A medida que millones de personas se contagian de coronavirus todos los
días en el mundo (solo ayer se detectaron 3,2 millones nuevos casos positivos),
hay más probabilidad, según los expertos, de que ocurran mutaciones.
Y cuando esto ocurre, con mayor probabilidad en personas no vacunadas,
pueden surgir nuevas variantes del SARS-CoV-2, que pueden ser más benignas, más
contagiosas o más mortales.
El jueves 13/1, el Ministerio de Salud de Israel, anunció el
descubrimiento de varios casos de infectados con una subvariante de la cepa
Ómicron. Según la Radio Nacional de Israel KAN, se han contabilizado al menos
20 casos de este tipo en el país.
Se trata de BA2 que ya se ha identificado en varios países y lleva
mutaciones adicionales más allá de las que posee Ómicron, confirmaron
científicos israelíes, que actualmente no saben si la nueva subvariante es más
peligrosa que Ómicron.
“En este punto, no hay evidencia que indique que se
comporta de manera diferente a Ómicron. El Ministerio de Salud actualizará al
público sobre cualquier desarrollo relevante”, dijo el ministerio en su último
comunicado.
La subvariante, conocida como BA2, se descubrió durante la secuenciación
genética de muestras de pacientes con COVID. BA2 se vio por primera vez en
China hace unas semanas y se sospecha que se originó en India. También se ha
observado en Dinamarca, Australia, Canadá y Singapur, informó KAN. Los
científicos citados en el informe de KAN dijeron que estaban preocupados por
este nuevo desarrollo del virus.
En el coronavirus que causa la enfermedad COVID-19, hay una cadena de
30.000 letras que representan propiedades químicas y que conforman su genoma.
Para replicarse, el coronavirus se une al exterior de una célula humana y luego
entra en ella: secuestra la maquinaria celular y la dirige para que haga copias
del virus.
Cuando una célula infectada produce nuevos coronavirus, ocasionalmente
comete pequeños errores de copia que se llaman ‘mutaciones’. Cuando los
científicos observan que hay mutaciones distintivas que aumentan su frecuencia
se habla de ‘variante’, como ocurre ahora con Ómicron. A medida que pasa el
tiempo y con más contagios y en la medida que haya poblaciones que aún no están
vacunadas, se está favoreciendo a que haya más mutaciones del virus.
“Siempre se ha esperado la aparición de una variante
nueva y potencialmente perturbadora cuando el virus permanece sin control en
millones de personas. Seguirá mutando y por eso debemos permanecer vigilantes y
ágiles en nuestras respuestas. Esta variante surgió casi con toda seguridad en
un individuo inmunodeprimido que no pudo eliminar la infección original. Lo más
probable es que se trate de un paciente con VIH no vacunado en Sudáfrica, donde
el virus puede replicarse y evolucionar”, afirmó el profesor Jeremy Nicholson,
del Centro Director e Instituto Futuros de la Salud de la Universidad Murdoch
de Australia.
Para Deborah Cromer, jefa del grupo de epidemiología de la infección del
Instituto Kirby de Australia, “la aparición de una nueva variante, aunque
inquietante, no es ni mucho menos inesperada. Los virus mutan constantemente y
adoptan nuevas formas, y el nivel de inmunidad existente contra una nueva
variante es clave para determinar el impacto que tendrá. Los científicos
tendrán que utilizar rápidamente los métodos de laboratorio establecidos para
determinar el grado de inmunidad de las personas vacunadas”, precisó.
Durante los últimos 10 días, Israel ha alcanzado continuamente un nuevo
récord de portadores de virus, aumentando de 12.000 por día a 48.000, y los
expertos creen que es probable que el número real de infectados sea mucho
mayor.
Durante la semana pasada, el virus dejó al país con 259.223 pacientes
positivos, 228.044 de los cuales fueron diagnosticados en los últimos siete
días, una tasa tres veces mayor que la semana anterior. El alboroto ha dejado a
188.899 israelíes en cuarentena debido a la exposición a una persona infectada,
según mostraron el jueves cifras del ministerio.
El número de enfermos graves de COVID-19 se ha elevado. De los 882
pacientes hospitalizados en Israel con COVID-19, 89 se consideran críticos y 72
están conectados a ventiladores.
De las 402.979 pruebas de virus realizadas el miércoles, el 11,99%, o
48.311, confirmaron la infección, según mostraron los datos más recientes, en
una continuación de la alta tasa positiva observada durante la semana pasada.
El número de pruebas estuvo cerca del más alto jamás registrado en un solo día,
que se registró en agosto del año pasado, pero en ese momento la tasa positiva
era solo de alrededor del 6%. BP
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