El
creyente necesita imitar a su maestro en su programa de vida. El cristiano solo
y sin fe no puede hacer mucho por los demás. Es imprescindible que celebre una
fe y la transforme en oración, para que pueda hacerla realidad en favor de las
personas más vulnerables. Por eso, santa Edith Stein recomienda poner la fe y
la vida en el árbol de la cruz: “Gracias al poder de la cruz puedes estar
presente en todos los lugares del dolor a donde te lleve la caridad compasiva,
una caridad que dimana del Corazón Divino, y que hace capaz de derramar en
todas partes su preciosísima sangre para mitigar, salvar y redimir”. El poder
del amor en la cruz hace posible estar con los excluidos y marginados para
darles esperanza de vida y aliento en todo momento.
Siempre
tendremos la posibilidad de acabar con el incremento del número de personas
cada vez más pobres. No hay programa de promoción humana que haya podido
reducir la cantidad de personas que necesitan del apoyo integral. Los
cristianos estamos llamados a socorrer y a buscar el desarrollo de muchas
personas que sufren en carne propia la pobreza y la exclusión de las riquezas.
Los cristianos con su fe en Cristo deben inspirarse en la cruz para poder decir
con el corazón: “Te saludamos, Cruz Santa, única esperanza nuestra. Así lo
decimos en la Iglesia, cuando vivimos un tiempo de sufrimiento, que es bueno
que nos dediquemos a la contemplación de los amargos sufrimientos de Nuestro
Señor Jesucristo”. La cruz de Cristo nos hace y nos hará personas nuevas para
luchar por la justicia y la paz. JBdelosS
Que el.poder de la CRUz nos lleve por el camino del.amor, atender y ayudar a los necesitados,socorrer..y estar presentes en los momentos de dolor y mitigar sus males.JESUS aconpañanos en esta tarea AMEN.M.L.
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Amén...
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