Justo antes de
Navidad y cuando la vacunación frente a la COVID-19 estaba a escasas semanas de
hacerse realidad, Reino Unido anunció que una variante más transmisible del
coronavirus se estaba propagando por todo el país, lo que provocó el despliegue
de medidas de confinamiento más estrictas y restricciones de viaje.
Desde entonces,
han aparecido otras variantes en distintas partes del mundo.
Los virus suelen
cambiar al hacer copias de sí mismos y estos cambios se denominan mutaciones.
La OMS define una variante como un virus que tiene “una o varias mutaciones
nuevas”. Los
cambios en el coronavirus no son inusuales: los virus tienen más oportunidades
de mutar a medida que infectan a más personas, pero los expertos han dicho que
el SARS-CoV-2 ha sido más lento en cambiar. Esto es lo que sabemos -hasta ahora- sobre las variantes del coronavirus
en Reino Unido, Sudáfrica, Brasil y California.
La
variante de Reino Unido
Reino Unido fue
uno de los primeros países en identificar una variante de la COVID-19 de rápida
transmisión. El
Secretario de Sanidad, Matt Hancock, anunció en la Cámara de los Comunes el 14
de diciembre que se estaba extendiendo en Londres y el sureste de Inglaterra, y
que estaba sustituyendo rápidamente a todas las demás variantes. Pertenece a un linaje conocido como B.1.1.7.
Las autoridades
anunciaron amplias restricciones a la circulación en el país, pero no
prohibieron los viajes fuera de Reino Unido, por lo que la variante no tardó en
extenderse a otros países. “En países como Dinamarca podemos ver que, aunque la
variante anterior está disminuyendo, la nueva variante se está extendiendo”,
dijo a Euronews Martin
McKee, profesor de la London School of Hygiene and Tropical Medicine. “Eso suele quedar enmascarado, y estoy seguro de que
también está ocurriendo en otros países”.
Uno de los
cambios que hizo que esta variante fuera distinta fue una mutación conocida
como N501Y, que afecta al dominio de unión al receptor (RBD) de la proteína
espiga, el punto donde el virus se une a una célula. “Esta mutación, al menos en el laboratorio,
permite que la proteína se una más fuertemente a la proteína de la superficie
celular a la que se dirige”, dijo la Dra. Eleanor Gaunt, becaria Sir Henry Dale
del Instituto Roslin de la Universidad de Edimburgo. La variante se ha detectado ya en 70 países, según la
OMS.
La
variante de Sudáfrica
Las autoridades
dijeron por primera vez el 18 de diciembre que una variante del coronavirus que
se extendía rápidamente en tres provincias les preocupaba. La denominaron 501Y.V2 y descubrieron que
estaba contribuyendo al aumento de las infecciones en Sudáfrica en enero.
La secuenciación genómica mostró que se trataba
de una variante diferente a la identificada en Reino Unido, pero tanto la
variante sudafricana como la británica comparten la mutación N501Y en la
proteína espiga. Existe preocupación de
que las vacunas no sean tan eficaces contra esta variante. Los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades de Estados Unidos dijeron que había “algunas pruebas que indican
que una de las mutaciones de la proteína espiga, E484K, puede afectar a la
neutralización por parte de algunos anticuerpos policlonales y monoclonales”.
Un estudio reciente en Sudáfrica descubrió que
otras mutaciones en esta variante también provocaban que los anticuerpos
tuvieran más problemas potenciales para neutralizar el virus. Esto tiene “implicaciones tanto para las tasas de
reinfección como para la eficacia de las vacunas”, dijeron los científicos.
La empresa de biotecnología Moderna anunció el
25 de enero que, aunque su vacuna parecía ser eficaz contra la variante, estaba
desarrollando un refuerzo adicional “por precaución”.
La
variante de Brasil
Una variante del
coronavirus originaria de Brasil fue identificada por primera vez en cuatro
viajeros a Japón, según anunció el 10 de enero el Ministerio de Sanidad
japonés. Esta
variante, denominada linaje P.1, contiene 17 cambios de aminoácidos únicos y tres
supresiones, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
de Estados Unidos. Tiene dos de los
mismos cambios en la proteína espiga que la variante que surgió en Sudáfrica,
lo que hace temer su respuesta a las vacunas. Un estudio británico-brasileño publicado en Virological.org descubrió
que entre el 15 y el 23 de diciembre, en la ciudad amazónica de Manaos, se
identificó el linaje P.1 en el 42% de las muestras de coronavirus recogidas.
La
variante de California
El
descubrimiento de la variante británica en diciembre de 2020 hizo que los
científicos de California empezaran a buscarla entre sus muestras de
coronavirus. Pero
mientras que sólo encontraron unas pocas muestras de ella, se encontraron con
muchas más de una variante que parecía haber surgido en la propia California.
Perteneciente a un linaje conocido como CAL.20C,
representó más de la mitad de las muestras del genoma del virus recogidas en
los laboratorios de Los Ángeles en un solo día a mediados de enero, según el
New York Times. Pero los científicos
declararon al periódico que, a diferencia de lo ocurrido en Reino Unido, no
había pruebas todavía de que esta variante fuera más letal o más contagiosa que
otras formas del virus.
¿Funcionan
las vacunas con las variantes del coronavirus?
La Dra. Gaunt
dijo que “si el 100% de la población hubiera recibido las dos dosis de una
vacuna, el virus tendría una capacidad de propagación muy limitada”. Pero, si muchas personas están parcialmente
protegidas con una sola dosis, por ejemplo, “esto proporciona una ventaja selectiva
a los virus con mutación. Por eso, la
decisión de algunos Gobiernos de retrasar la segunda dosis de las vacunas es
motivo de preocupación internacional. Si mucha gente tiene un poco de
protección, la probabilidad de que surja una variante que evada las respuestas
a la vacuna es mucho mayor”, añadió la Dra. Gaunt.
Los fabricantes
de vacunas ya están trabajando en la adaptación de las vacunas a las
mutaciones. Muchos
Gobiernos están confiando en los programas de vacunación y han introducido
amplias restricciones a la circulación y a las reuniones masivas. “Las vacunas que tenemos disponibles en este momento
son eficaces contra esta variante [británica], pero hay otras variantes en el
mundo sobre las que todavía hay dudas, por lo que creo que hay una gran
urgencia”, dijo el profesor McKee.
“La
dificultad es que muchos países no han reconocido la necesidad de adoptar un
enfoque sistémico completo: no se trata sólo de comprar la vacuna y hacerla
llegar al país. Se trata de contar con
toda la infraestructura necesaria para garantizar que se identifique a la
gente, se la contacte y se la invite, y cuando haya grupos de población que no
se vacunen, se les envíe un mensaje”.
La Unión Europea
ha pedido que más países intenten identificar las variantes del virus, y la
Presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ha afirmado que los
Estados miembros deben intensificar la realización de pruebas y la
secuenciación del genoma. Algunos
tan solo secuencian menos del 1% de los casos de la COVID-19, pero es necesario
aumentar hasta “al menos el 5%” y preferiblemente el 10% de los resultados
positivos de las pruebas, ha pedido von der Leyen.
La Dra.
Catherine Smallwood, del Programa de Emergencias de la OMS, afirmó que, dado
que el virus “está mejorando”, es necesario endurecer las restricciones. Dijo
que los países debían centrarse en reducir la transmisión. BP
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