La OMS pidió que la salud sea “el eje y el centro de las negociaciones
sobre el cambio climático” de la COP27 (la Conferencia de las Partes de las
Naciones Unidas) que empezó el 6/11, en la ciudad egipcia de Sharm El-Sheikh, y
advirtió que cambio climático ya está afectando a la salud de las personas y
seguirá haciéndolo a un ritmo acelerado si no se toman medidas urgentes.
“La COP27 será una oportunidad crucial para que el
mundo se reúna y vuelva a comprometerse a mantener vivo el objetivo de 1,5°C
del Acuerdo de París”, expresó la agencia sanitaria en un comunicado y
consideró que las discusiones y negociaciones de los líderes mundiales deben
mostrar avances respecto de cuatro objetivos clave: mitigación, adaptación,
financiación y colaboración para hacer frente a la crisis climática.
“El cambio climático está haciendo que millones de
personas enfermen o sean más vulnerables a las enfermedades en todo el mundo, y
la creciente destrucción provocada por los fenómenos meteorológicos extremos
afecta de manera desproporcionada a las comunidades pobres y marginadas”,
señaló el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
“Es crucial que los líderes y los responsables de la
toma de decisiones se reúnan en la COP27 para situar la salud en el centro de
las negociaciones”, apuntó el Dr. Ghebreyesus.
La deforestación, la agricultura y otros cambios en el uso del suelo y
el rápido desarrollo urbano, son fenómenos de la actual crisis climática que
amenazan los ecosistemas animales y humanos. La agencia sanitaria advirtió que
como parte de este proceso, la invasión cada vez mayor de los hábitats animales
está aumentando las oportunidades para que los virus perjudiciales para el ser
humano se propaguen.
Además, según estimaciones de la OMS, entre 2030 y 2050, se espera que
el cambio climático provoque unas 250.000 muertes más al año por malnutrición,
paludismo, diarrea y estrés térmico.
El aumento de la temperatura a nivel mundial que ya se ha producido está
provocando fenómenos meteorológicos extremos que traen consigo olas de calor y
sequías intensas, inundaciones devastadoras y huracanes y tormentas tropicales
cada vez más potentes. La combinación de estos factores significa que “el
impacto sobre la salud humana está aumentando y probablemente se acelerará”,
resaltó la OMS.
Sin embargo, el organismo dijo que “hay lugar para la esperanza”, si los
gobiernos toman medidas ahora para cumplir los compromisos contraídos en
Glasgow en noviembre de 2021 e ir más allá en la resolución de la crisis
climática.
Para cumplir con estos compromisos, la OMS pidió a los gobiernos que
lideren una eliminación progresiva justa, equitativa y rápida de los
combustibles fósiles y la transición a un futuro energético limpio.
Si bien se han producido avances alentadores con respecto a los
compromisos de descarbonización, la OMS apunta a la creación de un tratado de
no proliferación de combustibles fósiles que permita la eliminación progresiva
del carbón y otros combustibles fósiles perjudiciales para la atmósfera de
forma justa y equitativa.
Para mostrar sólo algunos de los números devastadores del calentamiento
global en la salud humana, la OMS estimó que más de 31 millones de personas de
África sufren hambre aguda y 11 millones de niños padecen malnutrición aguda en
un periodo en que la región se enfrenta a una de las peores sequías de las
últimas décadas. El cambio climático ya está repercutiendo en la seguridad
alimentaria y, si las tendencias actuales persisten, esto no hará más que
empeorar. Las inundaciones en el Pakistán son resultado del cambio climático y
han devastado vastas franjas del país. El impacto se dejará sentir durante
años. Más de 33 millones de personas se han visto afectadas, y casi 1.500
centros de salud han resultado dañados.
Estos postulados de la OMS no sólo tienen como destinatarios los líderes
mundiales que participarán de la Cumbre del Clima que se desarrolla en Egipto,
también los expertos de la salud buscan que todos los ciudadanos tomen
conciencia de la urgencia de revertir la crisis climática actual.
Ya sea mediante la promoción de más espacios verdes urbanos, que
facilitan la mitigación del clima y la adaptación a él al tiempo que disminuyen
la exposición a la contaminación del aire, o la promoción de restricciones del
tránsito local y la mejora de los sistemas de transporte locales.
“La política climática debe situar ahora la salud en un
lugar central y promover políticas de mitigación del cambio climático que
aporten simultáneamente beneficios para la salud. Una política climática
centrada en la salud ayudaría a conseguir un planeta con un aire más limpio,
agua potable y alimentos más abundantes y seguros, sistemas de protección
sanitaria y social más eficaces y justos y, en consecuencia, personas más
sanas”, concluyó la OMS. BP
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