Todo el
mundo merece dormir bien por la noche, pero a veces, por una razón u otra, no
podemos dormir lo que necesitamos. Si tiene dificultades para conciliar el
sueño cada noche y quiere llegar al fondo de lo que podría estar causándolas,
debe hacerse estas 9 preguntas importantes. Luego hable con su médico sobre sus
opciones.
1.
¿Estoy dando vueltas y vueltas?
El
insomnio es el trastorno del sueño más común y se vuelve más frecuente a medida
que envejecemos. Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir insomnio,
especialmente en el contexto de apnea del sueño que ocurre después de la
menopausia. Por alguna razón, el insomnio también parece ser más frecuente
entre quienes están desempleados, solteros o de bajo nivel socioeconómico.
2. ¿Tengo
problemas para respirar?
Alguien
que tiene apnea del sueño puede experimentar ronquidos fuertes, pausas breves
en la respiración y jadeos intermitentes. Durante los ataques de apnea, los
niveles de oxígeno en la sangre disminuyen, el ritmo cardíaco aumenta y el sueño
se ve interrumpido, ya que la persona afectada se despierta para reanudar la
respiración. Esto puede tener graves consecuencias en la calidad del sueño, el
funcionamiento diurno y la salud en general.
3.
¿Cuánto tiempo me lleva quedarme dormido?
A veces
nuestras expectativas sobre nuestro sueño pueden estar ligeramente equivocadas.
La creencia de que nos quedaremos dormidos tan pronto como nos retiremos a la
cama es un poco engañosa. Los plazos, las responsabilidades, la ansiedad o
incluso otros problemas de salud pueden afectar el ritmo al que nos quedamos
dormidos.
4. ¿Podría
tener un problema grave?
A veces
puede ser útil, tanto desde el punto de vista psicológico como médico, echar un
vistazo a la larga lista de problemas de sueño establecidos que podrían estar
obstaculizando tu sueño. Puede ser útil identificar el problema exacto que
perturba tu sueño y te impide sentirte renovado.
5. ¿Mi
hijo duerme lo suficiente?
Cuando
los niños no duermen lo suficiente, corren el riesgo de perjudicar su salud general.
Los investigadores han planteado la hipótesis de que la interrupción del sueño
podría causar daño permanente al área del cerebro conocida como hipotálamo, el
área responsable de regular el apetito y el gasto de energía.
6.
¿Tengo problemas para despertarme?
La
parálisis del sueño es la incapacidad de moverse o hablar cuando uno pasa del
sueño a la vigilia, sin otros hallazgos característicos de la narcolepsia. No
es necesario ningún tratamiento, pero puede resultar útil evitar la falta de
sueño, el estrés y otros factores precipitantes.
7.
¿Estoy cansado al mediodía?
Cuando
se trata de aprovechar los beneficios de tomar una siesta, se trata de
experimentar las etapas correctas del sueño. Por ejemplo, si tu siesta
te lleva de la etapa uno del sueño (simplemente quedarse dormido) a la
etapa dos (la desaceleración de la actividad cerebral), te despertarás
sintiéndote más alerta y con más energía. Sin embargo, si tu siesta te lleva a
las etapas tres y cuatro (sueño profundo), te despertarás sintiéndote aturdido
y cansado.
8.
¿Duermo bien por la noche?
Si
duermes menos de 7,5 a 8,5 horas cada noche, es posible que estés operando con
un déficit de sueño. Como resultado, puedes ser propenso a sufrir
deterioro cognitivo, deterioro de las habilidades motoras, irritabilidad
emocional, inmunidad debilitada y aumento de peso.
9. ¿Me
estoy quedando dormido demasiado rápido?
Podrías
pensar que tienes el sueño perfecto si te quedas dormido rápidamente o si
puedes quedarte dormido en cualquier lugar. Sin embargo, poder conciliar el
sueño rápidamente podría ser un signo de una anomalía en el sueño. JQR
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