Cuando escuchamos la palabra hogar, nos imaginarnos un espacio físico, que
generalmente es la casa donde vivimos. Sin embargo, el hogar no se refiere solo a un espacio físico, sino al ámbito afectivo
y espiritual, donde el ser humano es acogido, aceptado y amado por todos los
integrantes de su familia, y es precisamente dentro de la familia, donde
la mujer, con su enorme capacidad de amar y entrega a los demás, es quien, en
la mayoría de los casos, logra convertir la casa en un hogar.
Hay quienes dicen que la realización de la mujer solo puede darse en el
ámbito laboral incorporándose a un trabajo remunerado, pero la realización de
un ser humano, ya sea hombre o mujer, no viene dado por trabajar dentro o fuera
de la empresa formal. Sin embargo, la
mujer de nuestro tiempo vive bombardeada por presiones sociales que la
orientan, y casi la obligan, a buscar su ‘realización’ fuera de su hogar y su
familia; de lo contrario es criticada e incluso discriminada por ser ama
de casa y más aún cuando decide ser madre y cuidar a sus hijos.
La familia no es una ‘carga’, y son muchas las
mujeres que libremente eligen dedicar buena parte del tiempo de su vida, al
cuidado y educación de sus hijos.
Trabajar en la familia no se reduce a limpiar, cocinar o lavar, estas son
tareas que pueden realizar tanto hombres como mujeres. Trabajar en la familia,
consiste principalmente en educar y formar a los futuros ciudadanos de nuestro
país, es dar estabilidad emocional y psicológica a los miembros de nuestra
familia, es acompañar y orientar para lograr estudiantes, profesionales
exitosos y buenos ciudadanos.
La mujer desempeña un papel clave en la sociedad,
conjuga sus funciones profesionales con las de madre y esposa, tiene la
oportunidad de desarrollar todas sus capacidades al máximo.
Hoy más que nunca, el mundo necesita de la mujer. Ella, al lado del hombre,
es quien le da estructura a la familia y la llena de amor y cuidados. No puede,
ni debe, desperdiciar los dones que ha recibido, tiene mucho que aportar en una
empresa, pero sobre todo, su aportación es indispensable en su familia.
Recuerda que para fortalecer a la mujer
¡en la familia está la solución! R
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