Pero si bien logró ocultar su identidad, no pudo pasar inadvertida su
santidad. Su austeridad era tanta, que jamás probaba otro alimento que no fuera
el pan y el agua, y eran tan continuas sus oraciones, que se le encorvaron las
espaldas. Además, se le atribuía el poder de obrar milagros. No fue raro que,
por votación unánime de sus hermanos, se le eligiese superior, cerca del año
500. Pocos años más tarde, durante la devastadora contienda entre Clovis, rey
de los francos, y el visigodo Alarico, los habitantes de Poitou padecieron
penurias sin cuento, sobre todo a causa de la violencia y brutalidad de los
soldados y los merodeadores. Cierto día, una banda de hombres armados avanzó
amenazante sobre el monasterio de Vauclair, y el terror se apoderó de los
monjes, que imploraron a su abad Majencio que los salvara. Él los tranquilizó
y, con toda calma, salió a recibir a la horda hostil. Uno de los atacantes
levantó la espada contra el santo, quien esperó el golpe con absoluta
serenidad; pero al presunto homicida se le quedó el brazo en alto, paralizado,
hasta que san Majencio le devolvió el movimiento al aplicarle aceite
consagrado. Para seguir el ejemplo de su antecesor, el abad Agapito, san
Majencio renunció a su puesto cuando sintió que se aproximaba su muerte y se
encerró en una celda, construida a corta distancia del monasterio; ahí murió a
la edad de setenta años, alrededor del 515.
Compartir, ayudar y motivar son las prioridades de este blog, tratando de iluminar el camino de nuestros semejantes con nuestra pequeña luz interior, basados en tres pilares fundamentales: "Respeto, Humildad y Honestidad"
domingo, 25 de junio de 2023
Majencio de Poitiers, Santo
Abad, 26
de Junio
Elogio: En la región de
Poitiers, en Aquitania, san Majencio, abad, insigne por su virtud.
País: Francia - †: c. 515
La ciudad francesa de Saint-Maixent, en el departamento de Deux Sévres,
conserva la celda en la que vivió san Majencio y el contiguo monasterio que él
gobernó. El santo nació en Agde, sobre el Golfo de Lyon, alrededor del año 445
y, en el bautismo recibió el nombre de Adjutor. Bajo la vigilante solicitud del
abad san Severo, encargado por sus padres de cuidarle desde niño, creció como un modelo
de virtudes cristianas. La mayoría de sus hermanos en religión lo admiraban y
respetaban, pero unos cuantos tenían envidia de él. Sin embargo, para Majencio,
las alabanzas eran más desagradables que los insultos o las críticas y, a fin
de escapar de la fama en que se trataba de arrojarle, se alejó calladamente de
Agde y permaneció oculto dos años. Pero, al regresar de su retiro, se encontró
con que ya ocupaba una posición mucho más prominente que antes, porque el mismo
día de su regreso comenzó a llover copiosamente después de una prolongada
sequía y todos le achacaron el milagro y le aclamaron como salvador y obrador
de maravillas. Para Majencio fue evidente que, si deseaba llevar una vida de
soledad y olvido, debía romper con todos los vínculos que le ataban a su
pasado. Por segunda ocasión desapareció y, aquella vez abandonó su nativa
Narbona para siempre. Tras un breve período errante, llegó a Poitou, donde
entró a una comunidad en el valle de Vauclair, gobernada por el abad Agapito y,
a fin de borrar su pasado, se cambió el nombre de Adjutor por el de Majencio.
Etiquetas:
Santoral
Ubicación: La Pampa, Argentina
La Pampa, Argentina
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