La clave para tratar una forma
agresiva de cáncer de mama podría estar oculta en las abejas. Al menos, eso es
lo que implica un nuevo estudio. Recientemente, los científicos han descubierto
que el veneno de abeja se puede usar para matar las células del cáncer de mama
triple negativo, un tipo de cáncer que tiene opciones de tratamiento limitadas
en la actualidad. El estudio fue realizado por el Instituto Harry Perkins de
Investigación Médica en Australia Occidental y fue publicado en Nature
Precision Oncology, una revista revisada por pares. Este descubrimiento se ha
calificado de ‘emocionante’ en el mundo médico y se considera el próximo gran
descubrimiento que podría ayudar en la lucha contra el cáncer de mama. El
cáncer de mama es uno de los tipos de cáncer más comunes que afecta a millones
de mujeres en todo el mundo. Hoy en día, numerosos compuestos químicos pueden
combatir las células cancerosas en un laboratorio. Sin embargo, muy pocos
pueden producirse como tratamiento para humanos. Aquí es donde la afirmación de
este nuevo estudio puede cambiar las reglas del juego. También se ha
descubierto anteriormente que el veneno de abeja tiene propiedades
anticancerígenas. De hecho, incluso en 1950, se demostró que el veneno de abeja
mata los tumores en las plantas. También se ha demostrado que funciona contra
otros cánceres como el melanoma.
¿Qué dice el estudio?
El equipo de investigadores
explicó que han probado el veneno de abeja contra todos los tipos de células de
cáncer de mama, junto con las células de mama normales. Al parecer, esta es la
primera vez que se realiza una prueba de este tipo. El equipo de investigación
probó el veneno de 312 abejas y abejorros. Se descubrió que los extractos de
abejas son ‘extremadamente potentes’, según los científicos. Más importante
aún, se descubrió que una concentración particular del veneno mató al 100% de
las células cancerosas en una hora y sin afectar seriamente a las saludables.
Curiosamente, el nivel de toxicidad aumentó para otros niveles de dosificación.
“Significativamente, este estudio demuestra cómo la melitina interfiere con las
vías de señalización dentro de las células del cáncer de mama para reducir la
replicación celular”, dijo el profesor Peter Klinken, científico jefe de
Australia Occidental, en un comunicado de prensa del Instituto de Investigación
Médica Harry Perkins. “Proporciona otro maravilloso ejemplo de cómo los
compuestos de la naturaleza se pueden utilizar para tratar enfermedades
humanas”. La melitina es la molécula que crea la sensación dolorosa de una
picadura de abeja. La melitina se encuentra naturalmente en el veneno de abejas
y también se puede generar sintéticamente. El equipo probó tanto el veneno como
la melitina por separado y descubrió que ambos eran efectivos contra el cáncer
de mama triple negativo y las células de cáncer de mama enriquecidas con HER2
(receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano). “Lo que hace la
melitina es que entra en la superficie de la membrana plasmática y forma
agujeros o poros y hace que la célula muera”, explicó la Dra. Ciara Duffy,
directora del estudio. Además, también se descubrió que la melitina obstruía el
sistema de mensajería de las células cancerosas, que es vital para que el
cáncer se multiplique y crezca. Dado que se ha revelado que la melitina hace
agujeros en las células cancerosas, los científicos creen que esto podría
combinarse con las quimioterapias actuales que ingresarían a las células
cancerosas a través de las aberturas y las matarían.
¿Podría usarse el veneno de abeja en el futuro en humanos?
En general, el cáncer de mama
triple negativo, que se considera el tipo de cáncer más agresivo, representa
casi el 10-15% de los casos de cáncer de mama y generalmente se trata con
cirugía, radioterapia y quimioterapia. Si bien los hallazgos de este nuevo
estudio son realmente emocionantes, estos aún son días muy tempranos. Otros
científicos han advertido que matar el cáncer en un laboratorio y tratarlo con
éxito en un ser humano son dos cosas completamente diferentes. El propio equipo
admite que “queda un largo camino por recorrer en cuanto a cómo lo
entregaríamos en el cuerpo”. Queda por ver si el veneno realmente puede
funcionar a gran escala como medicamento para combatir el cáncer, pero hay
razones para tener esperanzas. Dicho esto, sería importante señalar aquí que la
terapia de picadura de abeja, que ha ganado popularidad recientemente como una
forma de tratamiento para tratar diversas afecciones como la artritis y la EM,
ha demostrado ser francamente dañina. Por lo tanto, sería necesario realizar
mucha investigación y muchas pruebas antes de que el veneno de abeja pueda
considerarse seguro para combatir el cáncer de mama. JQR
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