San Agustín afirma que Ananías era sacerdote, y en la tradición hagiográfica se lo señala como obispo de Damasco, y evangelizador de Eleutherópolis. Se lo identifica también con uno de los 70 discípulos mencionados por Lucas, y por lo tanto discípulo directo del Señor. Según una «Passio» griega, murió mártir, lapidado por orden del juez Licinio. Ninguno de estos datos puede verificarse, y debe tenerse presente que las comunidades cristianas gustaban de prestigiarse identificando a su fundador local con uno de los anónimos 70 (o 72) discípulos, o bien retrotrayéndose a un personaje conocido por el Nuevo Testamento, así que este tipo de datos es siempre sospechoso de ser invención legendaria, y es preferible tomarlo como meras tradiciones de colorido local.
El Martirologio actual lo inscribe el 25 de enero, junto a la conversión de san Pablo, siguiendo la tradición de Occidente desde el Martirologio de Usuardo, ya que las «actas» griegas, y los sinaxarios y menologios orientales lo inscriben el 10 de octubre. En Damasco se conserva una capilla subterránea, resabios de una basílica bizantina construida sobre la supuesta casa en la que Ananías bautizó al Apóstol de los Gentiles.
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