Si no conocemos el verdadero significado de lo que es amar, probablemente no amamos. El amor es la esencia de la vida de toda persona y la esencia de la vida de un matrimonio. Fuimos diseñados para amar y ser amados. La definición de amor desde la perspectiva del mundo es: atracción, pasión, cosquilleo y otras manifestaciones emocionales. Pero desde la perspectiva del creador y diseñador del amor, amor es: un conjunto de decisiones a favor de la persona con quien decidiste compartir tu vida. (1 Cor 13:4-8)
Amor es: Ser pacientes. Al ser pacientes podemos tener la tolerancia necesaria para aceptar las debilidades de nuestro cónyuge y confiar en el crecimiento espiritual que le dará la fortaleza y la sabiduría necesaria para cambiar lo que se debe cambiar. Es confiar en que Él que empezó la buena obra, la terminará.
Amor es: Ser bondadosos. Es pensar y hacer siempre lo mejor para nuestro cónyuge, con buena voluntad; quizás no lo merezca, pero lo hacemos para agradar a nuestro Padre Celestial.
Amor es: Ser humildes. Es ser humildes para suavizar la relación con nuestro cónyuge, especialmente cuando hay conflictos y situaciones que afrontar. La decisión de ser humildes siempre va a generar buenos resultados.
Amor es: Ser amables y respetuosos. Es nunca faltarse el respeto. Se trata de ser siempre amables, respetuosos y honestos el uno con el otro. Es evitar a toda costa herir al cónyuge.
Amor es: Dar sin esperar recibir. El amor nunca es egoísta. El amor siempre está en función de las necesidades, y el bienestar del cónyuge. De esta manera podemos dar lo mejor de nosotros a nuestra pareja y disfrutar de la más hermosa relación.
Amor es: Ser tolerantes. Es tener la capacidad de vencer el enojo y la ira en el matrimonio. Es detenerse y meditar cuando estamos frente al enojo y pensar que mi cónyuge es más valioso(a) que cualquier cosa o circunstancia.
Amor es: Perdonar. El amor no toma en cuenta el mal recibido. Es perdonar cuantas veces sea necesario. Cuando asumimos una actitud sincera de perdón, también seremos perdonados.
Amor es: Ser fieles. Es estar dispuestos a sufrir lo que sea por el bien de nuestro cónyuge. Es honrar el pacto de fidelidad que nos hicimos un día.
Amor es: Creer. Es tener la fe de que nuestra pareja actúa siempre con buena voluntad. Es muy probable que se equivoque, o lo haga mal, pero debo creer que lo hizo con buena intención.
Amor es: Soportarlo todo. Es soportar olvidos, desatenciones, desacuerdos, y cualquier debilidad temperamental de mi cónyuge, con fe y alegría; sabiendo que poco a poco todo cambiará.
Si no estás amando con esta clase de amor incondicional, necesitas fortalecer tu vida espiritual en Cristo Jesús, porque este amor solo es posible como fruto de la presencia del Espíritu de Dios en nuestras vidas. LyHF
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