¿Podría un procedimiento que dura una hora y que
implica aplicar una descarga a una parte de los intestinos significar el fin de
la insulina para millones de personas con diabetes tipo 2?
Tal vez, según un pequeño estudio que se presentará en
pocos días en la reunión Semana de las Enfermedades Digestivas
(Digestive Disease Week), en Chicago.
El nuevo procedimiento mínimamente invasivo utilizó
unos pulsos eléctricos controlados para cambiar el revestimiento de la primera
parte del intestino delgado (el duodeno). Esto mejoró el control del azúcar en
la sangre y eliminó la necesidad de insulina durante al menos un año entre las
personas con diabetes tipo 2, aseguraron los investigadores.
Las personas con diabetes tipo 2 no utilizan la
insulina de sus cuerpos de forma adecuada, y como resultado, el azúcar en
sangre, o glucosa, puede acumularse. Algunos de estos pacientes necesitan tomar
insulina sintética para mantener su azúcar en la sangre bajo control.
“Esto podría ser un punto de inflexión en la gestión
de la diabetes tipo 2”, aseguró el coautor del estudio, el Dr. Jacques
Bergman, profesor de endoscopia gastrointestinal del Centro Médico de la
Universidad de Ámsterdam, en Países Bajos.”Se sugirió que [una sola
intervención ambulatoria] tiene un efecto terapéutico bastante largo”, añadió
durante una conferencia de prensa.
No se comprende del todo exactamente cómo funciona el
procedimiento, pero los investigadores creen que cambia el tejido en el
intestino y mejora la resistencia a la insulina o la forma en que el cuerpo
responde a la insulina.
“Esta técnica modifica la enfermedad, ya que va a la
causa fundamental de la diabetes tipo 2 y aborda la resistencia a la insulina,
al contrario que la terapia farmacológica, que en el mejor de los casos
controla la enfermedad, y su efecto desaparece de inmediato si una persona deja
de tomar el medicamento”, explicó Bergman.
El estudio fue financiado por Endogenex, una compañía
de Minnesota que es propietaria de la tecnología usada en el procedimiento.
En el estudio, 14 personas con diabetes tipo 2 se
sometieron al procedimiento de la investigación, que se realiza mediante una
endoscopia. Esto significa que los médicos insertaron un tubo iluminado flexible
por la garganta hasta la región digestiva. Todos habían estado recibiendo
insulina.
Todo el mundo se marchó a casa el mismo día de la
cirugía. Siguieron una dieta líquida con calorías controladas durante dos
semanas, y después comenzaron a tomar semaglutida, un medicamento para la
diabetes que regula los niveles de azúcar en la sangre. (Es el mismo fármaco
que se usa para perder peso, con la marca Ozempic).
De ellas, 12 personas mantuvieron su azúcar en la
sangre en el rango normal durante un año sin la necesidad de insulina, mostró
el estudio.
La semaglutida puede ayudar a las personas con
diabetes tipo 2 a evitar la insulina, pero en general esto ocurre en apenas un
20% de los pacientes, de forma que los investigadores no piensan que el efecto
de eliminación de la insulina se debiera al fármaco. Además, las personas del
estudio tuvieron una reducción del 50% en la grasa del hígado. La grasa
excesiva en el hígado hace que controlar el azúcar en la sangre resulte más
difícil.
Un estudio de mayor tamaño comenzará en los próximos
tres meses, señaló Bergman. Si esta investigación da resultado, el
procedimiento podría ser una opción para las personas con diabetes tipo 2 en
los próximos tres a cinco años, anotó.
La diabetes afecta a 37 millones de estadounidenses,
de los cuales el 90% sufren de diabetes tipo 2. Esta es la forma de la
enfermedad que se vincula con la obesidad. Aunque se diagnostica con mayor
frecuencia tras los 45 años, los médicos están viendo más casos en niños y
adultos jóvenes, anotaron los autores. Los medicamentos para controlar la
enfermedad, incluso la insulina, pueden ser caros y tienen efectos secundarios.
La Dra. Pooja Singhal, gastroenteróloga y directora de
salud digestiva de las mujeres del Hospital SSM Health St. Anthony, en Oklahoma
City, afirmó que el nuevo método se muestra promisorio.
“El procedimiento tiene mucho potencial y podría ser
revolucionario, porque modifica la enfermedad en vez de controlar la
enfermedad”, afirmó. Pero se necesita más investigación con grupos más grandes
de personas para sacar cualquier conclusión firme sobre qué rol este
procedimiento tendrá en la diabetes tipo 2, planteó.
El efecto de la cirugía en la grasa del hígado también
es significativo. “Podría también ser muy emocionante para la enfermedad del
hígado”, señaló Singhal. “La enfermedad del hígado graso no alcohólico será la
principal causa de cirrosis o cicatrización grave del hígado en los próximos
años”.
Los hallazgos se presentarán el martes 9 de mayo. Las
investigaciones presentadas en reuniones se deben considerar preliminares hasta
que se publiquen en una revista revisada por profesionales. HD
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