La glándula tiroides es una
parte vital del sistema hormonal que controla el metabolismo. Puede verse
afectada por varios trastornos, que incluyen hipoactividad, hiperactividad, enfermedad
de Hashimoto y de Graves. Las mujeres son más susceptibles a los trastornos de
la tiroides que los hombres. Para tratar los trastornos de la tiroides es
necesaria la medicación, pero también es importante seguir una dieta adecuada.
Si tú o alguien que conoces, está luchando con problemas de tiroides, aquí hay
diez cosas esenciales que debes tener en cuenta.
1. Come más alimentos
bociogénicos
Si tienes una glándula
tiroides poco activa, es importante tener cuidado con el consumo de demasiados
alimentos bociogénicos sin procesar. Estos alimentos contienen enzimas que son
responsables de las sustancias activas, que pueden neutralizarse si el alimento
se cocina, se fríe o se cuece al vapor. Si tienes una glándula tiroides
hiperactiva, se recomienda que consultes con un nutricionista o un médico
acerca de aumentar tu consumo de alimentos bociogénicos.
2. Aceite de coco: ¿una cura
milagrosa?
Si bien el aceite de coco se
ha promocionado como una panacea para los problemas de tiroides, es importante
tener en cuenta que esto no es del todo exacto. Si bien no resuelve
necesariamente los problemas de la tiroides, se ha descubierto que no tiene un
impacto negativo en la función tiroidea y se puede usar de manera segura como
reemplazo de otros tipos de aceites.
3. Evita la soya
La planta de soya contiene
propiedades bociogénicas, que pueden inhibir la absorción de hormonas
tiroideas, lo que la hace particularmente preocupante para las personas con
hipotiroidismo. Se recomienda limitar el consumo de alimentos de soya
procesados con alto contenido de fitoestrógenos, como batidos, polvos, leche de
soya, refrigerios y suplementos nutricionales. Si aún prefieres consumir soya,
se recomienda hacerlo en forma de tempeh y con moderación. Para aquellos con
una glándula hiperactiva, lo mejor es consultar con un médico o nutricionista
antes de incorporar la soya en tu dieta.
4. El café puede ser un
problema
El café no afecta directamente
a la glándula tiroides, pero puede interferir con la absorción y eficacia de
los medicamentos. Por lo tanto, es recomendable evitar tomar café durante al
menos una hora después de tomar medicamentos o reemplazo hormonal. Consulta a
tu médico si no puedes esperar y debes tomar café cerca de tomar la medicación.
Algunos medicamentos líquidos o en cápsulas pueden no verse afectados por el
consumo de café.
5. Cuidado con los suplementos
de hierro y calcio
Los suplementos de calcio y
hierro también pueden interferir en la absorción de los medicamentos en el
organismo, por lo que se recomienda esperar al menos de tres a cuatro horas
entre la toma del medicamento y el consumo de suplementos o alimentos ricos en
estas sustancias.
6. Alimentos con yodo
El consumo de alimentos con
yodo no afecta directamente a la glándula tiroides a menos que contengan otras
sustancias que interfieran en su función. El yodo es un mineral crucial que
ayuda a mantener el equilibrio hormonal del metabolismo del cuerpo. La glándula
tiroides utiliza la mayor parte del yodo que consumimos para producir hormonas.
Si bien el yodo es esencial, el consumo excesivo puede provocar hiperactividad.
7. Evita el gluten
Las personas que tienen
enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten o al trigo tienden a tener una
actividad tiroidea normal cuando siguen una dieta sin gluten. Esto se debe a
que una dieta sin gluten elimina los anticuerpos y puede provocar una remisión
de las enfermedades relacionadas con la tiroides. Por lo tanto, se recomienda
que las personas reduzcan o eliminen los alimentos que contienen gluten,
incluso si no tienen sensibilidad, ya que puede beneficiar la actividad de la
glándula.
8. Alimentos ricos en fibra
Para los pacientes con
enfermedades relacionadas con la tiroides que a menudo experimentan
estreñimiento y aumento de peso, puede ser útil incorporar alimentos ricos en
fibra en su dieta. Verduras como aguacate, frijoles, zanahorias, garbanzos,
berenjena, papa, calabaza, guisantes, pimiento y camote, junto con frutas como
manzana, plátano, bayas, kiwi, naranja, pera, ciruela y frutas secas, así como
los champiñones, el salvado y las nueces tienen un alto contenido de fibra y no
son bociogénicos, lo que los hace beneficiosos. Sin embargo, es importante
tener en cuenta que el consumo excesivo de alimentos ricos en fibra puede
afectar la absorción del fármaco. Se recomienda consultar con un profesional de
la salud cada dos o tres meses para determinar si es necesario ajustar la
dosis.
9. Comidas pequeñas versus
comidas grandes
Las personas que buscan
aumentar su tasa metabólica a menudo prefieren consumir varias comidas pequeñas
durante el día en lugar de limitarse a dos o tres comidas grandes, ya que
asegura que el sistema digestivo funcione por más tiempo con la misma cantidad
de alimentos. Si bien este método podría funcionar para algunas personas, no se
recomienda para aquellos con actividad tiroidea anormal, especialmente para
aquellos que están tratando de perder peso. Para estas personas, es mejor tener
intervalos más prolongados entre comidas, ya que ayuda a regular los niveles de
insulina y leptina que son responsables del control del apetito.
10. El agua juega un papel
importante
Beber una cantidad adecuada de
agua puede resultar una herramienta eficaz para los pacientes que padecen
enfermedades relacionadas con la glándula tiroides. El agua tiene la capacidad
de estimular el metabolismo, suprimir el apetito, promover la digestión y
aliviar el estreñimiento. Al consumir suficiente agua durante el día, se pueden
aliviar la mayoría de los problemas causados por el funcionamiento anormal de
la glándula tiroides. JQR
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