lunes, 2 de mayo de 2022

Esclerosis múltiple: ¿cómo es el nuevo tratamiento que puede ser administrado en el hogar?

La esclerosis múltiple es una afección autoinmune y crónica que afecta al sistema nervioso central y en la que los procesos inflamatorios dañan la vaina de mielina que es la cubierta que protege a las neuronas. Como consecuencia, se genera un trastorno en la conducción eléctrica neuronal y posteriormente daños severos en el tejido nervioso causando una amplia variedad de síntomas que incluyen la pérdida de funciones físicas y cognitivas. 
Se diagnostica con mayor frecuencia entre los 20 y 40 años de edad y es más común en mujeres que en hombres, en una proporción de 3 a 1. La edad y la severidad del cuadro de forma tan precoz, hace que esta enfermedad constituya la primera causa de discapacidad física de origen no traumática en los adultos jóvenes. 
A nivel mundial, se estima que la enfermedad afecta aproximadamente a 2,8 millones de personas y su prevalencia ha aumentado sustancialmente en las últimas tres décadas. «En nuestro país, según los últimos estudios epidemiológicos, la prevalencia de la enfermedad para la Ciudad de Buenos Aires es de 38 casos cada 100.000 habitantes. Si extrapolamos estos valores al total del país deberíamos estimar unas 17.000-18.000 personas. Hace 20 años hablábamos de una prevalencia de 18 enfermos cada 100.000 habitantes, lo que refleja un importante incremento de casos y que impacta fundamentalmente en la población femenina», amplía el Dr. Jorge Correale, Jefe del departamento de Neuroinmunología y Enfermedades Desmielinizantes de FLENI, Miembro del Comité Internacional de ensayos Clínicos en Esclerosis Múltiple y Vicepresidente del Comité Médico y Científico de la Federación Internacional de Sociedades de Esclerosis Múltiple (MSIF). 
Existen diferentes tipos de esclerosis múltiple «Un 85% de los pacientes inician su enfermedad como una forma remitente-recurrente, esto significa que presentan un déficit neurológico que se resuelve total o parcialmente, permanecen por un período de tiempo asintomáticos y luego presentan un nuevo déficit neurológico. El tiempo, la magnitud y afectación entre cada episodio es imposible de predecir. Algunos pacientes luego de un período de tiempo progresan en su discapacidad de manera continua, ingresando en lo que se conoce como forma secundaria progresiva», explica el Dr. Correale y agrega que «Entre un 10-15% de los pacientes progresan en su discapacidad desde el inicio, este tipo de esclerosis múltiple se la conoce como la forma primaria progresiva». 
Para las personas que padecen la forma recurrente de la esclerosis múltiple ya se encuentra disponible en el país ofatumumab un tratamiento de alta eficacia y con un perfil de seguridad muy favorable que, a diferencia de otros, evita la aplicación intravenosa y por la tanto la hospitalización. Le brinda al paciente, flexibilidad, comodidad y la opción de la autoadministración en el hogar. «Dada su aplicación subcutánea permite que el paciente directamente pueda auto-inyectarse en su domicilio una vez por mes sin necesidad de concurrir a un centro hospitalario», comenta el especialista. Y agrega: «Dada su composición biológica presenta muy bajas chances de reacciones alérgicas al ser administrada». 
Terapias de alta eficacia 
Ofatumumab ha sido aprobado para el tratamiento de las formas recurrentes de esclerosis múltiple. Es un anticuerpo monoclonal que actúa de modo específico sobre una proteína llamada CD20 que se encuentra en la superficie de las células B del sistema inmunitario, que son las que contribuyen a la inflamación que daña el sistema nervioso. Uno de los objetivos del manejo de la enfermedad es preservar la función neurológica para frenar el avance de la discapacidad. 
«En los últimos años, los fármacos anti-CD20, han cobrado importancia como terapias de alta eficacia, permitiendo una nueva alternativa de tratamiento en pacientes con enfermedades severas o en los cuales existen evidencias de que su discapacidad muy probablemente progresará de manera significativa en los años subsiguientes -destaca el Dr. Correale-. Este último punto es importante a tener en consideración dado que alienta el uso temprano de estos fármacos antes de ingresar en la fase secundaria progresiva, etapa en la cual las posibilidades de tratamiento son modestas». 
Si bien se trata de una afección descripta formalmente en 1868 por el neurólogo francés Jean Martin Charcot, su primer tratamiento específico fue aprobado 125 años después, en 1993. Desde entonces, destaca el especialista, «se han desarrollado 16 drogas diferentes que permiten disminuir las posibilidades de recaídas, la discapacidad e ingresar en una fase secundaria progresiva». 
Los estudios clínicos con ofatumumab han demostrado que su administración subcutánea y mensual reduce la tasa anualizada de recaídas, la aparición de nuevas lesiones observadas en resonancia magnética o el empeoramiento de las mismas, así como detiene el empeoramiento de la discapacidad, logrando que el 88% de los pacientes esté libre de evidencia de actividad de la enfermedad (NEDA3) en el segundo año de tratamiento. 
«Esta nueva terapia se suma a las desarrolladas en los últimos años y refuerza nuestro compromiso, conocimiento y comprensión de la enfermedad y de las personas que viven con ella. Buscamos generar soluciones que combinen una alta eficacia con un perfil de seguridad favorable y que además contribuyan a mejorar la calidad de vida de los pacientes simplificando la administración de los medicamentos, dando libertad en el manejo de su enfermedad», destaca. BP

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