jueves, 31 de diciembre de 2020

Luka Sulic - Oda a la alegría...

Ricky King - El sonido del silencio...

Vuelve...

Felicidad... 11

Eugendo, Santo

Abad, 01 de Enero
Elogio: En los montes del Jura, en la Galia Lugdunense, conmemoración de san Eugendo, abad de Condat, que desde su adolescencia vivió en este monasterio, donde promovió la vida en común de los monjes.
 
A la muerte de los santos hermanos Romano y Lupicino, fundadores de la abadía de Condat, bajo cuya dirección había sido educado desde los siete años, Eugendo fue nombrado coadjutor de Minausio, quien les había sucedido en el cargo. Cuando Minausio fue depuesto, Eugendo pasó a ocupar el puesto de abad del famoso monasterio. Su vida fue muy austera y estaba tan apartado de las pasiones, que parecía incapaz de experimentar la ira. Eugendo, que no reía nunca y sin embargo, llevaba la alegría reflejada en el rostro, era muy versado en griego, en latín, en el conocimiento de la Sagrada Escritura, y fue un gran promotor de los estudios en su monasterio; a pesar de ello, todos los ruegos no consiguieron persuadirle a aceptar la ordenación sacerdotal.

La biografía de los primeros abades de Condat consigna el hecho de que, habiéndose incendiado el monasterio que san Romano había construido con troncos de árboles, Eugendo construyó un nuevo monasterio de piedra, así como una elegante iglesia consagrada a los santos Pedro, Pablo y Andrés. Eugendo vivía en constante oración, y su devoción no hizo sino aumentar durante su última enfermedad. Habiendo convocado a aquel de sus hermanos que él había nombrado para ungir a los enfermos, Eugendo le pidió, según la costumbre de la época, que le ungiera el pecho, y entregó su alma a Dios cinco días más larde, hacia el año 510, a los sesenta y uno de edad. De él tomó el nombre de Saint-O-yend la famosa abadía de Condat, a 35 Km de Ginebra; dicho nombre fue cambiado por el de Saint-Claude en el siglo XIII, en honor del obispo de Besançon.

La OMS advirtió del peligro de futuras pandemias peores que la COVID-19…

La OMS advirtió que, pese a la dureza de la crisis de la COVID-19, que ha provocado más de 1,7 millones de muertos, debemos prepararnos para otras pandemias aún 'peores'. «Sólo es una señal de alarma», advirtió Michael Ryan, director de Emergencias de la OMS, en la última rueda de prensa del año de esta agencia de la ONU.
«Esta pandemia ha sido muy dura. Circuló por todo el mundo muy rápidamente y afectó a cada rincón del planeta, pero no ha sido necesariamente la peor», advirtió Ryan, que a lo largo de su carrera se confrontó a otras enfermedades aún más mortíferas.
«El coronavirus se transmite muy fácilmente y mata a gente, pero sus niveles de mortalidad son relativamente bajos respecto a otras enfermedades emergentes. Lo que debe hacer que nos preparemos en el futuro a algo que sea aún peor», recordó Ryan,
Su compañero y consejero de la OMS, Bruce Aylward, sostuvo esta misma tesis al afirmar que a pesar de los progresos científicos en la lucha contra la COVID-19, con la creación de vacunas en un tiempo récord, la humanidad está muy poco preparada ante la amenaza de futuras pandemias.
«Estamos en la segunda y tercera ola del virus y aún no somos capaces de controlarlo», lamentó Aylward durante la rueda de prensa. «Aunque estemos mejor preparados, aún no estamos lo suficiente para la actual (pandemia), y aún menos para las futuras», añadió.
Covid-19 endémico
También en rueda de prensa, la OMS advirtió que es cada vez más probable que el coronavirus Sars-CoV-2 se convierta en endémico en humanos, en algunos animales o en ambos, es decir que no desaparezca con las vacunas.
«El escenario más probable es que el virus se convierta en otro virus endémico y que suponga un nivel muy bajo de amenaza en el contexto de un programa mundial de vacunación», indicó Michael Ryan.
«La existencia de una vacuna, incluso de alta eficacia, no es garantía de la eliminación o de la erradicación de una enfermedad infecciosa», agregó.
Los expertos de la Organización ya habían comentado en mayo que existía la posibilidad de que el coronavirus se convirtiera en endémico, una predicción que se está reforzando a la luz de lo que se ha aprendido sobre este virus desde entonces.
«La vacunación contra la COVID-19 permitirá, sin embargo, controlar la propagación del virus y que las sociedades vuelvan a la normalidad», aseguró. El reconocido especialista en enfermedades infecciosas, David Heymann, coincidió en que «el concepto de inmunidad de rebaño (o colectiva) ha sido un malentendido cuando se cree que ésta disminuirá de alguna manera el contagio si suficientes personas están inmunizadas».
Heymann, quien dirigía la unidad que luchó contra el SARS en la OMS, dijo que nadie puede predecir cómo evolucionará la inmunidad porque hay muchas cosas que todavía no se saben en relación a ésta, como la duración que ofrecen las vacunas que han sido autorizadas.
«Parece que el destino de este coronavirus es convertirse en endémico, como ha ocurrido con otros. Este coronavirus continuará mutando en la medida en que se reproduzca en células humanas, especialmente en áreas de trasmisión intensa», explicó.
El científico anticipó que el mundo podrá vivir con el nuevo coronavirus gracias a todas las herramientas de salud pública que se han desarrollado en este año de pandemia. «El coronavirus seguirá extendiéndose pese a las vacunas, a los tratamientos y a los test de diagnóstico. Tenemos que aprender a vivir con él», comentó Heymann. BP

Qué decir (y qué no) a una familia que ha perdido un bebé…

Un ‘dolor profundo’, así es como la modelo Chrissy Teigen, de 34 años, describió la pérdida de su tercer hijo con el músico John Legend. A través de un mensaje en Instagram, Teigen contó a principios de octubre que estaba a mitad del embarazo y que acababa de pasar una revisión en el hospital cuando su hijo Jack murió.

El aborto espontáneo es la causa más común de la pérdida de un bebé durante el embarazo. Las estimaciones varían, pero según cita en su página la OMS, se cree que el porcentaje de mujeres que saben que están embarazadas y pierden a su bebé es de entre el 10% y el 15%. Además, al año 2,6 millones de bebés nacen sin vida en el mundo.

Aún así, a la mayoría de nosotros nos cuesta encontrar palabras de consuelo para los padres que sufren una pérdida. “Estamos conmocionados y sufriendo un tipo de dolor del que solo has escuchado hablar, la clase de dolor que no has sentido antes”, publicó Teigen en su cuenta de Instagram. Y, lamentablemente, se trata de un dolor del que a todos nos cuesta hablar.

Regresar a la normalidad

“Si alguien nunca ha perdido un bebé, no puede entender lo que has vivido”, dice Louise.

Su hijo, Ellis, falleció cuando tenía cuatro días a causa del síndrome de muerte súbita del lactante, término que se utiliza para un bebé aparentemente sano que muere de forma repentina. “Los desconocidos no sabían qué decir”, explica. “Un cliente en el trabajo me dijo: No te preocupes, todavía eres muy joven, puedes tener otro bebé. Lo que implicaba que la vida del bebé no era importante. Nuestros amigos y familiares siempre estuvieron allí para nosotros. Mientras estuviesen allí, no importaba realmente que supieran o no qué decir. Hablas de otras cosas. Se trata de recuperar la normalidad después de pasar por una experiencia tan horrorosa”.

Busca las palabras

A veces la gente no sabe qué decir, por eso no dice nada. Y eso, dice Kate Marsh, una partera que traja con la ONG Tommy —una organización que brinda apoyo e información a los padres que han sufrido esta clase de pérdidas— es lo peor que puedes hacer. “Mucha gente tiene dudas sobre lo que debe decir. Muchos temen decir algo equivocado o empeorar la situación. Lo más importante, definitivamente, es decir algo”, explica. Idealmente, decir algo como “siento que te haya pasado esto”.

Usa el nombre del bebé

Reconocer el nombre del bebé —y usarlo— puede también ser importante. “Si mencionas el nombre del bebé y se ponen a llorar, ten la seguridad de que no has dicho nada malo”, dice Marcia Jones, que trabaja para la línea telefónica de ayuda de organización The Lullaby Trust, que brinda apoyo a los padres que han sufrido una pérdida. “Es lo que les está pasando en ese momento. El dolor está todavía muy fresco”, explica.

Envía un mensaje

Si prefieres no hablarlo en persona, puedes mandar un mensaje. La recomendación es que sea corto y que en él se reconozca aquello por lo que ha pasado. Puedes luego enviarle luego un texto o un mensaje a un espacio más personal para ofrecerle tu apoyo.

Ponte a su disposición

Los expertos dicen que, si les ofreces ayuda, debes ser coherente y cumplir. Hacerles la compra, limpiar o pasear al perro son formas simples de demostrar que te importan. No tengas tanto miedo de decir algo equivocado y que eso te haga evitar verlos, dice Jones.

“El duelo no es una enfermedad”. Louise concuerda, y dice que saber que la gente reconoce a tu bebé y su vida es “lo que más importa. Siempre quise que la gente dijera su nombre”, explica. “Ellis vivió, fue parte de nuestra familia y todavía lo es”.

Cómo tratar la diabetes tipo 2 en la infancia…

La población infantil no está exenta de las consecuencias de los malos hábitos que llevamos los adultos. Un ejemplo es el aumento de diabetes tipo 2, la cual está asociada a hábitos alimenticios poco sanos y sedentarismo. Como padres y familiares debemos comprender esta enfermedad y trabajar junto con las instituciones de salud para poder prevenirla y tratarla de manera adecuada. 

Diabetes tipo 2 en la infancia

A continuación se describe qué es la diabetes mellitus tipo 2 en edades tempranas, los factores que pueden propiciar padecerla y recomendaciones para el manejo junto con un proveedor de salud.

Diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2

En términos generales la diabetes es una enfermedad en la que la glucosa o ‘azúcar’ de la sangre se encuentra elevada. Cuando se habla de diabetes usualmente se refiere a los dos diferentes tipos de diabetes: la diabetes mellitus tipo 1 (DM1) y la diabetes mellitus tipo 2 (DM2). 

Diabetes tipo 1

En la diabetes tipo 1 hay una destrucción de las células que se encargan de producir insulina y en la otra hay una resistencia al efecto de la insulina por parte del cuerpo. La insulina es la hormona que se encarga de disminuir los niveles de azúcar que hay en la sangre, por lo que en ambos casos podemos encontrar niveles de azúcar elevados en la sangre. Conforme pasa el tiempo estos niveles de azúcar van causando daño en tejidos como el ojo, el riñón y los nervios, por la toxicidad de la glucosa.

Diabetes tipo 2

La diabetes tipo 2 que se desarrolla en los jóvenes es una enfermedad que va en aumento. Se estima que cada año se diagnostican 5000 nuevos casos. La enfermedad que se desarrolla en edades tempranas tiene síntomas similares a la que desarrollan los adultos, pero en los niños los síntomas son más severos y progresa más rápido. Las complejas situaciones en las que se desarrolla y la poca disponibilidad de estudios científicos bien diseñados e implementados han hecho que la tarea de tratar a estos pacientes sea más difícil.

Recomendaciones a seguir:

El tratamiento de este tipo de diabetes en los adultos consiste en promover el ejercicio, llevar una dieta equilibrada y tomar medicamentos como la metformina, pero esto puede no ser suficiente para los jóvenes que sufren la misma enfermedad. 

El tratamiento en los jóvenes con diabetes mellitus tipo 2 debe incluir un manejo interdisciplinario, personalizado y que considere el contexto social y familiar. MM

Una forma realmente católica de despedir el año…

Una de las cosas más divertidas de la despedida del año viejo –o el recibimiento del nuevo, depende de cómo se mire– es ver la cantidad de rituales que hace la gente. Que si andar con una maleta… o darse un baño de rosas… o vestirse de tal o cual color… o comer 12 uvas… o poner una moneda dentro de tu calzado… todo esto para ‘despojarse’ de la mala suerte y ‘atraer’ la ‘energía’ positiva. ¡Hay que ver las cosas que cree la gente…!!!
Lamento darte la noticia, pero esto no funciona… y, encima de eso, en lugar de comenzar el año ‘despojado’, lo que haces es añadirle a tu alma el pecado de poner tu confianza en supersticiones en lugar de ponerla en Dios.
Lo sé, el año que termina ha estado duro. Mucha gente perdió sus trabajos y la economía anda por el piso. La violencia y la criminalidad nos arropan. Los gobiernos, en lugar de aliviar la crisis, parecen agravarla. Y la actitud general de la mayoría va desde la desesperanza hasta la desesperación. Ante tal panorama, no en balde se busca algo de qué aferrarse. Por eso quiero darte la receta del mejor ritual para despedir este año que termina y comenzar el nuevo:
·        Comienza por ir a visitar al Señor… Muchas Iglesias tienen hoy una Hora Santa para dar gracias por el año que pasó. También puedes ir a visitarlo al Sagrario, Él siempre está allí esperándonos. Si puedes asistir a Misa y recibirlo en la Eucaristía, ¡mejor!
·        Un examen de conciencia exhaustivo te vendría bien. Si puedes completarlo con una buena Confesión, ¡perfecto! Así comienzas el próximo año en gracia y con el alma limpiecita. (Recuerda que si estás en pecado, la Confesión debe venir primero que la Comunión.)
·        Ten fe… y junto con la fe vienen la confianza, la esperanza y la caridad. Cree en Dios y, sobre todo, créele a Dios. Las Escrituras están llenas de Palabras maravillosas que van dirigidas a ti. ¡Créelas! Dios te ama, te conoce desde el vientre de tu madre, te tiene tatuado en la palma de su mano, no cae uno de tus cabellos sin que Él lo permita… abandónate en Él y proponte hacer su Voluntad. Te prometo que todo marchará sobre ruedas si lo haces.
·        Abraza a tu esposa/o, a tus hijos, a tus padres, a tus amigos… abrázales y diles que los amas. Que tus palabras broten del fondo de tu corazón, que sean tan sólidas que casi puedan cogerse con la mano. Y no olvides sonreír. La alegría es contagiosa y si tú estás alegre, las personas a tu alrededor también lo estarán.
·        Hazte el propósito de ser mejor en el próximo año… pero, al contrario de la sociedad que nos rodea, este próximo año no será mejor si progresamos económicamente, sino si hemos crecido en el amor a Dios… si hemos sido mejores esposos, mejores padres, mejores hijos, mejores amigos: en fin, será un año bueno si al final podemos decir que somos mejores seres humanos.
¡Muchas felicidades… y que Dios te bendiga! TSDT

Día litúrgico: Navidad: 1 de Enero… Santa María, Madre de Dios

Texto del Evangelio (Lc 2,16-21): En aquel tiempo, los pastores fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre. Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel Niño; y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón. Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho. Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno.
 
«Los pastores fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre»
 
Comentario: Rev. D. Manel VALLS i Serra (Barcelona, España)
 
Hoy, la Iglesia contempla agradecida la maternidad de la Madre de Dios, modelo de su propia maternidad para con todos nosotros. Lucas nos presenta el ‘encuentro’ de los pastores ‘con el Niño’, el cual está acompañado de María, su Madre, y de José. La discreta presencia de José sugiere la importante misión de ser custodio del gran misterio del Hijo de Dios. Todos juntos, pastores, María y José, «con el Niño acostado en el pesebre» (Lc 2,16) son como una imagen preciosa de la Iglesia en adoración.
‘El pesebre’: Jesús ya está ahí puesto, en una velada alusión a la Eucaristía. ¡Es María quien lo ha puesto! Lucas habla de un ‘encuentro’, de un encuentro de los pastores con Jesús. En efecto, sin la experiencia de un ‘encuentro’ personal con el Señor no se da la fe. Sólo este ‘encuentro’, el cual ha comportado un ‘ver con los propios ojos’, y en cierta manera un ‘tocar’, hace capaces a los pastores de llegar a ser testigos de la Buena Nueva, verdaderos evangelizadores que pueden dar «a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel Niño» (Lc 2,17).
Se nos señala aquí un primer fruto del ‘encuentro’ con Cristo: «Todos los que lo oyeron se maravillaban» (Lc 2,18). Hemos de pedir la gracia de saber suscitar este ‘maravillamiento’, esta admiración en aquellos a quienes anunciamos el Evangelio. Hay todavía un segundo fruto de este encuentro: «Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto» (Lc 2,20). La adoración del Niño les llena el corazón de entusiasmo por comunicar lo que han visto y oído, y la comunicación de lo que han visto y oído los conduce hasta la plegaria de alabanza y de acción de gracias, a la glorificación del Señor.
María, maestra de contemplación —«guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón» (Lc 2,19)— nos da Jesús, cuyo nombre significa ‘Dios salva’. Su nombre es también nuestra Paz. ¡Acojamos en el corazón este sagrado y dulcísimo Nombre y tengámoslo frecuentemente en nuestros labios!

Fin de Año 2020...

miércoles, 30 de diciembre de 2020

Amanecer asombroso...

Pequeño tamborilero...

No significa...

Lo peor de los débiles...

Donata, Paulina, y cinco compañeras, Santas

Mártires, 31 de Diciembre
Elogio: También en Roma, en el cementerio de los Jordanos, en la vía Salaria Nueva, santas Donata, Paulina, Rogata, Dominanda, Serótina, Saturnina e Hilaria, mártires.
 
La existencia de este grupo de santas vírgenes y mártires de Roma viene confirmada por el Martirologio Jeronimiano, que las inscribe el 31 de diciembre, y por el «Liber de locis sanctis martyrum», de la primera mitad del siglo VII. Sus reliquias fueron encontradas junto con las de Alejandro, Vital y Marcial, del 10 de julio, en el cementerio de los Jordanos, en la Vía Salaria Nueva. Su veneración fue promovida por el papa Adriano I (772-795); sin embargo, esto es todo lo que se sabe de ellas, quedándonos en la oscuridad la época y circunstancias de su muerte martirial.

Vacuna Sputnik V, sin efectos adversos graves y con una eficacia superior al 91,4%...

La vacuna Sputnik V, desarrollada por el Instituto de Investigación Gamaleya de Rusia y que comenzará este martes a aplicarse en Argentina, demostró en estudios clínicos ser segura al no causar efectos adversos de gravedad y una eficacia superior al 91,4%, según resultados interinos de fase 3, a los que la Anmat tuvo acceso para emitir su recomendación para la autorización de ‘uso de emergencia’.
Se trata de una vacuna que utiliza una plataforma (o tecnología) llamada de ‘vectores no replicantes’; los vectores son virus que se modifican genéticamente para que no tengan capacidad de reproducirse en el organismo (y por tanto inocuos) y se usan para transportar material genético del virus del que se quiere inmunizar. En este caso, la Sputnik V usa adenovirus humano como vector y, a diferencia de otras candidatas, utiliza dos adenovirus (el 26 y el 5) para provocar una mayor y más duradera respuesta en el sistema inmunológico; a esos adenovirus se le ‘agrega’ una parte de la proteína espiga (o spike) que pertenece al coronavirus para provocar la respuesta inmune.
Los vectores de adenovirus son virus modificados genéticamente de la gripe común que no pueden reproducirse en un cuerpo humano. Cuando se usa la vacuna Sputnik V, el coronavirus en sí no ingresa al cuerpo ya que la vacuna sólo contiene información genética sobre parte de su capa de proteína externa (la proteína espiga)”, explicaron sus desarrolladores. Y describieron que “esto elimina por completo la posibilidad de infectarse como resultado de la vacunación y al mismo tiempo provoca la respuesta inmune estable del cuerpo”.
El 14 de diciembre el Centro Gamaleya anunció los resultados del tercer y último punto de control de la fase tres que contempló la evaluación de la eficacia entre 22.714 voluntarios 21 días después de recibir la primera dosis de la vacuna o placebo en los que se demostró una tasa de eficacia del 91,4%. El análisis de la eficacia de la vacuna en este punto de control final se llevó a cabo sobre la base de 78 casos confirmados identificados en el grupo placebo (62 casos) y en el grupo de la vacuna (16 casos); la relación entre el grupo placebo y el grupo vacunado es de 1 a 3. En este mismo corte, la vacuna demostró una eficacia del 100% contra casos graves de coronavirus: hubo 20 casos graves de infección por coronavirus entre los casos confirmados en el grupo de placebo y ningún caso grave en el grupo de la vacuna. A la vez, no se identificaron eventos adversos inesperados como parte de la investigación: algunos de los vacunados tuvieron eventos adversos menores a corto plazo, como dolor en el punto de inyección y síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, debilidad, fatiga y dolor de cabeza.
El 4 de septiembre la revista The Lancet había publicado un artículo sobre los resultados de los ensayos clínicos de fase I y fase II y se estima que en las próximas semanas estarán publicados los resultados de la fase 3.El hecho de que no se hayan publicado todavía los resultados interinos de fase 3 en una revista científica, más allá de que no es la primera aprobación que se realiza en el mundo sin que esté publicada la fase 3 (el Reino Unido aprobó la de Pfizer antes de que eso sucediera) no es un requisito ni una condición para una aprobación de uso de emergencia”, indicó a Télam la médica infectóloga Dra. Florencia Cahn. Y continuó: “Hay que tener en cuenta que ninguna de las vacunas candidatas finalizó la fase 3 porque esta fase requiere un seguimiento de mediano y largo plazo; lo que se están publicando son resultados interinos en todos los casos que tienen un sustento suficiente como para permitir su uso de emergencia”.
El 5 de diciembre Rusia comenzó una vacunación masiva al personal de salud, trabajadores sociales y docentes en la capital, Moscú, y el 26 de diciembre la indicación de vacunar se amplió a los mayores de 60 años, luego de analizar los resultados de un estudio específico para la población de esa edad. Sobre este aspecto, la Dra. Cahn -quien es Presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE)- sostuvo que “el estudio de fase 3 siempre contempló a mayores de 60 años, de hecho hay más de 1.300 voluntarios de ese grupo etario, que constituye el 11% del total de participantes; lo que sucedió fue que los resultados estuvieron después que los del resto de la población entonces por ese motivo primero no se había indicado; pero actualmente ya se sabe que la eficacia y seguridad es igual en toda la población”.
Argentina recibió 300 mil dosis con las que comenzará a vacunar a partir del martes 29/12, luego de ser aprobada por el Ministerio de Salud de la Nación a partir de una recomendación de Anmat, que realiza una revisión de los resultados de la Sputnik V desde el 2 de noviembre. Consultada sobre por qué esta aprobación la realizó el Ministerio y no la Anmat, la infectóloga que es miembro del Comité de Expertos que asesora a la cartera de Salud, informó que “son dos mecanismos diferentes: como el laboratorio Pfizer tiene representantes en el país presentó la documentación directo ante Anmat mientras que la vacuna del Gamaleya fue una presentación de Estado a Estado, entonces Anmat recomendó y la aprobación la dio el Ministerio, ambos son válidos”.
Una ventaja de la Sputnik V sobre otras candidatas es que la forma liofilizada (seca) de la vacuna se puede almacenar a una temperatura de +2 a +8 grados Celsius, lo que hace más sencilla la logística para su traslado y almacenamiento; no obstante, en este primer envío Argentina recibió la formulación líquida que necesita estar a una temperatura de menos 20 grados. BP

Qué es la intolerancia al frío…

Cuando llega el frío y las bajas temperaturas, hay que recordar que existen personas que son intolerantes al propio frío y que lo pasan realmente mal. Dicha intolerancia puede deberse a diversas patologías bastante serias como pueden ser la anorexia o el sufrir una mala salud.

La intolerancia al frío

Dentro del organismo de cualquier persona existen una serie de moduladores que regulan la temperatura interna en el cuerpo. Estos moduladores son el sistema circulatorio, el hipotálamo, la tiroides y la grasa corporal. Si algunos de ellos no funciona como debería, es posible que la persona en cuestión sufra la citada intolerancia al frío. Por tanto hay un problema de salud que se debe solucionar para que la persona deje de ser intolerante a las bajas temperaturas.

Qué causa la intolerancia al frío

Acto seguido te vamos a hablar de las causas por las que los moduladores arriba citados pueden dejar de funcionar de una manera correcta:

·        La anemia puede ser una de las causas por las que se puede llegar a padecer intolerancia al frío. La falta de hierro incide directamente en algunas zonas del cuerpo, causando la intolerancia a las bajas temperaturas. En tal caso, la persona puede tratar tal problema mediante la ingesta de ciertos alimentos que ayuden a mantener unos niveles óptimos de hierro.

·        Otra de las causas de sufrir tal patología relativa al frío, se puede deber a la anorexia. La persona que sufre dicha anorexia, deja de comer y su grasa corporal se reduce drásticamente. Ello va a causar que la temperatura interna del cuerpo se vea alterada dando lugar a la intolerancia al frío.

·        Si la persona sufre de hipotiroidismo es muy probable que llegue a desarrollar una intolerancia al frío. Ello se debe a que la tiroides deja de producir diversas hormonas, que hacen que la persona tenga mucho más frio de lo normal.

·        Hay otra serie de causas relativas a la intolerancia al frío como es el caso del insomnio, deshidratación o el padecer diferentes problemas de salud.

El diagnóstico de la intolerancia al frío

Si la persona piensa que tiene intolerancia al frío es aconsejable que acuda al médico. A la hora de realizar un diagnóstico correcto el médico le va a hacer al paciente un examen físico además de una anamnesis. A partir de aquí, el profesional le hará unas preguntas con el fin de saber si dicha intolerancia es algo nuevo o es algo de muchos más años. También se puede llegar a pedir una analítica con el fin de conocer si existe algún problema con la glándula de la tiroides.

Cómo tratar la intolerancia al frío

El tratamiento de la intolerancia al frío va dirigido a solucionar la patología principal que da lugar a tal intolerancia. Cada tratamiento se realiza de manera individualizada, además de dar una serie de pautas a seguir:

·        Evitar salir a la calle a las horas de más frío del día.

·        En los meses de invierno es bueno el abrigarse lo mejor posible y con muchas capas.

·        En las partes del cuerpo más frías es recomendable el aplicar calor mediante mantas u otros medios efectivos.

En definitiva, la intolerancia al frío ayuda a mostrar que la persona en cuestión puede tener un problema de salud importante que se debe tratar. Si se sufre tal intolerancia es bueno el acudir al médico para buscar la causa que provoca que la persona lo pase realmente mal al llegar las bajas temperaturas. A partir de ello, se sigue un tratamiento adecuado que permita a la persona a recuperarse pronto. JRP

De qué manera el cerebro se readapta ante el estrés crónico…

El concepto de estrés impregna nuestra cultura en múltiples niveles. Se trata de un estado exigente, a veces abrumador, acompañado de emociones negativas. Ha sido descrito como la respuesta de 'lucha o huida' ante una amenaza (respuesta adaptativa a un estímulo ambiental). En la actualidad, se lo considera una respuesta biológica negativa, resultante de varios mecanismos adaptativos que mejoran la supervivencia.
Se acepta que la biología del estrés no es simplemente un 'sistema de emergencia', sino, más bien un proceso continuo: el cuerpo y el cerebro se adaptan a las experiencias diarias, estresantes o no. En la respuesta alterada, se produce una falta o falla de adherencia al ciclo circadiano y al entorno, lleno de gente, ruidos y peligros. El estrés crónico incontrolable no solo es negativo, sino que puede volverse tóxico, dañando la salud física y psíquica. Por eso, se ha diferenciado el 'estrés bueno' del 'estrés malo'.
Un estudio recientemente publicado en The Journal of Neurocience -encabezado por el especialista Bruce S. McEwen de la Rockefeller University de Nueva York- se ha centrado en dar un despliegue amplio a todas estas interpretaciones. Así, en esta visión se acepta el concepto de alostasis y carga/sobrecarga alostática, la cual se refiere al proceso activo de adaptación y mantenimiento de la estabilidad (u homeostasis) mediante la producción de mediadores (cortisol) que promueven la adaptación. Sin embargo, si las perturbaciones en el medio ambiente son implacables, el punto de ajuste del equilibrio debe ser modificado a una 'nueva normalidad', lo que puede ser costoso para el organismo.
La 'carga alostática' se refiere al precio que paga el cuerpo por estar obligado a adaptarse a situaciones psicosociales o físicas adversas. Este concepto implica que el cerebro, como centro de la respuesta a la experiencia, integra información sobre el entorno interno y externo y da forma a las respuestas, tanto sistémicas como conductuales.
El cerebro es un órgano vulnerable que puede dañarse por estrés tóxico, pero también posee plasticidad adaptativa y poder de resiliencia. Las adaptaciones neuronales al medio ambiente se acumulan durante toda la vida, y la función cerebral posterior, en la vida, resulta de las experiencias y alteraciones epigenéticas ocurridas desde antes mismo de la concepción. Son de gran importancia el nivel molecular, los circuitos neuronales y el nivel endócrino. Igualmente, los trastornos psiquiátricos, adictivos y neurológicos suelen ser desencadenados o agravados por factores estresantes de la vida. La biología del estrés representa un trampolín para la investigación traslacional en toda la gama de trastornos cerebrales.
Ser adaptativo
El cerebro es un órgano primario que percibe y responde a lo que es estresante para un individuo. La función principal del cortisol y otros mediadores de la alostasis es promover la adaptación. Sin embargo, el uso excesivo y/o la desregulación entre los mediadores de la alostasis conducen a una carga (o sobrecarga) alostática y aceleran los procesos patológicos como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y los trastornos afectivos. Se observan 3 regiones límbicas del cerebro.
La cascada de eventos conducentes a una respuesta adaptativa al estrés es bien conocida. Un estímulo nuevo, inesperado o amenazante, que se presenta en forma aguda, interno o externo al organismo, desencadena respuestas cerebrales apropiadas para ese estímulo. Además de la codificación sensorial hay una respuesta afectiva que cataloga al estímulo como sobresaliente, relevante, positivo o, a veces, amenazante.
El camino común final de esta respuesta afectiva se produce en el núcleo paraventricular del hipotálamo, donde activa la liberación de la hormona liberadora de corticotropina y de arginina vasopresina, lo que a su vez estimula la liberación de la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) de la hipófisis anterior, que conduce a la síntesis y liberación de glucocorticoides de la corteza suprarrenal. También hay factores hipotalámicos que liberan ACTH de la región hipofisaria anterior.
El estudio del estrés comenzó con el descubrimiento en 1968 de los receptores putativos de esteroides suprarrenales en el hipocampo. El descubrimiento de estos receptores extendió la acción hormonal más allá del hipotálamo, a una región del cerebro conocida por intervenir en el aprendizaje y la memoria, dando lugar al escenario propicio para una conceptualización mucho más amplia.
En la actualidad, se sabe que el impacto de los glucocorticoides en el cerebro está mediado por dos receptores principales, de glucocorticoides (RG) y de mineralocorticoides (RM). Ambos son factores de transcripción cuya activación influyen en la regulación positiva o negativa de la expresión de sus genes diana.
Una respuesta saludable a un estresante agudo requiere tanto la activación de la respuesta rápida y vigorosa que conduce a la síntesis y liberación de glucocorticoides, como a un medio eficaz para poner fin a esa respuesta de estrés, para evitar la sobrecarga del sistema con las poderosas acciones de las hormonas del estrés.
Esta finalización depende de un mecanismo de retroalimentación negativa que sucede en muchos niveles (hipófisis, núcleo paraventricular del hipotálamo y, especialmente, el hipocampo, ricos en RG, pero en los cuales, la variación diurna de glucocorticoides impulsa al sistema a anular la respuesta del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal, en lugar de actuar como un termostato).
Se considera que existe una vía sináptica desde el hipocampo hasta el núcleo paraventricular, con una estación de relevo en el lecho nuclear de la stria terminalis. Las lesiones a lo largo de esta vía conducen a una sobreexpresión de hormona liberadora de corticotropina ARNm en el núcleo paraventricular y una larga duración de la respuesta al estrés. Los factores ambientales y psicosociales que alteran el hipocampo también pueden conducir a niveles excesivos de glucocorticoides, que a su vez pueden aumentar el daño del hipocampo.
Cuerpo y cerebro para conservar la salud
La identificación de los receptores de las 'hormonas del estrés' en el hipocampo ha dado lugar a otros conceptos. Además del hipocampo, se halló que estos receptores se expresan y actúan en otras regiones del cerebro involucradas en la cognición y la emoción, como la amígdala y la corteza prefrontal, y se comprobó que los estresores agudos y crónicos provocan plasticidad estructural adaptativa dentro de las regiones cerebrales interconectadas.
La plasticidad adaptativa es un término que describe cómo el estrés crónico puede remodelar el cerebro de una manera neuroprotectora, provocando la retracción de las dendritas y la pérdida de sinapsis en áreas que son altamente sensibles al estrés, como el hipocampo, la amígdala medial y la corteza prefrontal medial, al mismo tiempo que provoca la expansión de las dendritas y las nuevas sinapsis en otras áreas, como la amígdala basolateral y la corteza orbitofrontal. Estos cambios morfológicos favorecen las alteraciones en el comportamiento, las funciones autonómicas y neuroendócrinas, que son apropiadas para afrontar los factores estresantes continuos. Cuando las condiciones mejoran, el cerebro sano muestra resiliencia y se recupera, aunque se ha observado que no se trata de una verdadera reversión. Sin embargo, si las demandas relacionadas con el estrés continúan, el cerebro puede 'atascarse', es decir, no se adapta estructural o funcionalmente, incluso cuando los factores estresantes externos disminuyen, lo que lleva a condiciones patológicas, en las que es necesaria una intervención externa. Algunos ejemplos serían la ansiedad clínica o la depresión mayor, que pueden comenzar con una respuesta apropiada a un evento estresante, pero se vuelven inadaptadas cuando persisten y se hacen crónicas.
Registro de vida
Las acciones de las hormonas y experiencias en general dan como resultado la regulación epigenética de la información genética que conduce a las diferencias, incluso entre gemelos idénticos. La perspectiva del curso de la vida epigenética pone en evidencia que la vida es una calle de un solo sentido donde las influencias, incluso desde antes de la concepción hasta la vida adulta, determinan las trayectorias de salud o el riesgo de enfermedad.
La trayectoria vital de un individuo pude modificarse por experiencias que quedarán grabadas como positivas o negativas, según la respuesta adaptativa del sujeto. Estas experiencias (intervenciones) pueden ocurrir a lo largo de la vida, pero son particularmente poderosas durante las 'ventanas de oportunidad' como el desarrollo fetal, la primera infancia y la adolescencia.
Todavía falta mucho por conocer sobre los mecanismos moleculares, celulares y de circuitos que subyacen a este proceso dinámico, pero se puede comenzar partiendo de la base del conocimiento fundamenta, que es la existencia de una 'organización molecular' que juega un papel clave en el neurodesarrollo y la plasticidad de por vida.
Los glucocorticoides y los factores de crecimiento representan ejemplos de esos organizadores moleculares que impactan el desarrollo, la expresión genética y el impacto epigenético del medio ambiente, en la biología del estrés y el afrontamiento.
Los RG y RM de hormonas corticosteroides son factores de transcripción dependientes de ligando que residen sobre todo en el citoplasma. La interacción con ligandos de los glucocorticoides hace que los receptores actúen como lanzadera en el núcleo, modulando las tasas de transcripción de los genes diana. A pesar de esta modulación, los investigadores han descubierto mecanismos celulares y moleculares adicionales (no transcripcionales) a través de los cuales los glucocorticoides afectan los procesos desde el núcleo hasta la superficie celular, incluidas las mitocondrias, causantes de la remodelación estructural de las neuronas. Los RG tienen gran importancia en regiones concretas del cerebro y en animales, se ha comprobado que su anulación en todo el cerebro provoca un desequilibrio endocrino significativo, con niveles elevados de corticosteroides y cambios en el metabolismo energético y el control del peso, asociados con cambios en hormonas como la leptina e insulina.
Las investigaciones genéticas, junto con el estudio de la regulación de los RG a nivel genómico, epigenético y niveles de expresión génica, establecieron la importancia de estos receptores en la regulación de las emociones y emocionalidad, aún en términos de reactividad dinámica al medio ambiental, medio social y desarrollo temprano. Dada la naturaleza continua, poderosa y dinámica de la biología del estrés, no es sorprendente que la desregulación del sistema de estrés y el aumento de la carga alostática intervengan en muchos desórdenes psiquiátricos. De hecho, los trastornos afectivos, incluidos la depresión mayor, trastorno bipolar, de ansiedad, de pánico y de estrés postraumático, pueden verse como trastornos de estrés, en los que los circuitos neuronales clave que regulan la reactividad al estrés no funcionan de manera óptima. Aunque heredable en varios grados, la naturaleza de la vulnerabilidad a estos trastornos se relaciona con la forma en que el individuo responde al medio ambiente.
Todos los seres humanos llevan un número mayor o menor de factores de riesgo genéticos para la depresión mayor; se destaca que los hallazgos de un estudio importante muestran que en la depresión se produce la desregulación del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal. El modo como se desarrollan estas influencias genéticas depende del ajuste fino y la plasticidad de la respuesta al estrés, por la trayectoria que sigue el desarrollo del individuo y las experiencias de vida.
Los autores expresan que: «si bien el cerebro desempeña un papel clave en la orquestación y el ajuste de la capacidad de respuesta al estrés, es importante recordar que también es el objetivo de los cambios corporales, que son un tipo importante de estrés proximal, continuo y, a veces, tóxico». La demostración del impacto del estrés tóxico y la depresión sobre el cerebro humano ha involucrado tanto la estructura como la función del cerebro, acompañado por la contracción del hipocampo, como puede verse en la RNM funcional. La investigación ha mostrado la importancia del hipotálamo no solo en la depresión y el estrés sino también otras funciones cruciales para la motivación y la afectividad. Para subrayar aún más la naturaleza insidiosa del trastorno de estrés está la desregulación de varias familias de genes relacionadas con factores del desarrollo, reparación celular y crecimiento. También se ha demostrado que una familia de genes que está relacionada con la ansiedad y la depresión también lo está con la capacidad de respuesta emocional, la vulnerabilidad y la resiliencia.
En general, la combinación de estudios de neuroimagen humana y análisis post mortem revelan que los trastornos afectivos relacionados con el estrés tienen un impacto más amplio en el cerebro que el estimado antes: afectan la conectividad a través de múltiples regiones cerebrales e impactan en múltiples circuitos, tipos de células y moléculas. Quizás, todo esto se deba, a la alteración de la neuroplasticidad adaptativa que no llega a compensar al estrés continuo. Este fracaso tiene consecuencias neuronales y conductuales, que a su vez exigen esfuerzos de adaptación y compensación cada vez mayores, hasta que estos mecanismos fallan, expresándose como un trastorno devastador.
Cerebro social
La imagen que surge de los estudios neurobiológicos de depresión, junto con los resultados de los análisis epidemiológicos destaca la interacción entre la biología del estrés y la salud en general, fuertemente influenciada por el contexto social. Esto involucra todo el curso de la vida, donde la pobreza, así como otras formas de adversidad en la vida temprana, el abuso y la negligencia, aumentan desproporcionadamente el riesgo de diabetes, depresión, enfermedad cardiovascular, abuso de sustancias, y más tarde, demencia, aumentando así la miseria humana y los costos para el cuidado de la salud.
Por otra parte, el hipocampo y las regiones cerebrales interconectadas, como la amígdala y la corteza prefrontal, muestran efectos que acompañan a estas condiciones, tanto en la estructura como en la función. La interacción entre el contexto social y la biología del estrés hace retrotraer al concepto amplio de carga alostática, impacto de la experiencia y concepto de 'exposoma', que refleja cómo la totalidad del entorno social y físico dan forma al cerebro y su capacidad para funcionar, tanto cognitiva como afectivamente.
La suma de todas las experiencias puede tornarse restrictiva y socavar en forma similar el funcionamiento óptimo, la capacidad de adaptación, el afrontamiento y la remodelación del cerebro, de manera continua o brindando oportunidades para el cambio. De hecho, numerosos estudios han revelado el impacto positivo de actividades como el ejercicio regular y el aprendizaje intenso, para mejorar el volumen y la actividad del hipocampo, y mediando una mayor resiliencia al estrés.
En opinión de los autores, «la neurobiología del estrés representa la biología básica de los trastornos afectivos. Si bien en los últimos 50 años hemos acumulado una impresionante cantidad de conocimientos sobre la biología del estrés, apenas hemos arañado la superficie». BP