En personas sanas es posible prevenir el mal aliento
(halitosis) con una serie de medidas y hábitos de higiene bucal con
un buen cepillado y utilizar hilo dental. Algunas personas suelen
usar hojas de menta o usar enjuague bucal con éxito en forma
temporal. Sin embargo, si persiste es necesario detectar la causa para poder
combatirlo.
¿Qué
causa el mal aliento?
Cabe aclarar que el mal aliento puede
deberse a muchas causas. Su origen puede ser la misma boca por la descomposición
de bacterias de los alimentos, así como ser ocasionado por residuos que quedan
en los dientes y alrededor de los mismos como compuestos azufrosos.
En algunos casos puede deberse a padecimientos
como periodontitis que causan bolsas de infección y que son causas de
mal olor.
También puede presentarse después de mantener la boca
seca tras un largo periodo de sueño o como resultado de haber tomado
medicamentos.
Otra causa es el tabaquismo que permite que se
acumulen células muertas en la lengua, en las encías y en las mejillas, las
cuales se descomponen y causan mal olor.
Así mismo, el mal aliento puede deberse al consumo de
alimentos que contienen aceites volátiles con aroma fuerte como la cebolla y el
ajo, por ejemplo, que pueden causar mal aliento, entre otros. Ya que al ingerir estos alimentos se absorben las
sustancias volátiles al torrente sanguíneo, se transportan a los pulmones y
posteriormente se expulsan por la respiración.
Las
bebidas alcohólicas y su asociación con el mal aliento
Al ingerir alcohol se puede provocar concentraciones
altas de alcohol en la sangre que causan mal aliento y se puede detectar con
pruebas de aliento.
Enfermedades
y mal aliento
Varios problemas generales de salud suelen ser causa
de un olor de aliento característico. Por ejemplo, la insuficiencia
renal puede ocasionar un olor parecido a la orina o la
insuficiencia hepática puede provocar un olor parecido al pescado.
La acetona en el aliento, sustancia que se genera en
personas con diabetes causa un olor a frutas, que se forma por exceso de ácidos
en la sangre (cetoacidosis).
Algunas enfermedades pulmonares también pueden
originar mal aliento, al igual que infecciones crónicas de los pulmones.
Así mismo, si se padece alguna enfermedad que ocasiona
que haya poca o lenta motilidad gástrica es posible que ocasione mal aliento
por fermentación del contenido gástrico. Siendo los eructos los que producen
mal olor.
Otras enfermedades, como el reflujo
gastroesofágico también puede ocasionar mal aliento.
Empezar
a prevenir el mal aliento
Por supuesto es necesario atender la causa que origina
el mal aliento, tratando el padecimiento subyacente como reflujo, afección
pulmonar, insuficiencia renal o hepática, entre otros.
En personas sanas es posible mejorar el aliento mediante
una serie de medidas:
Adecuada
higiene bucal y dental:
- Cepillado de dientes después de cada comida.
- Efectuar un cepillado de la lengua con el fin de
eliminar células muertas.
- Usar hilo dental por lo menos una vez al
día para eliminar restos de alimentos que se quedan entre los dientes.
- Uso de enjuague bucal, en algunos casos.
- Sustituir el cepillo de dientes cada tres meses.
Enjuagar el cepillo después de usarlo con bicarbonato de sodio o bien utilizar
a diario tabletas limpiadoras efervescentes para una limpieza profunda del
cepillo dental.
- Evitar comer alimentos de sabor fuerte que causan
mal aliento como ajo, cebolla entre otros.
- Tomar agua en abundancia y mantener la boca húmeda.
Evitar tomar café, bebidas gaseosas o alcohol.
- Siempre enjuagar la boca después del uso de
medicamentos inhalados.
- Masticar un poco de perejil o chicle de canela.
- Tomar té de jengibre, té de hierbabuena, té de
menta, té de ortiga o té de romero, una o dos veces al día.
- Acudir con regularidad cada 6 meses a revisión
odontológica y realizarse limpieza dental profesional. HD
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