Esta
sensación de ardor, provocada por un reflujo gástrico, puede ser causada por
diversos factores, tales como algunos medicamentos o condiciones médicas. Desde
la técnica de ‘comer pensando’ hasta reducir el estrés, un repaso por las
mejores y más sencillas recomendaciones.
‘¡Un
fuego!’. Así es como muchas personas describen a la acidez gástrica. Es que se
trata justamente de una sensación de ardor que se percibe justo debajo o detrás
del esternón, que generalmente proviene del esófago. El dolor suele originarse
en el pecho, desde el estómago y hasta puede irradiarse hacia el cuello o la
garganta.
Cuando
el alimento sólido o líquido entra al estómago, existe una banda de músculos
llamados esfínter esofágico inferior, los cuales se encuentran ubicados en el
final del esófago. Ellos son los responsables de cerrarles el paso. Ahora,
cuando esto no ocurre, por distintos motivos, tanto los alimentos como la
propia acidez del estómago pueden volver a subir hacia el esófago, lo que
provoca el denominado reflujo.
Las
causas de este malestar pueden ser varias, pero las más comunes son: la
enfermedad por reflujo gastroesofágico (erge), que es una afección en la que
los contenidos estomacales se devuelven hacia el esófago; una hernia hiatal, en
la cual una porción del estómago se extiende mediante una abertura en el
diafragma; el embarazo y algunos medicamentos.
Entre
los fármacos que son responsables de esta condición se pueden enumerar:
anticolinérgicos (más conocida como buscapina); los bloqueadores Beta para la
presión alta o para la cardiopatía; los bloqueadores de los canales de calcio
para la HTA; medicamentos similares a la dopamina (para el mal de Parkinson),
el progestágeno (usado para el sangrado menstrual anormal o como
anticonceptivo); los sedantes; la teofilina (para el asma y otras enfermedades
pulmonares) y los antidepresivos tricíclicos.
Ahora
que ya sabe por qué pasa y cuáles pueden ser las causas, si sufre de esta
afección es más seguro que busque en estas líneas una solución a este ‘fuego
interno’ que padece. Es por eso que le dejo algunos tips para que pueda evitar
este ardor.
Cuáles son los mejores
consejos para evitar la acidez
1.
Evite agacharse o hacer ejercicio inmediatamente después de comer.
2.
Comer despacio y masticar bien (utilizando la técnica de ‘Comer Pensando’)
3.
Fraccionar la alimentación diaria de manera que, entre cada ingesta, no pasen
más de tres horas (6 comidas diarias)
4.
Evitar las temperaturas extremas (muy frías o muy calientes).
5.
Evite comer de 3 a 4 horas antes de irse a dormir.
6.
Permanezca erguido después de comer.
7.
Eleve la cabecera de la cama durante el sueño.
8.
Evite el uso de cinturones apretados o vestimentas alrededor de la cintura,
9.
Mantenga un peso saludable.
10.
Deje de fumar.
11.
Reduzca el estrés. Una forma puede ser el practicar yoga, tai chi o meditación.
Ahora,
si con todos estos consejos aún persisten estos ardores, la mejor forma es
prestarle atención a lo que comemos. Es por eso que le dejo un semáforo con los
alimentos que, en caso de ser rojos, debe limitar en su consumo. Mientras que,
si es verde, puede consumir sin miedo. No está de más advertir que en el caso
del amarillo, lo mejor es moderar su ingesta
El semáforo de la acidez
estomacal
Como
le dije, existen algunos alimentos que pueden impulsar este malestar.
Rojo: ¡Cuidado, limite el
consumo!
-
Leche entera, yogur entero, quesos enteros
-
Carnes con alto contenido en grasa: tira de asado, falda, osobuco, matambre
-
Cereales y derivados integrales
-
Vegetales crudos como lechuga, espinaca, acelga, zanahoria, tomate
-
Frutas crudas, especialmente cítricos
-
Mermeladas de cítricos
-
Golosinas, chocolates, galletitas dulces, facturas
-
Manteca, crema
-
Gaseosas, café, mate cebado (si le producen acidez)
-
Condimentos picantes
-
Menta.
-
Método de cocción: fritura o al horno muy quemado
-
Alcohol
Amarillo: ¡Precaución, modere
su consumo!
-
Pastas rellenas
-
Pan tostado con costra
-
Vegetales fibrosos cocidos como: espinaca, acelga, zanahoria, entre otros
-
Frutas con cáscara maduras, cocidas
-
Bebidas finamente gasificadas
Verde: ¡Adelante, puede consumir
sin miedo!
-
Leche descremada, yogur descremado bebible, quesos untables descremados
-
Carnes magras: ave sin piel, preferentemente pechuga. De vaca: lomo, nalga,
peceto, cuadril. Pescados magros o cocidos por hervor.
-
Cereales y derivados refinados, no integrales (arroz blanco, harina blanca)
bien cocido. Pastas simples de laminado fino (cabello de ángel o espaguetis)
bien cocidas
-
Pan blanco desecado al horno
-
Galletitas de agua de bajo tenor graso
-
Aceite crudo
-
Hortalizas: zanahoria sin el centro, zapallito, zucchini y tomate sin piel ni
semillas, zapallo, calabaza, chaucha sin hilo ni poroto, punta de espárrago y
corazón de alcaucil. Se recomienda consumirlos cocidos, al vapor o hervido
-
Frutas: durazno, damasco, melón, manzana, pera y banana. Preferentemente, se
deberán consumir cocidas, en compotas o al horno
-
Agua mineral, agua no gasificada
-
Te (claro), mate cocido (claro)
-
Condimentos aromáticos: perejil, romero, laurel, tomillo, orégano, azafrán,
albahaca, comino y salvia.
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