Monje
y obispo, 20 de Enero
Elogio: En
la ciudad de Worchester, en Inglaterra, san Wulfstano, obispo, que pasó del
claustro a la sede, donde mantuvo las costumbres monásticas dentro de su celo
pastoral. Visitó incansablemente las parroquias de su diócesis, ocupándose en
erigir iglesias, fomentar los estudios y condenar los abusos.
País: Reino Unido - †: 1095
Fue monje
benedictino y obispo de Worchester; había nacido en Long Itchington,
Warwickshire, Inglaterra, hacia el 1008, y murió en Worchester el 19 de enero
del 1095. Fue educado en la gran escuela monástica de Evesham y Peterborough.
Resueltamente combatió y venció las tentaciones de su juventud, y entró al
servicio de Brithege, obispo de Worchester, quien lo ordenó presbítero hacia el
1038. Rehusando todo honor eclesiástico, ingresó como novicio en el gran
priorato de Worchester, y después de cumplir varios oficios en el monasterio,
fue prior del cabildo catedralicio. Ocupó este cargo, edificando a todos con su
caridad y santidad de vida, y con la observancia estricta de la regla, hasta el
1062, cuando la sede de Worcester quedó vacante por el traslado del obispo
Aldred al Arzobispado de York. Dos cardenales romanos, invitados por Wulfstano
a Worchester durante la Cuaresma, recomiendan al santo ante el rey Eduardo para
la sede vacante, por lo que fue consagrado el 8 de septiembre de 1062.
Aunque no era
un hombre de inteligencia especialmente dotada para el aprendizaje o el mando,
dedicó su vida entera al cuidado de su diócesis, visitando, predicando, y
confirmando a todos sin interrupción, reorganizando su catedral en el simple
estilo sajón, fundando nuevas iglesias por todas partes, y conservando los
hábitos ascéticos adquiridos en el claustro. Su vida, a pesar de su continua
labor, fue de recogimiento y oración permanente; los salmos estaban siempre en
sus labios, y recitaba el Oficio Divino en voz alta con sus asistentes,
mientras recorría el país en el desempeño de sus deberes episcopales.
Wulfstano fue
el último obispo inglés instituido por un rey sajón, el último representante
episcopal de la iglesia de Beda y Cutberto, y el vínculo entre la iglesia de
Lanfranco y la de Anselmo. Después de la conquista, cuando casi todos los nobles
sajones y los clérigos se ven privados de sus cargos y honores en favor de los
normandos, Wulsftano retuvo su sede, y de a poco se ganó la confianza y estima
tanto de Lanfranco como del propio conquistador. Elredo de Rievaulx cuenta la
leyenda de que Wulfstano fue llamado a dejar su cargo, y que entonces él
depositó su báculo en la tumba de Eduardo el Confesor, en Westminster. El
báculo quedó inamovible, como signo del cielo, y eso hizo que conservara su
sede. Sobrevivió tanto a Guillermo el Conquistador como a Lanfranco, y fue uno
de los que consagró a san Anselmo.
Fue
oficialmente canonizado en 1203, y pertenece por tanto al grupo de las escasas
canonizaciones formales anteriores al establecimiento de la Congregación de
Ritos.
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