Obispo,
28 de Octubre
Elogio: En
Amiens, lugar de Neustria, en la Galia, san Salvio, obispo, dedicado a las
ciencias divinas desde su juventud y adornado por la integridad de costumbres.
País: Francia - †: c. 625
Salvio, que
fue famoso por sus milagros, sucedió a Ado en la sede de Amiens, durante el
reinado de Teodorico II. Sus reliquias fueron primeramente veneradas en la
abadía benedictina de su nombre, en Montreuil de Picardía, a donde habían sido
trasladas de la catedral de Amiens, algunos años después de su muerte. Estos
datos provienen de una vida anónima, sin ningún valor crítico, que como lo
demuestra Duchesne, no es más que una copia de la biografía de otro san Salvio
de Albi, escrita por Gregorio de Tours, y con quien frecuentemente se le
confunde. Antiguamente se conservaba en la catedral de Canterbury una reliquia
del santo.
Debe notarse
que esta celebración fue trasladada del 11 de enero a esta fecha, en la que el
Martirologio anterior celebraba a otro san Salvio, ermitaño del bosque de Bray
de Normandía, que resultó no ser una noticia fiable, por lo que se quitó del
santoral actual. A San Salvio de Amiens se le atribuye el haber descubierto, de
manera milagrosa (cosa que por otra parte es una constante en la vida de este
santo) los auténticos restos de san Fermín. La leyenda, rica en maravillas,
parece provenir del siglo XII.
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