La
parábola es tan simple que parece poco digna de un gran profeta como Jesús. Sin
embargo, no está dirigida al grupo de niños que corretea a su alrededor, sino a
«los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo», que lo acosan cuando se acerca al
templo.
Según
el relato, un padre pide a dos de sus hijos que vayan a trabajar a su viña. El
primero le responde bruscamente: «No quiero», pero no se olvida de la llamada
del padre y termina trabajando en la viña. El segundo reacciona con una disponibilidad
admirable: «Por supuesto que voy, señor», pero todo se queda en palabras. Nadie
lo verá trabajando en la viña.
El
mensaje de la parábola es claro. También los dirigentes religiosos que escuchan
a Jesús están de acuerdo. Ante Dios, lo importante no es «hablar», sino
«hacer». Para cumplir la voluntad del Padre del cielo, lo decisivo no son las
palabras, promesas y rezos, sino los hechos y la vida cotidiana.
Lo
sorprendente es la aplicación de Jesús. Sus palabras no pueden ser más duras.
Solo las recoge el evangelista Mateo, pero no hay duda de que provienen de
Jesús. Solo él tenía esa libertad frente a los dirigentes religiosos: «Os
aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el
camino del reino de Dios».
Jesús
está hablando desde su propia experiencia. Los dirigentes religiosos han dicho
«sí» a Dios. Son los primeros en hablar de él, de su ley y de su templo. Pero,
cuando Jesús los llama a «buscar el reino de Dios y su justicia», se cierran a
su mensaje y no entran por ese camino. Dicen «no» a Dios con su resistencia a
Jesús.
Los
recaudadores y prostitutas han dicho «no» a Dios. Viven fuera de la ley, están
excluidos del templo. Sin embargo, cuando Jesús les ofrece la amistad de Dios,
escuchan su llamada y dan pasos hacia la conversión. Para Jesús no hay duda: el
publicano Zaqueo, la prostituta que ha regado con lágrimas sus pies y tantos
otros... van por delante en «el camino del reino de Dios».
En
este camino van por delante no quienes hacen solemnes profesiones de fe, sino
los que se abren a Jesús dando pasos concretos de conversión al proyecto del
Padre. JAP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario