¿Estás, medio dormido o medio despierto? ¿En la realidad o en
el mundo de los sueños? Esta incertidumbre temporal y otras sensaciones
angustiantes suelen sufrir las personas que padecen parálisis del sueño. Se
trata de un trastorno en el que la persona está totalmente consciente, pero es
incapaz de moverse o hablar.
La parálisis del sueño ocurre durante el período de
transición entre el estado de sueño y el de vigilia. Es un fenómeno muy común,
que afecta aproximadamente a 6 de cada 10 personas. Si bien esta situación
puede infundir un gran terror, ya que se mantienen las capacidades auditivas y
táctiles, no existe peligro alguno, ya que los músculos respiratorios continúan
en funcionamiento.
La parálisis del sueño se considera una parasomnia, es decir,
un trastorno en la conducta durante el sueño. Estos se caracterizan por ser
episodios puntuales, donde podemos llegar a despertarnos sin llegar a que se
produzca una interrupción importante del sueño ni una alteración del nivel de
vigilia diurno. Otros ejemplos de parasomnia son el sonambulismo, pesadillas,
terror nocturno, bruxismo o calambres.
Diferentes tipos
La
parálisis del sueño puede dividirse en tres tipos: formas aisladas, suelen
ocurrir al levantarse y se asocian al mal sueño o el estrés. Forma familiar, es
la categoría más rara y se produce cuando varios miembros de la familia sufren
un mismo trastorno. Finalmente puede estar asociada a otras enfermedades, como
la narcolepsia (incapacidad de regular los ciclos de sueño). La imposibilidad de explicar este fenómeno dio lugar a
que en el pasado la parálisis del sueño fuera atribuida a diferentes fenómenos
paranormales, como la intervención de fantasmas o espíritus, presencias
extraterrestres, o súcubos (demonios). Estos episodios también se confundieron
con viajes astrales o experiencias extracorporales. El motivo que genera este trastorno aún es
desconocido. Sin embargo, una región del cerebro, la amígdala, es muy activa
durante el movimiento ocular rápido (REM), lo cual es importante para el miedo
y la memoria emocional. Los expertos creen que esta respuesta frente a un
entorno que no representa peligro podría explicar porque surge la parálisis del
sueño.
Factores de riesgo
A
partir de distintas investigaciones los profesionales coinciden en que la
parálisis del sueño puede ser influenciada por antecedentes de trauma,
diagnósticos psiquiátricos, factores genéticos, mala salud física y de sueño y
uso o abuso de sustancias. La frecuencia y gravedad de los episodios también se
relacionó con problemas de salud mental, como la ansiedad. Al paralizarse las personas pueden experimentar
alucinaciones vívidas. Quiénes la sufrieron señalan que sintieron presión en el
pecho, angustia, la presencia de personas en la habitación, usualmente
extrañas, o que el cuerpo comienza a moverse sin que lo dirijan. Estos
episodios pueden durar un par de segundos, llegando incluso a 2 o 3 minutos.
¿Puede tratarse?
Actualmente
no hay un tratamiento reconocido para la parálisis del sueño, si existe
preocupación por estos episodios se recomienda consultar con un profesional.
Sin embargo, los expertos normalmente recomiendan mejorar los hábitos y
horarios de sueño (dormir entre 7 u 8 horas) y evitar el alcohol o el tabaco
durante las 3 horas previas a dormir. También se
recomienda limitar el consumo de café luego de las 2 pm y mantener los aparatos
electrónicos fuera de la habitación. En casos más extremos, a los pacientes se
les puede prescribir una dosis baja de antidepresivos. Si esto ya no funciona,
puede que el problema sea un trastorno médico subyacente. TV
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