miércoles, 15 de noviembre de 2017

16 de Noviembre - Alfonso Rodríguez Obnel

Alfonso Rodríguez Obnel, Santo
Sacerdote y Mártir, 16 de Noviembre

Martirologio Romano: En Caaró, del Paraguay, santos Roque González y Alfonso Rodríguez, presbíteros de la Orden de la Compañía de Jesús y mártires, que ganaron para Cristo a los pueblos indígenas abandonados, fundando las llamadas «reducciones», donde el trabajo y la vida social se compaginaban libremente con los valores del cristianismo, y por esto fueron asesinados a traición por el sicario de un personaje adicto a las artes mágicas ( 1628).
Fecha de canonización: 16 de mayo de 1988 en Asunción, Paraguay, por S.S. Juan Pablo II.

Nacimiento y patria
Nace  en  la  ciudad  de  Zamora,  España,  el  día 10  de  marzo  de  1598.  Sus  padres  son  Gonzalo Rodríguez y María Obnel, cristianos fervorosos que traspasan la fe a los hijos.
En la Compañía de Jesús
Entra a la Compañía de Jesús, en el Noviciado de Villagarcía, el 25 de marzo de 1614. Ya está destinado a los estudios de filosofía de Pamplona cuando recibe la misión de partir a América.
En Buenos Aires y Córdoba
Llega  a  Buenos  Aires  en  febrero  de  1617,  en  la  expedición  del  P.  Juan  Viana,  procurador  de Chile y Paraguay, que trae misioneros para la zona austral de América. Es destinado al Colegio Máximo de Córdoba, Argentina, a  continuar sus estudios filosóficos.  Hace  el magisterio en la misma ciudad de Córdoba. En 1620 inicia ya la teología.
Es un buen alumno en teología. Los superiores y profesores resaltan siempre en sus informes sus  dotes  de  inteligencia  y  prudencia.  Incluso  le  confían  para  los  actos  públicos  la  “solemne defensa” de las tesis de teología, distinción que se reserva a los mejores estudiantes.
La ordenación sacerdotal
Alfonso  Rodríguez  recibe  la  ordenación  sacerdotal  a  fines  del  año  de  1623,  en  la  ciudad  de Córdoba.
El P. Juan Bautista Ferrufino, su superior y director espiritual y quien después es Provincial en Chile, afirma en los procesos: “Yo soy testigo, que dándome cuenta de su conciencia como a superior y con la verdad que se acostumbra en la Compañía, me afirmó que la debilidad de su vista nacía de sus continuas lágrimas al considerar él la Pasión y Muerte de Nuestro Salvador. Esa era la materia constante de su meditación”.
También afirma el mismo P. Ferrufino algo que hoy no podría  decirse. En  ese tiempo  estaba permitido. “Soy testigo como confesor. Le oí la confesión general de toda su  vida. Conservó, hasta que yo lo confesé, la pureza de la gracia que recibió en el bautismo”.
Tercera probación
En  1626  el  P.  Alfonso  Rodríguez  empieza  la  Tercera  Probación  en  la  casa  del  Noviciado  de Córdoba  donde  hace,  por  segunda  vez,  el  mes  de  Ejercicios  espirituales.  Son  dos  meses  de permanencia. Por disposición del provincial, P. Nicolás Mastrilli, la termina en la Misión de los guaycurúes.
Destino al Paraguay
Fue a acabar la Tercera Probación entre los guaycurúes, que es la más trabajosa reducción. Ha  comenzado a  predicar en aquella lengua. Es el primer Padre que  ha  comenzado a  vencer esta dificultad, porque es el idioma más difícil de la tierra.
En la Reducción de Itapuá
En 1628, San Roque lo encuentra en la Reducción de Itapuá  de los Reyes. Esa es una misión que marcha por los caminos de la prosperidad.
Los deseos del P. Alfonso Rodríguez van en la línea de la Pasión del Señor. Por ello pide, con empeño, acompañar al P. Roque para las empresas en el río Uruguay.
El martirio en el Caaró
En la Reducción de Todos los Santos en el Caaró, a golpes de itaizá, hacha de piedra, muere con el cráneo destrozado el 15 de noviembre de 1628. Sólo unos pocos minutos lo separan del martirio  de  su  amigo  San  Roque  González.  Tiene  treinta  años.  El cadáver  del  P.  Alfonso  es quemado, junto al de su compañero.
San Alfonso Rodríguez fue canonizado en Asunción por el papa Juan Pablo II el día 16 de mayo de 1988 junto a sus compañeros Roque González y Juan del Castillo.

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