viernes, 26 de febrero de 2021

Efectos de la contaminación ambiental en los seres humanos…

La contaminación ambiental abarca un amplio espectro de amenazas: el aire, los cultivos, el agua, los bosques, los seres humanos han puesto los recursos del planeta en un punto de tensión inimaginable. Su uso y abuso no solo está poniendo a la Tierra en peligro: sus habitantes están sufriendo las consecuencias en sus propios cuerpos. Los efectos de la contaminación ambiental en los seres humanos son innumerables y muchos de ellos todavía desconocidos. Por ejemplo, lo que la polución del aire provoque en las futuras generaciones es aun un misterio.

Contaminación del aire

La contaminación del aire o polución del aire se considera hoy en día la mayor amenaza para la salud, causando 7 millones de muertes cada año. Este fenómeno impensado siglos atrás causa y agrava una serie de enfermedades, que van desde el asma hasta el cáncer, enfermedades pulmonares y cardiopatías. La contaminación del aire exterior y las partículas que contiene han sido clasificadas como cancerígenas para los seres humanos por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.

Según la OMS, la polución es el mayor contribuyente a la carga de enfermedades del medio ambiente. El impacto de la contaminación del aire en la salud humana es cada vez más preocupante, a medida que la investigación desentraña más vínculos entre una serie de enfermedades graves en varios grupos de edad y el fenómeno de deterioro de la calidad del aire (por ejemplo, diabetes, neurodesarrollo, parto prematuro, nacimiento con bajo peso, etc.)

Polución y pulmones

Los pulmones, parece obvio, necesitan respirar. Si el aire no es respirable, estos órganos sin los cuales la vida es imposible, se dañan. Entre las enfermedades que el aire contaminado puede causar o exacerbar están:

Asma. Las personas que viven en regiones industriales, son más susceptibles a sufrir inflamaciones alérgicas del pulmón, indica un estudio. Y otro demostró que está exposición de largo plazo no solo puede causar inflamación de los pulmones, lo que dispara o agrava el asma, sino que también altera la función pulmonar.

Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Esta enfermedad se asocia más comúnmente con el tabaquismo; sin embargo, un estudio de 2015 estimó que la prevalencia de EPOC entre los no fumadores varía del 1,1% al 40% en diferentes países. 

La alta incidencia de EPOC entre los no fumadores se asocia en gran medida con la contaminación del aire por la combustión, y el humo de segunda mano.

Cáncer de pulmón. El tabaquismo se considera la causa más importante de cáncer de pulmón. Sin embargo, fumar cigarrillos no es la única causa; los factores de riesgo adicionales incluyen exposiciones ambientales y ocupacionales.

Infecciones respiratorias. Solo un número limitado de estudios ha examinado la relación entre la contaminación del aire y las infecciones respiratorias. Las poblaciones vulnerables parecen ser los niños, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas. 

Dos estudios epidemiológicos de 2012 y 2014 comprobaron asociaciones entre la contaminación del aire a corto plazo, relacionadas, principalmente con el dióxido de carbono que emiten los caños de escape de los vehículos, con el aumento de los síntomas de infecciones respiratorias en niños.

Pesticidas

Los efectos sobre la salud de los pesticidas o plaguicidas dependen del tipo de plaguicida. Algunos, como los organofosforados y los carbamatos, afectan el sistema nervioso. Otros pueden irritar la piel o los ojos. Algunos pesticidas pueden ser cancerígenos. Y otros pueden afectar el sistema hormonal o endócrino del cuerpo. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) evalúa el riesgo de estos químicos y, de ser necesario, limita su uso.

La EPA define a los pesticidas como:

·        Cualquier sustancia o mezcla de sustancias destinada a prevenir, destruir, repeler o mitigar cualquier plaga.

·        Cualquier sustancia o mezcla de sustancias que se utilice como regulador, defoliante o desecante de plantas.

Los que están en mayor riesgo de sufrir las consecuencias de poderosos pesticidas son los trabajadores agrícolas, que pasan horas en los campos de cultivo. Las prácticas agrícolas actuales incluyen la amplia producción y el uso extensivo de productos químicos conocidos por su capacidad para causar efectos negativos para la salud de los seres humanos y la vida silvestre, y para degradar el medio ambiente natural. Para contrarrestar esto, hay esfuerzos en curso de organizaciones y gobiernos para la reducción del uso de agroquímicos y para la implementación de prácticas sostenibles. Hay un consenso de que la agricultura actual debe implementar prácticas más amigables con el medio ambiente que presenten menos riesgo, o ninguno, para la salud pública.

Agua contaminada

El agua contaminada puede transmitir enfermedades como diarrea, cólera, disentería, fiebre tifoidea y polio. Se estima que el agua potable contaminada causa 485,000 muertes por diarrea cada año.

A nivel mundial:

·        435 millones de personas extraen agua de pozos y manantiales desprotegidos.

·        144 millones de personas recolectan agua superficial no tratada de lagos, estanques, ríos y arroyos.

Para 2025, la mitad de la población mundial vivirá en zonas con escasez de agua, según la OMS.

Basura industrial

El manejo directo de desechos sólidos puede resultar en varios tipos de enfermedades infecciosas y crónicas, siendo los trabajadores de desechos y los recolectores las poblaciones más vulnerables. La exposición a desechos peligrosos puede afectar la salud humana, en especial la de los niños, que son más vulnerables a contaminantes de la basura. En países en desarrollo, especialmente en grandes urbes con bolsones de pobreza, los espacios para reciclar o quemar los desechos industriales no siempre están alejados lo suficiente de los vecindarios. 

En general, los riesgos para la salud del mal manejo y la exposición a la basura son:

Bacterias y otros gérmenes. Los contenedores de basura desbordados son un caldo de cultivo ideal para bacterias, insectos y alimañas. Las moscas que sobrevuelan la basura luego se trasladan a otros lugares, ayudando a ‘viajar’ a las bacterias. Este contacto puede provocar infecciones por Salmonella, gastroenteritis, y enfermedades por alimentos, entre otros.

Enfermedades espiratorias. El exceso de basura genera bolsones de contaminación del aire que son altamente tóxicos. Las sustancias tóxicas en el aire contaminado por desechos incluyen dióxido de carbono, óxido nitroso y metano. En la vida cotidiana identificamos el aire contaminado especialmente a través de los malos olores, que suelen ser causados por la descomposición y los desechos líquidos de la basura.

Consumo de agua contaminada. El mal manejo de los desechos puede hacer que éstos contaminen el agua que después llega a los grifos, causando un ciclo de infección y enfermedad. HD

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