Los argentinos
modificaron sus hábitos de consumo de alimentos durante la pandemia de
coronavirus, con mayores compras de pastas y menos -y más esporádicas- de
carne, según un informe del Instituto para la Promoción de la Carne Vacuna
Argentina (Ipcva).
De acuerdo al
'Monitor de consumo online' del Ipcva, 44% de los consumidores se aprovisionó
con más productos ricos en carbohidratos (pastas y arroz), 37% hizo lo propio
con las verduras y 27% manifestó abastecerse en cantidad de carne vacuna.
Lo que se busca
principalmente al momento de comprar alimentos, es la variable prioritaria de
relación precio/calidad, y la confianza en el punto de venta y por último la
cercanía del negocio y la practicidad para cocinar.
En cuanto a las
edades de los compradores, si bien 40% de la población manifiesta que el precio
es la variable más importante durante la compra, baja a 33% en la generación de
los millenials (26 a 35 años), que otorga mayor influencia a la calidad durante
la compra.
Antes de la
pandemia, la mitad de los compradores argentinos de carne vacuna hacía compras
más o menos frecuentes y la otra, más esporádicas. Ahora, “se va menos seguido
a comprar carne y eso se nota en la estadística de la encuesta realizada por
internet a más de mil personas”, resaltó el informe del Ipcva. También, se advierte un crecimiento
incipiente de la modalidad de compra online, concluyó el trabajo.
Hoy día, las
pastas se han convertido en uno de los platos preferidos por los argentinos, se
estima que cada uno consume con 9,1 kilos por año. Y a la hora de elegir qué
pasta se consume más, Claudio Pérez, propietario de la popular ELBITA Pastas
(62 años en el mercado), que en la actualidad cuenta con modernos locales en
zona norte del Gran Buenos Aires (Martínez, San Isidro, Pilar y Tigre), y con tecnología actualizada para la
fabricación de sus pastas, los gustos marcan que las variedades más consumidas
son:
1. Ravioles
2. Ñoquis
3. Crepitos
4. Raviolones
5. Sorrentinos
Es frecuente
pensar que en una dieta para adelgazar se deben eliminar las pastas de la mesa.
Sin embargo, según los expertos este alimento puede ofrecer muchos beneficios y
no debemos dejar de incluirlo en la dieta habitual. Lo que suele suceder es que
la forma en que solemos consumir las pastas no son las más adecuadas si
queremos reducir las calorías del plato.
La pasta es un
alimento energético, pero bajo en grasas, con cierta cantidad de proteínas,
minerales (hierro y zinc), y vitaminas del grupo B. Pese a que los especialistas
en nutrición la recomiendan, hasta 2 o 3 veces por semana, mucha gente deja de
incluirla en la dieta por considerar excesivo su aporte calórico. Realmente, la
pasta aporta una cantidad moderada de calorías (350 por cada 100 gramos), pero
es la forma de complementarla y cocinarla lo que hace que sea un menú bajo,
moderado o alto en calorías.
Lo que añade más
calorías y grasas a un plato de pasta son los ingredientes usados para
acompañarla, y es aquí donde podemos jugar para conseguir una comida más liviana
o más completa, según nuestras necesidades y objetivos.
Son múltiples
las formas de cocinar y combinar las pastas con otros alimentos, lo cual nos
favorece debido a sus aportes de otros nutrientes como proteínas, grasas
buenas, vitaminas y minerales y fibras, principalmente.
Recordemos que
una alimentación saludable es aquella que es variada y completa, por lo cual no
necesitamos eliminar alimentos, sino saber elegirlos en sus versiones más
sanas, para evitar excesos. BP
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