Que
la ciudadanía sea capacitada en las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar
(RCP) radica en la posibilidad de poder salvar vidas mientras se espera la
llegada de profesionales de la salud.
Cuando
una persona sufre un paro cardiorrespiratorio, por cada minuto de retraso se
pierde un 10% de posibilidad de reanimación. Según explicó la Dra. Paola Caro,
directora Médica de vittal, organización de urgencias y emergencias
médicas extra hospitalarias de Argentina «los primeros 6 minutos son cruciales
para lograr revertir la condición e incluso para quedar sin secuelas o
consecuencias».
Es
por ello que obtener conocimientos de la técnica de Reanimación Cardiopulmonar
(RCP) y saber utilizar un Desfibrilador Externo Automático (DEA) pueden marcar
la diferencia ya que cualquier persona puede brindar una primera asistencia
hasta el arribo de los profesionales de emergencias médicas.
La
RCP permite mantener la oxigenación de los principales órganos, con
compresiones torácicas, en situaciones donde la persona no tenga pulso, no
respira o haya tenido un evento súbito de pérdida de conciencia y haya cesado
la respiración y la circulación.
«La
mayoría de las eventualidades ocurren en lugares públicos, el trabajo o en el
hogar. Con conocimientos en RCP y DEA, cualquier persona puede atender una
emergencia en los primeros minutos y eso, muchas veces, puede salvar vidas»,
enfatizó la Dra. Caro.
Así,
indicó que en casos en que la situación de emergencia sea compleja, «hay que
realizar la RCP, mediante compresiones torácicas y respiraciones de rescate
para restablecer la circulación sanguínea hacia el cerebro y otros órganos
vitales».
Desfibrilador
Externo Automático (DEA)
Como ya se mencionó, en determinadas ocasiones la vida
de una persona depende de la rápida reacción de quienes la rodean. Un paro
cardíaco es una de ellas. Cuando esto ocurre, contar con la capacitación y el
equipamiento correctos, puede salvar una vida.
El
DEA es un equipo que aplica una descarga de corriente al corazón para
restablecer el ritmo cardíaco de una víctima de paro cardiorrespiratorio
causado por fibrilación ventricular.
La
Federación Cardiológica Argentina (FCA) asegura que en Argentina ocurren unas
30.000 muertes súbitas por año, es decir, 80 muertes súbitas por día o 1 cada
20 minutos.
«La
muerte súbita puede afectar a personas de cualquier edad, sexo y estado físico,
en cualquier momento y lugar. El 75-80% de los casos de muerte súbita se deben
a una fibrilación ventricular y el 90% de ellos se producen en entornos extra
hospitalarios», afirmó la Dra. Caro.
Y
explicó que en general, la posibilidad de sobrevida de una persona que presenta
paro cardíaco por fibrilación ventricular es del 5%. «Con la utilización
inmediata de un DEA sumado a las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar Básica
(RCP), este porcentaje sube hasta un 75% si se aplica antes de los tres
minutos. Por cada minuto que pasa la posibilidad disminuye un 10%», enfatizó.
Para
utilizar un DEA no es necesario ser personal de la salud, aunque es
recomendable obtener estos conocimientos como forma de complementar un curso de
RCP. BP
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