Tal
vez no lo parezca, pero la garganta es una parte del cuerpo que suele verse muy
afectada por ciertos hábitos y circunstancias, como la temperatura o
alimentación, o por enfermedades subyacentes. Esto factores pueden provocar
sequedad, que, aunque parece una afección leve e inofensiva, suele ser dolorosa
y muy incómoda.
Según
los profesionales de la salud, la sequedad de garganta causa:
·
Cambios en el sentido del
gusto.
·
Mal aliento.
·
Problemas para masticar, tragar
e incluso hablar.
·
Ronquera.
Aquí
repasamos que factores debes tener en cuenta para prevenir su aparición y qué
remedios pueden ayudarte a aliviar la sequedad de garganta.
Hábitos o
circunstancias
La
sequedad de la garganta puede ocurrir por ciertos hábitos o circunstancias:
Deshidratación
Mantenernos
hidratados es fundamental para que el organismo cumpla sus funciones de manera
óptima. Para lograrlo, los profesionales recomiendan beber de un litro y medio
a dos litros de agua al día. Cuando existe deshidratación se puede
padecer garganta seca, además de otros síntomas como:
·
Cansancio.
·
Mareos.
·
Menor cantidad de orina u
orina oscura.
·
Piel reseca.
·
Sed.
Dormir con
la boca abierta
Cuando
se duerme con la boca abierta el aire seca la saliva que se produce para
mantener la boca y la garganta humectadas, provocando sequedad. Esta afección
puede ocurrir por la necesidad de respirar por la boca en lugar de la nariz,
como consecuencia de algún problema médico, como tabique nasal torcido o
deforme, pólipos nasales, o congestión nasal por resfriados o alergias.
Exceso de
alcohol o tabaco
El alcohol actúa
como diurético, es decir, te hace perder más líquido del que consumes. Cuando
lo bebes, el cuerpo utiliza sus reservas de agua para procesar y eliminarlo, lo
que puede provocar deshidratación, y, entre otras cosas, sequedad en la
garganta. El tabaco, especialmente los cigarrillos (ya que poseen muchos
químicos y aditivos), también es un gran responsable de la sequedad e
irritación de la garganta.
Exposición a
climas fríos y secos
Esta
categoría hace referencia especialmente al uso de aires acondicionados, pues
estos dispositivos son responsables de generar tres condiciones fundamentales
para la sequedad de la garganta:
·
Clima frío.
·
Cambio abrupto de la
temperatura.
·
Sequedad en el ambiente (ya
que retienen gran parte de la humedad del aire que ingresa).
Afecciones o
enfermedades subyacentes
La
sequedad en la garganta puede ser consecuencia de enfermedades o afecciones
subyacentes:
Amigdalitis
La
amigdalitis es la inflamación de las amígdalas, masas de tejido situadas a
ambos lados de la parte posterior de la garganta. Normalmente ocurre por una
infección viral, aunque también puede ser bacteriana. Entre otros síntomas,
esta afección provoca:
·
Sequedad de la garganta con
carraspera.
·
Amígdalas enrojecidas,
manchadas o inflamadas.
·
Dolor de cabeza.
·
Fiebre.
·
Mal aliento.
·
Rigidez en el cuello.
·
Ronquera.
Gripe o
resfrío
La
sequedad en la garganta acompañada por irritación o carraspera también puede
ser consecuencia de la gripe o resfriado. Al igual que ocurre con las
personas que duermen con la boca abierta, la gripe o el resfriado provocan
congestión nasal que obliga a respirar por la boca y aumenta el contacto del
aire con la boca y garganta, reduciendo la presencia de saliva. Estas
afecciones también pueden provocar tos seca, dolor de garganta, problemas para
tragar y fatiga.
Reflujo
El reflujo es
una sensación de ardor, popularmente llamada acidez, que provoca que los ácidos
regresen del estómago hacia el esófago. Ese ácido en el esófago causa ardor, y
sequedad en la garganta, además de otros síntomas como:
·
Eructos.
·
Problemas para tragar.
·
Ronquera.
·
Tos seca.
Cómo aliviar
la garganta seca
La
mejor forma de combatir la sequedad en la garganta es ocupándose de aquello que
la causa. Para eso, lo mejor es consultar a un médico, que realizará un
diagnóstico y determinará el mejor tratamiento. Generalmente, suelen recetar
espray, geles, humectantes, o pastillas, con el objetivo de estimular la
producción de saliva.
También
puedes probar los siguientes remedios caseros como complemento de las
recomendaciones médicas (nunca como sustitutos):
Hidrátate: Cómo señalamos, para evitar la sequedad en la garganta
es muy importante mantenerse hidratado. Puedes optar por agua mineral o
por jugos de frutas, y así obtener nutrientes extras. Recuerda evitar los refrescos o bebidas carbonatadas,
ya que no solo son dañinas, sino que poseen cafeína que favorece la
sequedad, o las bebidas alcohólicas. También es importante que las bebidas no
estén demasiado frías.
Gárgaras: Un remedio casero antiguo y muy popular para alcanzar
y aliviar la sequedad de la garganta consiste en elaborar diferentes
preparaciones para hacer gárgaras:
·
Para aliviar el dolor y
combatir bacterias dañinas causadas por la sequedad de la garganta, puedes
preparar una solución de agua con sal. Solo recuerda que el agua este tibia
para poder disolver la sal. Luego haz gárgaras durante 20 segundos la cantidad
de veces que sea necesario. Recuerda:
es muy importante que no tragues esta solución.
·
Hierve una cebolla para que
libere un compuesto antiinflamatorio llamado quercetina. Luego cuela, déjala
enfriar y haz gárgaras durante 20 segundos.
·
Lava muy bien una raíz de
regaliz y troza finas rodajas hasta completar una cucharada. Infusiona en 250
ml. de agua, cuela, deja reposar y luego haz gárgaras durante 20 segundos. El
regaliz posee propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas.
Inhalar o
beber infusiones de eucalipto
El
eucalipto es ampliamente reconocido en la medicina tradicional por sus
propiedades descongestionantes, antiinflamatorias y antimicrobianas. Los
investigadores señalan que estas se deben a compuestos como eucaliptol, mentol,
timol, o salicilato de metilo. Puedes aprovechar el eucalipto para tratar la
sequedad o dolor de garganta preparándolo en infusiones, hirviendo una
cucharada de eucalipto por taza de agua, o preparando soluciones para hacer
gárgaras. También puedes realizar inhalaciones, ya que el vapor de eucalipto es
ideal para limpiar las vías respiratorias, evitando la respiración por la boca.
Miel con
limón
Tanto
la miel como el limón poseen propiedades antimicrobianas y
antinflamatorias. Se cree que su combinación es uno de los remedios más
antiguos que existen, especialmente para aliviar el dolor y sequedad de la
garganta. Para preparar este remedio solo necesitas exprimir el jugo de un
limón pequeño o medio limón grande, mezclarlo con una cucharada de miel,
calentarlo un poco, dejarlo reposar y consumir. Otra opción es preparar una
infusión de limón y sumar una cucharita de miel para agregar sabor. HD
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