Una persona sana sólo necesita
asesoría profesional médica o de un nutricionista para revisar su estado físico
general y brindarle orientación sobre hábitos alimentarios que contribuyan a
mantener su buen estado de salud. En una persona enferma y hospitalizada la
evaluación de su estado de nutrición es más complejo, ya que debe incluir una
valoración de más parámetros y cuidado del equipo de salud, entre ellos
médicos, nutricionistas, enfermeros y cambios en la dieta acordes a su
padecimiento y en algunos casos extremos que lo requieran proporcionar
alimentación parenteral.
COVID-19 y alimentación en casa
Se ha visto que un buen estado
nutricional tiene un efecto importante en la conservación de la integridad
del sistema respiratorio y en su funcionamiento.
Si presentas COVID-
19 con síntomas leves y sin complicaciones y estás en tu casa
con monitoreo médico, he aquí una serie de recomendaciones generales sobre tu
alimentación que proporciona la Organización de las Naciones Unidas (OMS):
- Alimentación equilibrada e hidratación adecuada durante la cuarentena
Se ha visto que las personas que
siguen una dieta equilibrada tienden a ser más sanos, presentan un sistema
inmune más fuerte y disminuye su riesgo de presentar enfermedades crónicas
y enfermedades infecciosas.
- Incluye a diario una variedad
de alimentos frescos sin procesar para obtener vitaminas, minerales, fibra
dietética, proteínas y antioxidantes que tu cuerpo necesita.
- Bebe a diario suficiente agua
Es importante que te
mantengas hidratado. Bebe de 8 a 10 vasos de agua al día. Recuerda
que el agua sola es la mejor opción, también puedes tomar bebidas como té, café
o agua de limón sin azúcar añadida. Si tienes fiebre vas a requerir tomar más
agua, es importante mantenerse hidratado. Evita exceso de cafeína, bebidas con
azúcar añadida, sodas y jugos de fruta concentrados o azucarados.
- Come alimentos frescos sin procesar
Come a diario frutas y vegetales
en especial de color amarillo o naranja y vegetales de hojas verdes, legumbres
(frijoles, lentejas, garbanzos, habas, soya, entre otros), nueces, y semillas,
granos enteros como avena, maíz, arroz integral, tubérculos como papas, camote
y yuca. Así como fuentes de proteína animal como pescado, pollo, carne magra,
huevos y lácteos bajos en grasa (yogur, queso y leche).
- Porciones de alimentos de acuerdo a tus recomendaciones de energía y
nutrientes
Las porciones de alimentos
dependen de tus requerimientos de energía y nutrimentos, sin embargo una guía
general mínima a incluir diario proporcionada por la OMS es la siguiente:
Asegura un mínimo diario de 2.5
tazas de vegetales (5 porciones), 2 tazas de fruta (4 porciones), 180 g de
granos enteros y 160 g de alimentos con proteínas ya sea de origen vegetal o
animal. La carne roja puedes consumirla 1- 2 veces por semana, pollo 2- 3 veces
por semana y pescado 2-3 veces por semana. Las porciones deben ir de
acuerdo a los requerimientos de energía y nutrientes que van acorde al género,
actividad física, estatura y complexión física.
- Incluye refrigerios saludables
En tus refrigerios incluye
vegetales crudos y fruta fresca en lugar de productos altos en azúcar, grasa o
sal. Evita el azúcar o productos que lo contengan, así como grasas saturadas y
exceso de sal para ayudar a disminuir riesgo de sobrepeso, obesidad,
enfermedades coronarias, infarto cerebrovascular o embolia, diabetes y ciertos
tipos de cáncer.
- Grasa y aceite con moderación
Prefiere grasas insaturadas como
las que se encuentran en aguacate, nueces, aceite de oliva, aceite de soya,
aceite de canola, aceite de girasol y aceite de maíz.
Evita grasas saturadas como las
que se encuentran en la carne roja con grasa, mantequilla, aceite de coco,
crema y quesos grasosos.
Evita consumir productos
procesados con grasas trans, incluyendo comida rápida, snacks, comida frita,
pizza, pasteles, galletas, margarinas y aderezos grasosos, entre otros.
Prefiere consumir pescado y pollo
(pechuga) por su bajo contenido en grasa en lugar de carnes rojas grasosas y
embutidos y otras carnes procesadas con alto contenido en grasa y sal.
Incluye versiones de lácteos
bajos en grasa como yogur, leche y queso.
- Come menos grasa y azúcar
Recuerda al cocinar limitar la
cantidad de sal y condimentos altos en sodio como salsa de soya, salsa de pescado,
entre otras.
Limita tu ingesta de sal a menos
de 5 g, esto es aproximadamente 1 cucharadita de sal yodada. Evita productos y
snacks altos en sal y azúcar.
Prefiere consumir fruta fresca en
lugar de productos elaborados con exceso de azúcar como galletas, pasteles y
chocolate.
Evita consumir sodas o refrescos
y otras bebidas altas en azúcar como jugos industrializados de fruta y jugos
concentrados de fruta y jarabes, así como batidos o leches endulzadas, bebidas
de yogur con azúcar añadida y bebidas de café azucaradas.
Una alimentación equilibrada y mantenerte hidratado durante el
tiempo que estás con COVID-19 ayudará a tu recuperación
En algunos casos podrás requerir
suplementos de vitamina C, vitamina D, zinc o ácido
fólico durante la cuarentena. Pregunta a tu médico sobre las dosis
adecuadas para ti.
Mantente en contacto con tu
proveedor de salud durante toda la cuarentena si tienes COVID-19, en especial
si tienes alguna enfermedad crónica previa como diabetes u otra o
padeces de hipertensión arterial. GCR
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