Nuestra salud depende en gran medida del estado de
nuestro de sistema inmune, lo cual significa que cuanto mejor sea su
funcionamiento, mayor será la resistencia a los virus e infecciones que
intentan ingresas en nuestro organismo. Aunque muchos piensen que las vacunas y
las enfermedades son uno de los factores más influyentes en el sistema inmune,
esto es solo un pequeña parte de la historia.
Nuestros hábitos, todas esas cosas que hacemos a
diario, tienen un impacto directo en el funcionamiento del sistema inmune y,
por lo tanto, en la protección contra enfermedades, en especial cuando
alcanzamos una edad avanzada. Para llevar una vida sana y libre de problemas de
salud, vemos los 8 hábitos más perjudiciales para nuestro sistema inmune.
1- No conversar lo suficiente
Cada vez es más evidente que la interacción social
no solo es buena para la mente sino que también es beneficiosa para el cuerpo.
Diversas investigaciones han demostrad que un nivel bajo de interacción social
en el hogar, en el trabajo y en otros círculos, podría hacernos más propensos a
contraer enfermedades. Cuando nuestra vida social no es activa, el cerebro se
sobrecarga con químicos que generan ansiedad y, como consecuencia, terminamos
viviendo menos que nuestros amigos más sociables. Otra investigación demostró
que de un grupo de 270 personas entre 18 y 55 años, aquellas que tenían 6 o más
interacciones sociales regulares tenían una resistencia 4 veces mayor a virus y
enfermedades.
¿Cómo resolverlo? La mayoría
de las personas llevamos una vida ocupada con muchas responsabilidades que
cumplir. Sin embargo, para nuestra salud, es esencial saber cultivar y mantener
las amistades, que son tan importantes como tu membrecía en el gimnasio.
2- No dormir lo suficiente
En estos tiempos, siempre hay algo que hacer, algo
que mirar o algún lugar donde ir. Sin embargo, muchos profesionales de la salud
han asociado el hábito de no dormir durante la noche y despertarse temprano por
la mañana un sistema inmune caracterizado por tener bajos niveles de glóbulos
blancos, las células que combaten gérmenes y virus. Un estudio llevado a cabo
en la Universidad de Chicago comprobó
que los hombres que duermen menos de 4 horas por noche durante una semana, solo
llegan a producir la mitad de los anticuerpos que combaten el resfrío, en
comparación con aquellos que duermen de 7 a 8 horas diarias.
¿Cómo solucionarlo? La mayoría de los adultos requieren entre 7 y 9 horas de sueño
ininterrumpido. Si media hora después de levantarte aún te sientes cansado, lo
más probable es que la calidad del sueño no sea buena. Intenta tener un horario
fijo para dormir, de manera que puedas acostumbrar tu cuerpo a esa rutina, y si
sientes cansancio constante incluso luego de haber dormido lo suficiente, te
recomendamos consultar con un especialista.
3- Tener una actitud pesimista
Diversos estudios han demostrado que las personas
que tienden a ver el vaso vacío, son más propensas a vivir una vida estresada y
a padecer problemas de salud. Por otro lado, las personas más optimistas tienen
niveles más altos de linfocitos T, una mejor respuesta inmune y glóbulos
blancos más fuertes. Aunque es posible que las personas optimistas cuiden más
de su salud, es innegable que pesimismo solo puede atraer cosas negativas,
tanto para nuestra mente como para nuestro cuerpo.
¿Cómo solucionarlo? Hacer una
transformación y un cambio de actitud requiere de compromiso y perseverancia. Debes
intentar ver la vida con una mirada positiva, y sacar lo bueno de todas las
situaciones que vivimos, incluso de aquellas que parecen terribles. Es
fundamental ser conscientes del impacto que esta actitud puede tener en nuestro
cuerpo y en nuestra mente.
4- Pelear con tu pareja de la forma incorrecta
Una investigación muy interesante llevada a cabo
por la UCLA descubrió que las parejas
que discuten sus problemas de forma abierta y pacífica estimulan el sistema
inmune y los glóbulos blancos de la misma manera en que lo harían durante una
rutina de ejercicios leves. Por otro lado, las parejas que pelean con sarcasmo,
insultos y agresión pasiva, tienen niveles bajos de linfocitos T y altas
concentraciones de hormonas de estrés. Además, este último grupo puede llegar a
tardar un 40% más para recuperarse de enfermedades y lesiones, en comparación
con las parejas más tranquilas.
¿Cómo solucionarlo? Los hábitos
y la dinámica de las relaciones son factores difíciles de cambiar. Cuando las
conversaciones que deberían ser normales se tornan agresivas, nuestro cuerpo y
nuestra mente comienzan a sentir los efectos. Cada vez que tengas un problema
con tu pareja, elije conversar de forma pacífica y abierta, de manera que
puedas mantener saludable tu cuerpo y tu relación.
5- No tomar descansos en la carrera con el estrés
¿Qué sucede cuando el estrés domina nuestra vida y
se vuelve parte de nuestra rutina diaria? En estos casos, el sistema inmune
comienza a experimentar un deterioro en su habilidad para combatir infecciones,
virus y gérmenes. Durante los períodos largos de estrés, el número de glóbulos
blancos desciende y el funcionamiento del sistema inmune se debilita. Esto
también se aplica a las personas que viven situaciones traumáticas, como
accidentes o la pérdida de un ser querido.
¿Cómo solucionarlo? Todos
tenemos alguna actividad que nos desconecta de la realidad y alivia el estrés.
No te olvides que en tu rutina diaria debes incluir alguna de estas
actividades, ya sea ir al gimnasio, salir con amigos, ver una película, o
cualquier otra cosa que te sea útil para canalizar el estrés y la energía.
6- Usar cosas de otras personas
La mayoría de los gérmenes y virus más comunes se
transmiten mediante el contacto con las manos y otros objetos, por lo que
siempre es mejor utilizar nuestras propias herramientas. Lamentablemente, nunca
estamos seguros del camino que recorrieron los objetos antes de llegar a
nuestras manos y, si bien no debemos obsesionarnos con los gérmenes, es
necesario que tomemos las precauciones necesarias para evitar el contagio de
enfermedades o infecciones.
¿Cómo solucionarlo? Haz una lista con los objetos que más necesitas durante el día, y
asegúrate de guardarlos en tu bolso o mochila, de manera que siempre puedas
tenerlos al alcance. Además, para evitar contagios, es importante mantener una
buena higiene de las manos.
7- Abusar de los antibióticos
Los antibióticos fueron pensados para tratar
enfermedades o infecciones serias. Por eso, si adoptamos el hábito de tomar un
antibiótico cada vez que sentimos un pequeño dolor o molestia, nuestro cuerpo
terminará por desarrollar una resistencia a esos antibióticos y, como
consecuencia, nuestro organismo se volverá más propenso a contraer infecciones
y enfermedades. Muchas investigaciones han comprobado que los pacientes que
consumen grandes cantidades de antibióticos tienen un sistema inmune más
vulnerable, lo cual aumenta las chances de contraer enfermedades a futuro.
¿Cómo solucionarlo? Limita el consumo de antibióticos para los casos en que padeces alguna
enfermedad o infección viral. No debes consumirlos, a menos que hayan sido
recetados por un profesional de la salud.
8- Estar siempre de mal humor
Al sistema inmune le encantan los ataques de risa y
el buen humor. De hecho, muchas investigaciones han demostrado que la risa
tiene la capacidad de reducir los niveles de las hormonas de estrés. En un
estudio llevado a cabo en la Universidad
de Medicina de Loma Lina, un grupo de adultos que vio un vídeo divertido
por tan solo una hora, presentó una mejora notable en el funcionamiento del
sistema inmune.
¿Cómo solucionarlo? Este problema es bastante fácil de resolver, solo tienes que reírte
más, disfrutar de películas divertidas, de tu tiempo con amigos y de todas
aquellas actividades que mejoren tu humor y dibujen una sonrisa en tu rostro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario