Según la Fundación del Síndrome de Sjögren la
enfermedad comienza en adultos a partir de los 40 años hasta los 60
aproximadamente y afecta más a las mujeres que a los hombres. Investigaciones
indican que la prevalencia mundial estimada es de 61 por cada 100.000 personas.
La Dra. Lorena Mendiburo, médica especialista en
medicina interna y reumatología de DIM CENTROS DE SALUD, nos explica de qué se
trata esta afección y cómo puede detectarse. Actualmente los tratamientos
apuntan mayormente a aliviar los síntomas de sequedad y evitar las complicaciones
sistémicas.
El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune que no tiene una
causa reconocida. Sin embargo, los factores genéticos y quizás las infecciones
virales pueden predisponer a las personas a esta enfermedad. Algunos de los
efectos son similares a los de la artritis reumatoide y el lupus. De hecho,
aproximadamente la mitad de todas las personas que tienen este síndrome,
también tienen otra afección autoinmune.
«El síndrome de Sjögren es un conjunto de síntomas asociados a sequedad
de ojos y boca, que se pueden acompañar por artritis y otros síntomas
pertenecientes a las enfermedades autoinmunes. Los pacientes que presentan
alteraciones deben ser evaluados por el médico reumatólogo y por el oftalmólogo
para llegar al diagnóstico de certeza. Comúnmente son derivados por la
sensación de sequedad o enrojecimiento ocular, boca seca a veces con dificultad
para tragar alimentos secos, inflamación de articulaciones, parotiditis
(inflamación de las glándulas parótidas), Raynaud, fatiga, erupción de piel tipo
vasculitis y purpura o en relación a otras alteraciones sistémicas», explicó la
profesional.
Se desconoce la causa del síndrome Es una condición inflamatoria
autoinmune, es decir, que la enfermedad ocurre cuando el sistema inmunológico
del cuerpo se ataca a sí mismo. Esta enfermedad afecta múltiples sistemas y
para su correcto diagnóstico se debe realizar análisis de sangre, pruebas
oftalmológicas y medición de la tasa de flujo salival para identificar la
afección.
«Las causas son autoinmunes o relacionadas a agresiones oculares como el
uso de lentes de contacto, intervenciones múltiples en los ojos e infecciones
virales. El comienzo de los síntomas puede ser insidioso o asociado a pacientes
con enfermedades reumáticas o en ocasiones luego de una infección viral. La
edad de aparición depende de la asociación a diagnósticos reumáticos previos o
a las quejas del paciente sin otras causas que los justifiquen. Los pacientes
añosos suelen tener estos trastornos con más frecuencia, además de los
pacientes con artritis reumatoidea, lupus y aquellos con afecciones reumáticas
sistémicas», afirmó.
Como los signos y síntomas son similares a los de otras condiciones de
salud, a veces puede ser difícil de diagnosticar. El paciente puede estar
viendo a varios profesionales de la salud, tal vez un dentista para la boca
seca y caries, un ginecólogo para la sequedad vaginal, un oftalmólogo para los
ojos secos y un neumólogo para la dificultad para respirar y la tos crónica.
«El diagnóstico de certeza es con el médico reumatólogo con el
interrogatorio dirigido y por el otro lado con determinaciones de laboratorio y
la presencia de anticuerpos específicos. Saber que se está frente a un paciente
con Sjögren ayuda a controlar los síntomas y evitar lesiones en ojos, con la
adición de protectores que humectan el ojo y por otro lado al cuidado de la
aparición de caries por la falta de saliva. Cuando la enfermedad es sistémica
se dirige a evaluar órganos internos y evitar complicaciones. Los tratamientos
actuales son mayormente para aliviar los síntomas de sequedad y evitar las
complicaciones sistémicas», concluyó la Dra. Mendiburo. BP
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