“Si alguno quiere amar la vida y ver
días felices, que preserve su lengua del mal y sus labios de palabras
engañosas” (1 Pedro 3,10)
La
Biblia te enseña que elijas tus palabras con sabiduría y prudencia. En
realidad, la palabra de Dios afirma que la vida y la muerte residen en el poder
de la lengua. Por eso necesitas vigilar todo cuanto dices cada día. Tus
palabras pueden tener una influencia positiva y contagiosa, animadora, o
‘negativa’ y descorazonadora. ¡Tenlo en cuenta!
No
te quepa duda que es más fácil apestar o ser negativo, cuando las cosas no te
van como lo deseas. Y ante esta realidad, ¿qué? Pues ante todo cuanto te
suceda, Dios te llama a que pronuncies palabras que fortalezcan y levanten el
ánimo a los demás, empezando por ti mismo.
Hoy,
descubre un nuevo sentimiento de alegría. ¿Cómo? ¡Vamos! Mírate bien. Tienes
capacidades para pronunciar palabras de fe y de victoria con tu vida y en el
mundo que te rodea.
UNA
ORACIÓN PARA HOY: Padre, gracias por las palabras alentadoras que me diriges.
Concédeme la fuerza diaria para que pronuncie palabras de entusiasmo y no dejar
nunca que ninguna palabra malsana salga de mi boca. En el nombre de Jesús.
Amén. FS
BENDITO Y ALABADO SEAS POR SIEMPRE MI AMADISIMO SEÑOR JESÚS A TI TODO EL PODER IR LA GLORIA POR SIEMPRE AMÉN ASÍ SEA AMÉN 🙏 AMÉN 🙏 AMÉN.
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