La migraña ocupa el quinto lugar en el ranking de discapacidad y se
estima que más del 90% de la población mundial tuvo dolor de cabeza en algún
momento de su vida. La automedicación, estímulos sensoriales intensos y los
cambios bruscos de temperatura pueden ser algunas de las causas de este
padecimiento que a veces impide realizar actividades cotidianas.
Las estadísticas revelan que de cada tres mujeres sólo un hombre tiene
dolores de cabeza (cefaleas). Los cambios hormonales de la mujer como los
períodos menstruales, el embarazo, la menopausia y el consumo de
anticonceptivos pueden modificar su frecuencia. Asimismo, las cefaleas tienen
mayor prevalencia en las personas mayores de 30 años y suelen iniciarse en la
pubertad.
«Las causas de los dolores de cabeza pueden darse por cuestiones muy
variadas, desde cambios climáticos, cambios bruscos de temperatura, la llegada
de las tormentas, cambios repentinos en la presión barométrica o altitud hasta
estímulos sensoriales intensos (luces brillantes, ruidos fuertes, aromas
intensos: perfumes, sahumerios, nafta, lavandina)», afirmó el Dr. Daniel Gestro
de la División Neurología del Hospital de Clínicas ‘José de San Martín’.
«Existen tratamientos preventivos que pueden evitar las cefaleas. Se
debe consultar al médico si el dolor es repentino y severo, si afecta un lado
de la cabeza, si se asocia con un dolor de un ojo o si está precedido de luces.
Del mismo modo hay que hacer la consulta si se asocia con confusión o desmayos,
si se empeora en frecuencia o duración, o si interfiere en la actividad
diaria», indicó el profesional. «Los episodios reiterados llevan al paciente
muchas veces a la automedicación que puede llevar otras consecuencias por abuso
de analgésicos. Se debe comer algo cada tres horas, dormir la misma cantidad de
horas y hacer una actividad física diaria ayuda a evitar las crisis», afirmó el
Dr. Gestro.
En cuanto a la alimentación, el Dr. Gestro sostuvo que «si bien existen
alimentos como el chocolate, los enlatados, los embutidos, y las bebidas
alcohólicas (que tienen sustancias químicas propias o adicionadas que son
capaces de desencadenar episodios de migraña), no existe una dieta o un plan
alimenticio que asegure evitar estos episodios. Es que un muy bajo porcentaje
de migrañosos desencadena una crisis por lo que come o bebe y en este reducido
grupo cada uno es sensible a algún o algunos alimentos o bebidas, pero no a
todos. Las cefaleas ‘hepáticas’ no existen. Las náuseas y los vómitos son parte
de la crisis de migraña».
«Lo más importante es aclarar que la migraña tiene solución. Contamos
con una gran cantidad de preventivos que aumentan en la medida que vamos
conociendo más su mecanismo. Podemos controlar esta condición y mejorar la
calidad de vida», concluyó el especialista.
Recomendaciones:
1 - Anotar en un almanaque los días que duele la cabeza y la cantidad de
analgésicos que toma. Si son más de 6 al mes consulte.
2 - Comer algo cada 3 horas.
3 - Dormir la misma cantidad de horas.
4 - Hacer una actividad física aeróbica diaria y dentro de la misma
franja horaria.
5 - Buscar algún factor común de alimento y/o bebida asociado a las
crisis. BP
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