Aunque
no es frecuente, hay personas, sobre todo mujeres, que padecen acné en la
adultez. Hay que prestar atención a este problema y consultar al médico
especialista.
El acné suele relacionarse con la adolescencia, pero cada vez más adultos
se ven afectados por esta patología, la cual además de ser un problema de salud
puede ir acompañado de trastornos psicosociales que afectan la autoestima, la
confianza en sí mismo y la imagen corporal de quien la padece. El impacto psicológico del acné, tanto en
adultos como en jóvenes, puede llegar a ser muy severo causando depresión,
vergüenza, frustración, enojo, confusión, cambios en el estilo de vida,
problemas en la dinámica familiar y laboral y aislamiento social.
Según datos del
Consenso sobre Acné publicado por la Sociedad Argentina de Dermatología, el
acné llega a enfermar a un 80-85% de las personas entre los 12 y 25 años. Si
bien es una enfermedad que se presenta en un grupo etario bien determinado, se
puede observar que en un 12% de las mujeres y en un 3% de los hombres, el acné
puede continuar hasta aproximadamente los 45 años.
“El
acné adulto es generalmente de grado leve a moderado, las lesiones son de
localización facial, en particular en la región peribucal, mejillas y áreas
mandibulares. Puede presentarse en pacientes sin antecedentes de acné, o ser un
cuadro persistente, desde la adolescencia. Fueron encontradas tasas de
excreción de sebo significativamente mayores en mujeres con acné persistente en
comparación con casos de acné de aparición post-adolescente”, indica el
Consenso sobre Acné.
Las
mujeres, las más afectadas
Por lo general,
2 años después de la primera menstruación, los niveles de estrógenos favorecen
la formación del acné. Sin embargo, hay mujeres que luego de la adolescencia
persisten o vuelven a presentar lesiones, y esto es lo que se llama el acné en
las mujeres adultas o acné tardío. En este cuadro juega un rol importante el
exceso de andrógenos.
“El
45% de las mujeres entre 21 a 30 años presenta este tipo tardío de acné, como
también el 26% entre 31 y 40 años. A partir de las cuatro décadas el número
disminuye, siendo un problema del 12% de la población femenina entre los 40 y
los 50 años”, describe la Dra. Lara Miechi, médica endocrinóloga del Instituto
de Diagnóstico e Investigaciones Metabólicas (IDIM).
Qué es
el Síndrome Hiperandrogénico
Cuando además de
acné se manifiestan alteraciones del ciclo menstrual, hirsutismo; aumento del
vello terminal, pérdida del cabello, dermatitis seborreica y obesidad, el
diagnóstico deja de ser sólo un acné tardío y pasa a llamarse Síndrome
hiperandrogénico. También pueden presentar alteraciones metabólicas tanto como
dislipemias (alteración de niveles de lípidos en sangre) e insulinoresistencia,
aumentando el riesgo de contraer diabetes mellitus o patología cardiovascular.
En todo el
mundo, el síndrome hiperandrogénico se observa entre un 5 a un 10% de la
población de las mujeres en edad fértil y muchas veces se lo conoce a través de
una disfunción habitual como el síndrome de ovario poliquístico. “Para un correcto diagnóstico y eventual
tratamiento médico, es indispensable una evaluación hormonal de los andrógenos,
testosterona, androstenodiona, dehidroepiandrosterona sulfato a cargo del
endocrinólogo”, explica la Dra. Miechi.
Mitos
sobre el acné
· El acné no es contagioso.
· No es provocado por falta de higiene.
· No se deben apretar los granitos.
· El maquillaje no es un agente causal de acné, pero puede favorecer la aparición de lesiones.
· Las evidencias sugieren que el estrés es un factor importante para la aparición del acné.
· El sol tiene efecto nocivo sobre el acné. BP
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