Regresa a la ermita y, entre la desesperación de su madre y de su prometida Polissena y el sarcasmo de los demás caballeros, realiza su único milagro conocido: clava profundamente su espada en la piedra (en 1180?) formando una cruz con la empuñadura; posiblemente el gesto de arrojar la espada quisiera significar el rechazo de su vida anterior, aunque en algunas hagiografías se dice que Galgano quiso demostrar al ángel que la conversión que le pedía era más complicado que si le pidiera clavar una espada en la piedra (esto obligaría a colocar el milagro antes de su llegada a la ermita); sea cual sea el sentido que Galgano quiso dar al gesto, lo cierto es que la piedra y su espada clavada se conservan en la actualidad, en la abadía de San Galgano.
Muere a los 33 años el 3 de diciembre de 1181, el año del nacimiento de san Francisco. Según la leyenda, en su entierro estuvieron presentes los obispos de Volterra (Ildebrando Pannocchieschi), de Massa Marittima y de Siena y los abades cistercienses de Fossanova. El culto se difundió muy pronto, y ya para 1185 el papa Lucio III autoriza la creación de una comisión de tres comisarios para la investigación de la santidad de san Galgano. Se suele poner ese año como canonización, pero a decir verdad, no se ha conservado documentación sobre el momento concreto en que fue canonizado, si es que lo fue formalmente; algunas biografías indican que fue bajo Urbano III, o incluso bajo Gregorio VIII, los sucesores inmediatos a Lucio III.
Las reliquias del santo se han dispersado por distintas iglesias, pero en Chiusdino se conserva y venera su cabeza. Hay allí mismo una confraternidad en su homenaje, fundada en 1185, que es posiblemente la más antigua de este tipo de asociaciones que se mantiene en actividad. Aunque su «dies natalis» es el 30 de noviembre, y así lo inscribe el Martirologio actual, la fecha litúrgica en Chiusdino es el 3 de diciembre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario