miércoles, 18 de octubre de 2023

Siete razones para ir de misiones…

¿Aún no te decides a ir de Misiones? Puede ser que estés dudoso y necesites de poderosas razones para tomar la maleta junto con el Evangelio y atender al llamado que hace la Iglesia de llevar a los rincones del mundo el mensaje de Jesucristo.
Dentro de mi vida como Misionero, he tenido la oportunidad de experimentar los beneficios de participar activamente en las Misiones de Semana Santa. En este año, estaré viviendo una nueva aventura, pero ahora en familia, con mi esposa y mi hija. Por lo cual, estoy muy emocionado y deseoso de compartirte algunas de las razones principales por las que debes decidirte a ir de Misiones.
1. Se refuerza la fe. No hay mejor manera de conocer y fortalecer tu fe que compartiéndola con los demás. La experiencia Misionera genera un conocimiento más profundo de Dios, de las almas y del llamado a dar a conocer el Evangelio a todo el mundo.
2. Unión familiar. Se practica de una manera muy especial. Es un apostolado donde padres e hijos trabajan juntos, desde la organización y durante las actividades de la Semana Santa. Una excelente oportunidad de convivencia fuera de la rutina y con el objetivo de que, juntos como familia, participen en la Misión de la Iglesia.
3. Santas amistades. La convivencia con otras familias que comparten intereses provoca extraordinarias amistades para el matrimonio y para los hijos. Los equipos misioneros están formados por personas que están en la misma sintonía. Esto propicia amistades en un ambiente sano y por lo regular son amistades para toda la vida.
4. Vives una gran aventura. Llevar el Evangelio es una gran aventura, ahora imagina cargar con toda tu familia y unirte a esta Misión. Los niños y los adolescentes suelen ser los más emocionados por el reto que representa llegar y establecerse (aunque sea sólo por una semana) en alguna comunidad con limitaciones. Lejos de causar desagrado, se produce un efecto de motivación por superar las incomodidades a las que se enfrentan.
5. Se refuerza la vocación. Cualquiera que sea, las Misiones provocan la práctica continua de la donación. Desde la organización, donde se tienen que dejar cosas a un lado por asistir a las sesiones de formación, invertir en los gastos de transportación, material, etc. El ir casa por casa para escuchar a las personas que ven en el Misionero la figura de Jesucristo que va a su encuentro, donando su tiempo para atenderlos. Cualquier vocación, ya sea al matrimonio o a la vida religiosa, es una práctica constante de donación y en las Misiones se vive esta actitud cada día.
6. Conoces la Misión de la Iglesia. Estoy seguro que aquellos que hablan y critican acerca de las ‘riquezas’ de la Iglesia nunca se han dado la oportunidad de experimentar las Misiones. Al ser Misionero y convivir con la Iglesia del pueblo, te darás cuenta de las limitaciones que tienen, pero que a pesar de eso, la Misión de la Iglesia está muy alejada y es más grande que cualquier bien económico. Es simplemente llevar a Jesucristo y su Evangelio a las personas que más lo necesitan, sin ningún tipo de interés personal.
7. Llevar la paz. En esta cultura del descarte y de la violencia, llevas la palabra de Dios a personas que prácticamente han sido olvidadas por la sociedad, que las han arrinconado y privado incluso de servicios básicos. Tienes la oportunidad de ser un embajador de paz para aquellos a quienes las dificultades han atrapado en la desesperación y el dolor. Además, de que un Misionero puede llevar la paz a una comunidad dañada por el rencor, la pobreza y los vicios.
Tanto familias y jóvenes de todas las edades pueden hacer una gran contribución a la Misión de la Iglesia, pero más que nada, a las personas que con mucha alegría y esperanza desean que llegue el tiempo de Semana Santa para recibir a los Misioneros. Y aunque pareciera contradictorio, estas comunidades dan ejemplo y testimonio de lo que es la donación y la alegría de vivir el Evangelio.
No dejes pasar esta oportunidad de participar en las Megamisiones de este año, te aseguro que no te arrepentirás. RR

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