La historia ha demostrado que con la vacunación se
pueden controlar epidemias, y hasta se puede erradicar enfermedades, la
varicela, el sarampión y la polio por mencionar algunas. Esta herramienta
sanitaria eficaz y económica ya está disponible contra COVID para los niños.
Pero, en general, la tasa de vacunación todavía es baja. ¿Habrá que
refrescarles la memoria a los padres? Estas son al menos 8 razones por las
cuales no habría que dudar.
De los 28 millones de niños entre los 5 a 11 años
elegibles para vacunarse en los Estados Unidos, 8 millones
(28.1%) han recibido al menos una dosis de la vacuna contra COVID-19.
Ahora, la administración de Alimentos y Medicamentos (FDA y los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han aprobado las dosis para
menores de 6 meses en adelante, lo que agrega a la lista unos 18 millones de
niños.
Expertos aseguran que si los padres se deciden a
vacunar a sus niños contra COVID, el escudo de inmunización colectiva sería tan
grande que se lograría poner un freno al virus sin precedentes.
Esta inmunización colectiva contra COVID se sumaría a
la inmunización natural que se genera al haber tenido la infección. En una
situación ideal en la cual la vacunación infantil se replicara a nivel global,
sería un éxito de vacunación sin precedentes.
En Latinoamérica, la mayoría de los países están en
medio de campañas de vacunación infantil. La mayoría está inmunizando a niños a
partir de los 5 años, pero algunos, como Argentina, Chile y Colombia, lo
hacen a partir de los 3. La población de la región es joven, 23% de menos de 14
años y 20% entre los 15 y 29 años, por lo que vacunar a los jóvenes es tan
importante como vacunar a los adultos mayores para frenar la transmisión.
Aunque la aprobación de la vacunación contra COVID-19
ha sido alta para los adultos y adolescentes, los padres dudan a la hora de
vacunar a los más chiquitos. Una lógica compleja de entender considerando que
décadas de vacunación obligatoria para comenzar la vida escolar ha demostrado
ser eficaz para proteger de brotes de infecciones, algunas de ellas graves.
La American Medical Association, junto con otras fuentes e instituciones médicas, indican algunas
de las razones por las cuales no debería dudarse de vacunar a los niños contra
COVID-19:
1. Hay casos infantiles. Aunque se sabe que la transmisión del coronavirus entre los niños
es baja comparada con la de los adultos, esto no quiere decir que estén libres
del virus. Desde el comienzo de la pandemia y hasta junio de 2022, más de 13 millones de niños han
dado positivo en la prueba de COVID en los Estados Unidos, con una escalada de
casos en 2022.
2. Los niños pueden padecer
casos de COVID de largo plazo. Estos
pueden tener consecuencias médicas que pueden perdurar por mucho tiempo.
3. Los menores pueden ser
fuente de contagio. Si bien la mayoría de los casos de COVID-19 en niños son leves, los
pequeños infectados pueden propagar el virus incluso si no tienen síntomas.
Esto es particularmente preocupante en viviendas multigeneracionales, en donde
es probable que se conviva con adultos mayores que tienen un riesgo mayor de
padecer una forma grave de COVID.
4. Más vacunados, más inmunidad
colectiva. Esta inmunidad se genera cuando una comunidad
tiene un porcentaje alto de personas vacunadas, previniendo que aumenten los
casos.
5. Limitar la transmisión. Si toda una comunidad está vacunada, se le vuelve más difícil al
virus encontrar nuevos ‘huéspedes’ a quienes infectar. Esto lo debilita.
6. Prevenir la aparición de
variantes. Si más personas están vacunadas, no solo se limita
la transmisión del virus, sino la posibilidad de que mute y aparezcan nuevas variantes.
7. Proteger a los más débiles. Hay niños y adultos que por razones médicas no pueden vacunarse.
Si la comunidad en la que viven, la escuela a la que asisten, tiene una alta
tasa de vacunación, estarán más protegidos porque el virus circulará menos.
8. Dosis de refuerzo. Los niños vacunados que se acercan a los 12 años
podrán tener su vacuna de refuerzo y eventualmente las adicionales. Los
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) también
recomiendan que los niños de 5 a 11 años que tienen sistemas inmunitarios
moderada o severamente comprometidos reciban una dosis adicional de la
vacuna Pfizer-BioNTech 28 días después de completar su serie de dos dosis de
Pfizer-BioNTech. HD
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