Mártir, 23 de Marzo
Elogio:
En Cornualles, san Fingar o Guignero,
mártir.
En Cornualles,
conmemoración de san Fingar, mártir, hijo de Clitón, rey de Hibernia, el cual,
convertido a la fe por san Patricio, rehusó la dignidad de príncipe, y la
corona que le fue ofrecida a la muerte de su padre, se trasladó a Cornualles
para abrazar la vida solitaria, y allí, en odio a la religión cristiana fue
muerto por Teodorico, rey de Cornualles, hacia el año quinientos.
Esto dice el
«Martirologio Anglicano» de Wilson de 1640. Posiblemente este Clitón que
menciona la noticia como padre de san Fingar sea Clito, uno de los siete hijos
del rey Amhalghaidh, que aparece nombrado en la «Vita tripartita» de san
Patricio, en la que el bautismo de los siete es narrado en detalle. Si esto es
así -y es casi seguro-, podemos ubicar a Fingar en la historia con bastante
precisión: Amhalghaidh era rey de Connacht, uno de los reinos históricos de
Hybernia, es decir, de la actual Irlanda, situado al oeste de la isla, cuando
san Patricio predicó en la región. Gobernó poco tiempo, del 440 al 445
aproximadamente, pero su nombre reviste especial importancia, porque fue el
primer rey cristiano de Connacht.
Fingar
(llamado también Guignero o Gwinnear) era, por tanto, príncipe a través de
Clito. Según la noticia hagiográfica, era no sólo príncipe, sino también
heredero, ya que rehusó la corona; ese extremo no lo podemos verificar, dado
que a la muerte de Amhalghaidh no le sucedió Clitón sino otro miembro de la
familia.
Aunque todavía
no había comenzado el auge de los eremitas irlandeses, que más bien se darán a
partir del siglo VI, no es nada extraño que a la conversión de Fingar le haya
seguido su deseo de vida eremítica. Fue así que se retiró a un territorio que
aun era pagano, Cornualles, península al sur de la actual Inglaterra.
Una vez
instalado allí, lamentablemente carecemos de datos verificables. La leyenda se
entremezcla con la historia y forma un nudo intrincado. Algunas crónicas hablan
de que fue también misionero en la Bretaña francesa (en Vannes se conserva su
conmemoración), otras que se estableció en Cornualles en lo que nosotros
llamaríamos una comunidad de monjes, en la que también participaba su hermana
Phiala. La noticia como hemos visto, termina abruptamente: el rey de Cornualles
por odio a la fe cristiana, lo mató. Ese rey, incorrectamente identificado con
un tal Teodorico, que no figura en fuentes propias del territorio, quizás sea
Corótico, que sí es mencionado en las crónicas de san Patricio como un tirano.
El hecho debió de suceder hacia el 460, no hacia el 500 como indica Wilson.
La celebración
tradicional incluye a Phiala y a un indeterminado número de compañeros también
mártires, mientras que el Martirologio Romano actual ha preferido mantener lo
más ceñido a las escasas noticias que poseemos, evitando los desarrollos
legendarios. En Cornualles y en Irlanda se celebra el 14 de diciembre, pero
parece que la fecha propia del martirio es el 23 de marzo, y así está inscripto
en el Martirologio Romano actual. Existe una «Vita» escrita por un monje de
nombre Anselmo, aunque muy tardía, de no menos de 500 años posterior al santo.
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