterial, diabetes 2, enfermedades del hígado, del corazón, y trastornos
psicosociales, entre otros. Por lo tanto, debe ser tratada, principalmente,
desde el punto de vista de la salud. Debe intervenir un nutricionista
profesional, un médico clínico, y en algunos casos, apoyo psicológico; fármacos
o cirugía, según cada caso en particular. Sin olvidar de atender las vivencias
del paciente y abordando los impulsores de la enfermedad», afirmaron.
Las especialistas de DIM Centros de Salud consideran que las dietas
prometedoras de bajar un kilo por semana no son recomendables para pacientes en
tratamiento de obesidad. De hecho, recomiendan bajar menos de 1 kg por semana,
según su edad, sexo y grado de sobrepeso. «A medida que avanzan los años,
disminuye la masa muscular y aumenta la masa grasa».
Para evitar el efecto rebote -engordar de golpe- el plan de alimentación
no debe ser restrictivo, al contrario, el paciente debe aprender a comer
saludablemente. «Cuanto más radical sea la dieta y más rápida la pérdida de
peso, mayor será el peligro de sufrir el 'efecto rebote'. Este efecto rebote se
evita consultando con un nutricionista profesional, quién está formado y
capacitado para tratar adecuadamente al paciente con obesidad. Los planes de
alimentación no deben ser muy restrictivos, porque no se adaptan a la
individualidad del paciente y no contribuyen al cambio de hábito alimentario;
esto es fundamental para mantener el peso saludable en el tiempo evitando de
esta manera riesgos para la salud».
Bajar de peso de manera saludable: Palliotti, Luna y Rega recomiendan 5
pasos para comenzar a perder peso de manera saludable y sin causar efecto
rebote.
1. Plan de alimentación
‘inteligente'. Se realiza, primero, con una consulta escuchando al paciente:
cómo se siente, cuáles son sus necesidades, motivaciones y experiencias, si ya
ha realizado otras dietas, saber cuáles son sus expectativas y objetivos.
2. Otorgarle el rol
protagónico al paciente, que es quien debe adherirse al tratamiento con la
ayuda, guía y seguimiento de su nutricionista.
3. Abordar el tratamiento
nutricional a partir de su conducta alimentaria. Pues, son los malos hábitos,
los que llevan a aumentar de peso progresivamente y a través del tiempo.
4. Dentro del plan de
alimentación se debe considerar gustos, hábitos, horarios de trabajo.
5. Fomentar el
ejercicio físico para preservar la masa muscular. BP
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