Al explicarle que solo creemos en UNA María Virgen
y que cada título dado a ella es a causa de sus dones o por una de sus
apariciones (Por ejemplo Virgen de Fátima
porque María apareció en la ciudad de Fátima, Portugal) el amigo
evangélico me dijo que “esas apariciones son cosa del diablo, porque dice la
Biblia que satanás se disfraza de ángel de luz” citando para ello 2 Corintios
11:14 que dice: “Y no es de extrañar, pues aun Satanás se disfraza
como ángel de luz”
Ante esta cita bíblica decidí aceptar, que bien es
cierto que Satanás mismo podría estar detrás de muchos ‘milagros’ o ‘portentos’
y por ello, para sorpresa de muchos feligreses, y no tantos, la Iglesia no
acepta cualquier aparición así por así. (No es como
la gente crédula que sale en los noticieros sensacionalistas que ven la cara de
Jesús o María en cada mancha de agua, o de cosas peores)
La Iglesia se toma muy en serio su trabajo de “examinarlo
todo, retener lo bueno y desechar lo malo” (1 Tesalonicenses 5:21) siendo así que la Iglesia pasa horas, días
o años determinando si una supuesta aparición es real o no y ojo, muchas se han
quedado fuera de nuestra lista oficiales, ya sea porque el mensaje no está
acorde con la enseñanza bíblica o porque ha dado profecías falsas o promueven
formas de cultos ajenas a nuestra fe.
Para explicarlo mejor he preparado estos tres
puntos tomando de referencia la famosa aparición de Fátima.
1. En realidad las apariciones marianas son
analizadas por nuestra Iglesia antes de aprobarlas como legítimas y algo en lo
que realmente es cuidadosa es en el mensaje de dicha aparición. De Fátima, por
ejemplo tenemos esa hermosa oración que se ha añadido al rosario: “Oh Jesús
mío. Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo
a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Divina
Misericordia”
Estoy seguro que nadie en su sano juicio tendría
alguna queja de esta hermosa oración.
Por eso la Biblia misma nos dice en 1 Corintios 12:3 “Por tanto, os hago saber que nadie hablando por el Espíritu de
Dios, dice: Jesús es anatema; y nadie puede decir: Jesús es el Señor, excepto
por el Espíritu Santo”
Además Jesús nos dice previniéndonos de los falsos
profetas que analicemos los frutos, ya que por el fruto conoceremos al árbol, (Mateo 7:15-20) ahora viendo el mensaje
de María en Fátima y la hermosa oración que ha resultado de esa aparición
¿Creen que es un fruto del diablo? ¿El diablo quisiera que se haga esa oración
a Jesús? ¿Promueve la adoración a María o nos invita a adorar a Jesús?
Este mensaje es en lo primero que la Iglesia se fió
para declarar la aparición de Fátima como verdadera.
2. En Fátima, la Virgen dijo el 13 de julio
de 1917, que “Rusia esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y
persecuciones a la Iglesia y los buenos serán martirizados... varias naciones
serán arrasadas”.
Esto sucedió años antes que el comunismo promovido
por Rusia se extendiera por el mundo, María nos invitó a orar por Rusia para
que el comunismo no venciera y dijo que si eso hacíamos el comunismo ruso no
superaría el año de 1990, milagrosamente todo esto se cumplió tal como María lo
predijo.
Estas profecías marianas es algo más que nos
muestra su credibilidad, ya que la Biblia, en Deuteronomio 18:21-22 dice: “Y si dices
en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que el SEÑOR no ha hablado? Cuando
un profeta hable en el nombre del SEÑOR, si la cosa no acontece ni se cumple,
ésa es palabra que el SEÑOR no ha hablado; con arrogancia la ha hablado el profeta;
no tendrás temor de él”.
Para conocer si una profecía viene de Dios la
Biblia recomienda analizar si esta se cumple o no. Maravillosamente las
profecías dada por María a los niños de Fátima se cumplieron al pie de la
letra, en cuanto a las guerras, en cuanto al comunismo y la persecución contra
la Iglesia, además de su caída en el periodo que se profetizó. Todo esto es
garantía de que Dios mismo mandó a María a entregarnos ese mensaje. Cosa que o
sucede con profetas modernos que hablan sobre el fin del mundo y nunca
suceden... (Creo que ya he sobrevivido a
muchos fin del mundo).
3. La meta final de las apariciones de Fátima es
que el mundo entero se arrepienta de sus pecados y se entregue fervorosamente a
Jesús nuestro Señor, tanto así que ella mando a “entregar nuestro corazón a Jesús”
haciendo eco de lo que nos dice la Biblia en Salmos 51:17: “Los sacrificios de Dios son el espíritu
contrito; al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás”.
Entregar nuestro corazón al sagrado corazón de
Jesús, que él mismo nos transformará.
Por ello al celebrar el centenario de estas
apariciones la Iglesia nos manda a tomar en cuenta ese mensaje y acercarnos al
sacramento de la confesión.
Concluir:
Alguien dijo una vez (no recuerdo quien) que “El Señor no obra milagros arbitrariamente,
sino con el propósito de atraernos hacia Él, donde se encuentra nuestra
verdadera felicidad” por ello, si realmente quieres celebrar las apariciones de
Fátima, haz lo que ella nos dijo, acerquémonos al sagrado corazón de nuestro
Señor Jesucristo. LLM
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