Keller nació en una hacienda llamada Ivy Green, el 27 de
junio de 1880. No nació ciega y sorda, sino una niña típica, sana, y bonita. No
fue hasta diecinueve meses después que contrajo una enfermedad que los doctores
describieron como una congestión aguda del estómago y el cerebro. Keller no tuvo
la enfermedad por mucho tiempo, pero la dejó ciega, sorda, e incapaz de hablar.
A la edad de siete años había inventado más de sesenta distintas señas que
podía emplear para comunicarse con su familia.
En 1887, sus padres, Capitán Arthur H. Keller y Kate Adams
Keller, finalmente se pusieron en contacto con Alexander Graham Bell, quien
trabajaba con jóvenes sordos. Les sugirió contactar con el Instituto Perkins
para los Ciegos en Watertown, Massachusetts. Le delegaron a la profesora Anne
Sullivan, quien tenía tan sólo 20 años, para intentar curar la mente de Helen.
Esto fue el inicio de un período de 49 años de trabajar juntas.
Sullivan exigió y recibió permiso del padre de Helen para
aislar a la niña del resto de la familia, en una pequeña casa en su jardín. Su
primera tarea era disciplinar a la niña mimada. El gran progreso de Helen
ocurrió un día cuando se dio cuenta de que los movimientos que su maestra
estaba haciendo con sus palmas simbolizaban la idea de ‘agua’ y casi exhaustó a
Sullivan quien siguió exigiendo nombres de otros objetos familiares en su mundo
(incluyendo su preciosa muñeca).
Anne pudo enseñar a Helen a pensar inteligiblemente y a
hablar, usando el método Tadoma: tocando los labios de otros mientras hablan,
sintiendo las vibraciones, y deletreando los caracteres alfabéticos en la palma
de la mano de Helen. También aprendió a leer francés, alemán, griego, y latín
en braille.
En 1888, asistió al Instituto Perkins para los Ciegos y
también asistió a la Escuela Wright-Humason para los Sordos en Nueva York.
Cuando Helen tenía 24 años en 1904, se graduó cum laude de Radcliffe College,
donde Anne Sullivan había traducido cada palabra en su mano, y llegó a ser la
primera persona sorda en graduarse de la universidad.
Helen se convirtió con una tremenda fuerza de voluntad en una
oradora y autora mundialmente famosa. Estableció la lucha por los
sensorialmente discapacitados del mundo como la meta de su vida. En 1915, fundó
‘Helen Keller Internacional’, una organización sin fines de lucro para la
prevención de la ceguera. Helen y Anne Sullivan viajaron a más de 39 países, e
hicieron varios viajes a Japón, llegando a ser favorecida por la gente
japonesa. Helen Keller conoció a cada presidente estadounidense desde Grover
Cleveland hasta John F. Kennedy y fue la amiga de varios personajes famosos
incluyendo Alexander Graham Bell, Charlie Chaplin, y Mark Twain.
Helen Keller fue miembro del partido socialista y activamente
hacía campañas y escribía en apoyo de las clases trabajadoras desde 1909 hasta
1921. Apoyaba al candidato Eugene V. Debs del Partido Socialista en cada una de
sus campañas para la presidencia. Sus opiniones políticas se reforzaban por
frecuentes visitas de trabajadores. En sus propias palabras, “He visitado
talleres donde se explota al obrero, fábricas, barrios atestados. Si no lo
podía ver, lo podía oler.”
Periodistas que habían elogiado su valor e inteligencia antes
de identificarse como socialista ahora llamaban atención a sus incapacidades.
El editor del Brooklyn Eagle escribió que “errores surgieron de las manifiestas
limitaciones de su desarrollo”. Keller respondió al editor, refiriéndose a que
lo había conocido antes de que él supiera sobre sus visiones políticas: “En ese tiempo sus cumplidos hacia mi eran tan
generosos que me sonrojo al recordarlos. Pero ahora que apoyo al socialismo me
recuerda a mí y al público que soy ciega y sorda y especialmente responsable de
errar. Debo haberme empequeñecido en inteligencia desde que lo conocí... ¡Oh,
ridículo Brooklyn Eagle! Socialmente sordo y ciego, defiende un sistema
intolerable, un sistema que es la causa de gran parte de la ceguera y sordera
física que nosotros tratamos de prevenir”.
Helen Keller también se unió a la unión industrial, los
Trabajadores Industriales del Mundo (Industrial Workers of the World, IWW), en
1912 después de sentir que el socialismo parlamentario ‘se hundía en el pantano
político’. Helen Keller escribió para el IWW de 1916 a 1918. En “Por qué me
convertí en un Trabajador Industrial del Mundo” (Why I Became an IWW) Helen
escribió que su motivación para el activismo fue su interés por la ceguera y
otras incapacidades:
“Era parte de un comité para la investigación de las
condiciones de los ciegos. Por primera vez yo, quien había pensado que la
ceguera era una desfortuna fuera del control humano, encontré que gran parte de
eso se podía rastrear a las malas condiciones industriales, frecuentemente
causadas por el egoísmo y la avaricia de los patrones. Y la maldad social
también era parte de esto. Me di cuenta que la pobreza llevaba a las mujeres a
una vida de vergüenza que terminaba en la ceguera”.Helen Keller escribió sobre la aparición del comunismo
durante la Revolución Rusa. Sus contactos con supuestos comunistas fueron
investigados frecuentemente por el FBI.
En 1920 era de los fundadores de la Unión Americana de
Libertades Civiles. En los años 1920, envió cien dólares a la NAACP con una
carta de apoyo que apareció en la revista The Crisis.
En 1925 se dirigió a una convención de Lions Clubs
International dando gran foco a esa organización por su trabajo de servicio que
continúa hoy día.
En 1960 se publicó su libro Light in my Darkness (Luz en mi
Oscuridad) en el cual advocó las lecciones de Emanuel Swederborg. También
escribió una larga autobiografía. Escribió once libros en total, y fue la
autora de numerosos artículos.
Keller comprometió mucho de su vida en patrocinar la
Fundación Americana para los Ciegos.
El 14 de septiembre de 1964, el Presidente Lyndon B. Johnson
le recompensó con la Medalla Presidencial de Libertad, el mayor honor
estadounidense de ciudadanos.
Helen Keller murió el 1 de junio de 1968 a la edad de 88
años, más de treinta años después de la muerte de Anne Sullivan. Fue incinerada
y sus restos se guardaron en la Capilla de San Joseph de Arimathea en la
Catedral Nacional de Washington. Wo
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