jueves, 3 de noviembre de 2022

Por qué más adultos jóvenes sufren accidentes cerebrovasculares…

Una investigación realizada en el Reino Unido con 94.000 adultos jóvenes (de menos de 55 años) mostró un fuerte aumento de ACV en este grupo. El trabajo, que ha estado recopilando información por 20 años, ofrece evidencia de que esta tendencia es un problema emergente de salud pública no solo en Inglaterra sino en casi todos los países desarrollados. 
Tradicionalmente se ha considerado que los factores de riesgo vascular, como la presión arterial alta, la diabetes y la obesidad, juegan un papel menor en el ACV joven; pero estudios recientes han comenzado a cuestionar este punto de vista. 
En las conclusiones del trabajo, la doctora Lixin Li, de la Universidad de Oxford dijo que “nuestro estudio muestra un aumento preocupante en los casos de ACV en jóvenes en Oxfordshire, lo que refleja una imagen similar en otros países de altos ingresos”. 
Para la experta, es clave revisar los factores de riesgo, ya que al parecer, aquellos que se consideraban exclusivos de los séniors como la hipertensión o la diabetes ya forman parte del mundo joven. 
“Establecer la importancia de los factores de riesgo conocidos en el grupo joven ayudará a aumentar la conciencia general sobre la necesidad de un mejor control. También necesitamos mejores formas de identificar a los jóvenes con alto riesgo de ACV, ya que los modelos de riesgo actuales se basan en marcadores de predicción para personas mayores”, dijo Li. 
En febrero de 2022, la Asociación Americana del Corazón (AHA) presentó un informe que destacaba que en los Estados Unidos, los ataques cerebrales estaban disminuyendo en las personas de 75 años y más, pero estaban aumentando en los adultos de 49 años y menos. 
Fueron 29 años de análisis de datos, por los que se llegó a la conclusión de que esta era una realidad especialmente en estados del sur y centro oeste del país como Alabama, Arkansas, Minnesota y Dakota del Norte. 
Aunque no de manera tan marcada, la tendencia se observa en Latinoamérica, en donde luego de la Declaración de Gramado, un compromiso para enfrentar el ACV en la región establecido en 2018 en Brasil, mejoró la concientización sobre esta afección, y las iniciativas para prevenir el ataque cerebral aumentaron de un 25% a un 75% en muchos países. 
Accidente cerebrovascular o ataque cerebral 
Según explica la biblioteca especializada ADAM, “un ACV sucede cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene. Algunas veces, se denomina ataque cerebral”. 
Si el flujo sanguíneo se detiene por más de pocos segundos, el cerebro no puede recibir nutrientes y oxígeno. Las células cerebrales pueden morir, lo que causa daño permanente. 
Un ACV se presenta cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe, causando un sangrado dentro de la cabeza. El ACV o ataque cerebral es una afección grave que requiere un tratamiento de emergencia. 
Hay dos tipos principales de ACV: 
·        Accidente cerebrovascular isquémico, que puede tratarse si se detecta a tiempo
·        Accidente cerebrovascular hemorrágico, presenta un escenario clínico grave. 
La presión arterial alta es el principal factor de riesgo para los ACV. Otros factores de riesgo importantes son: 
·        Frecuencia cardíaca irregular, llamada fibrilación auricular 
·        Diabetes 
·        Ser hombre 
·        Antecedentes familiares de la enfermedad 
·        Colesterol alto 
·        La edad, especialmente después de los 55 años 
·        Origen étnico (las personas de raza negra son más propensas a morir de un ACV) 
·        Obesidad 
·        Historial de accidentes cerebrovasculares previos o accidentes isquémicos transitorios
Además de las causas clínicas como la diabetes, la obesidad o la importancia, el tabaquismo y el consumo de alcohol son factores de riesgo del ataque cerebral joven. 
Síntomas 
Los síntomas de un ACV dependen de qué parte del cerebro esté dañada. En algunos casos, es posible que una persona no se dé cuenta de que ha tenido un ACV. 
La mayoría de las veces los síntomas se presentan de manera súbita y sin aviso. Pero también pueden ocurrir de manera intermitente durante el primero o segundo día.
Los síntomas por lo general son más graves cuando el ACV acaba de suceder, pero pueden empeorar lentamente. 
El dolor de cabeza tal vez sea el síntoma más característico. Pero no es un dolor habitual, cambia dependiendo de la posición, puede ser muy intenso, tanto que despierta a la persona. 
Otros síntomas dependen de la gravedad del ACV y de la parte del cerebro afectada. Los síntomas pueden incluir: 
·        Cambio en la lucidez mental (somnolencia, pérdida del conocimiento y coma) 
·        Cambios en la audición o en el sentido del gusto 
·        Cambios que afectan el tacto y la capacidad de sentir dolor, presión o temperaturas diferentes 
·        Confusión o pérdida de memoria 
·        Dificultad para deglutir 
·        Dificultad para leer o escribir 
·        Mareos o sensación anormal de movimiento (vértigo) 
·        Problemas con la vista, como disminución de la visión, visión doble o ceguera total 
·        Falta de control de esfínteres 
·        Pérdida del equilibrio o coordinación, o problemas para caminar 
·        Debilidad muscular en la cara, el brazo o la pierna (por lo regular solo en un lado) 
·        Entumecimiento u hormigueo en un lado del cuerpo 
·        Cambios emocionales, de personalidad o de estado de ánimo 
·        Problemas para hablar o entender a otros que estén hablando 
Diagnóstico y tratamientos 
El diagnóstico debe ser veloz, clínico y de imagen, para detectar de inmediato si ha ocurrido un ACV y el tratamiento necesario. 
Estos incluyen el examen físico y la evaluación de síntomas, pruebas de sangre, electroencefalograma y electrocardiograma. 
Hay alternativas quirúrgicas y farmacológicas para tratar el ACV. De acuerdo a la magnitud del ataque, puede quedar secuelas, y muchas personas necesitan rehabilitación para recuperar alguna facultad perdida. 
Durante la conferencia en la que se presentó el análisis de la AHA, Audrey Leasure, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale y autora principal del estudio, dijo que “el ACV es una carga de salud pública cada vez mayor en los Estados Unidos”.  
“Hay alrededor de 795.000 ACV nuevos o recurrentes cada año en el país, y la carga económica y de atención médica de esta creciente población de sobrevivientes de ACV tiene un impacto en la infraestructura de atención médica a nivel nacional en todos los niveles”. 
Por su parte, la doctora Li, del estudio británico, remarcó que el ACV en adultos jóvenes puede tener un gran impacto, ya que a menudo ocurre cuando están formando una familia o ya tienen niños pequeños que cuidar, y aún no han alcanzado la cima de sus carreras. HD

No hay comentarios.:

Publicar un comentario