jueves, 19 de octubre de 2023

Comer pescado graso reduce el riesgo de enfermedades cardíacas…

Un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad del Este de Finlandia encontró que el consumo de pescado graso reduce el índice lipofílico en personas con alteración del metabolismo de la glucosa o enfermedad coronaria. El índice lipofílico mide la fluidez de las membranas celulares. Un índice lipofílico más bajo indica una mayor fluidez de la membrana. El último estudio, presentado en la revista Nutrition, Metabolism & Cardiovascular Diseases, descubrió una conexión entre un índice lipofílico reducido y un tamaño promedio elevado de partículas HDL, junto con una mayor concentración de partículas HDL más grandes. Estas observaciones sugieren un impacto potencialmente positivo en la salud cardiovascular.
Según los investigadores del estudio, la fluidez de la membrana “puede modificar las funciones de las células y las proteínas unidas a la membrana”. La fluidez de las membranas está influenciada por la longitud y la saturación de los ácidos grasos que contienen. Para calcular el índice lipófilo, por ejemplo, se pueden utilizar los ácidos grasos de los lípidos séricos o las membranas de los eritrocitos.
Investigaciones anteriores han indicado un posible impacto positivo de los ácidos grasos omega-3 de cadena larga derivados del pescado sobre el riesgo cardiovascular. Sin embargo, se requiere más investigación para comprender mejor los mecanismos subyacentes. Por el contrario, el aceite de camelina es abundante en ácido alfa-linolénico, un ácido graso esencial omega-3 cuyas implicaciones para la fluidez de la membrana aún no están claras.
Los científicos examinaron el efecto del consumo de aceite de pescado y camelina sativa en el índice lipofílico utilizando datos de dos ensayos clínicos aleatorios. En el primer ensayo participaron 79 hombres y mujeres con intolerancia a la glucosa. En el segundo estudio participaron 33 hombres y mujeres con enfermedades cardiovasculares.
En el primer ensayo, los participantes del estudio fueron asignados aleatoriamente a uno de cuatro grupos para una intervención de 12 semanas: aceite de camelina, pescado graso, pescado magro y control. En el segundo ensayo, los individuos fueron asignados aleatoriamente a uno de tres grupos: pescado graso, pescado magro o control para una intervención de ocho semanas. El índice lipofílico se calculó en el primer estudio utilizando ácidos grasos de membrana de eritrocitos y en el segundo estudio utilizando ácidos grasos de fosfolípidos séricos.
Ambos estudios encontraron que el consumo de pescado graso cuatro veces por semana resultó en una reducción del índice lipofílico, lo que indica una mejora en la fluidez de la membrana. Esta mayor fluidez de la membrana se ha relacionado con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, una medición del índice lipofílico más alto, indicativo de una mejor fluidez de la membrana, también se correlacionó con la presencia de partículas de HDL más grandes. Estas partículas se han asociado previamente con un riesgo cardiovascular disminuido. Por el contrario, el pescado magro o el aceite de camelina sativa no produjeron ningún impacto perceptible en el índice lipofílico.
La conclusión del estudio implica que la ingesta de pescado graso afecta positivamente el índice lipofílico y, en consecuencia, mejora la fluidez de la membrana, lo que disminuye el potencial de riesgos cardiovasculares. JQR

No hay comentarios.:

Publicar un comentario